"Naruto Otsutsuki" (Terminada)

Cap. 1. Shinigami

- Por favor shinigami-sama, sella al kyubi en mi hijo mayor - dijo Minato a la figura imponente que se encontraba en frente de el.

Su esposa, Kushina Uzumaki había dado a luz a tres hermosos bebes, pero un misterioso enmascarado aprovecho para destruir el sello que tenia retenido a tan temida bestia el zorro de nueve colas, mejor conocido como "Kyubi" el cual estaba sellado en Kushina.

Una vez que el zorro era libre el enmascarado tomo control de el y lo obligo a atacar la aldea de la hoja. Sin embargo los shinobis que la protegían pudieron hacerle frente con mucho esfuerzo pero pagando con innumerables bajas.

Minato Namikase el cuarto hokage realizo un jutsu, invocando a "Shinigami" la diosa de la muerte.

- ¿sabes el precio? - pregunto la diosa dándole la espalda a Minato y mirando al gran zorro el cual estaba  rodeado con  cadenas gracias al esfuerzo de Kushina. Sin embargo ella sabia que el Kyubi podría destruir esas cadenas sin ningún esfuerzo pero el zorro no se movía solo miraba al suelo. Siempre era lo mismo, invocaban a shinigami para sellar al biju pero el no ponía resistencia como si aceptara su destino. Sin embargo kurama siempre le pedía un favor.

- si, se el precio, pero estoy dispuesto a dar mi vida por asegurarme que ese monstruo no dañara al lugar donde vivo - Minato se sentía fatal por dejar a su esposa y a sus hijos solos pero le reconfortaba saber que Naruto, su hijo mayor pudiera con la gran responsabilidad que le estaba dando, que el pudiera retener a aquel monstruo para que no hiciera mas daño.

Un silencio reinaba en el lugar solo dejando escuchar el sonido del viento moviendo las ramas de los arboles en la fría noche.
La diosa se elevo al cielo para estar frente a ese gran zorro mirándolo a los ojos.
- ¿lo mismo de siempre? - pregunto shinigami con una pequeña sonrisa, recibiendo un asentimiento como respuesta.

La diosa tomo su katana que colgaba de su cintura y dio un corte rápido que hizo que el gran biju desapareciera y una esfera roja quedara en su lugar. Tomo esa esfera en sus manos y se dirigió al lugar donde se encontraban los bebes, poso su vista en los tres tratando de distinguir al mayor y en cuanto poso su vista en este, se perdió en sus ojos, los ojos azules mas hermosos y hipnotizan tés que nunca había visto, donde pudo ver un alma tan pura, blanca e inocente que solo había tenido el honor de ver en una ocasión.

- Te esperan muchas cosas en esta vida - dijo en un susurro y sin perder mas tiempo introdujo aquella esfera roja que tenia en sus manos dentro de el cuerpo del infante y un sello apareció en su estomago, lo que sorprendió más a la diosa es ver como el recién nacido comenzaba a reír y comenzaba a sentir un gran poder emanar dentro del niño, pero era un poder que solo ella podía sentir debido a solo una cosa.

- bienvenido de nuevo a la vida....
Ashura Otsutsuki, segundo hijo de Hogoromo Otsutsuki - dijo sonriendo en un susurro para después hacer una pequeña reverencia que dejo confundido a Minato y Kushina.
- escuchame humano... - hablo la diosa dirigiéndose a Minato - no me llevare tu alma por que estoy de muy buen humor hoy - y sin mas que decir ella desapareció.
Pero en realidad no se llevo su alma por agradecimiento de haberla llamado y que ella pudiera ver de nuevo a Ashura, aun que el no recuerde su vida pasada, shinigami puede decir con seguridad que es una de las pocas personas sin ninguna pizca de maldad en su corazón y se sintió honrada de volverlo a ver.

Minato y Kushina se acercaron a sus tres hijos y soltaron un gran suspiro que retenían desde la aparición de shinigami, un suspiro haciendo que los dos se deshicieran  de un gran miedo y mostrando un gran alivio por que la diosa no se llevo el alma de Minato.

Sin embargo vieron confundidos como en el rostro de su hijo mayor se comenzaban a formar lentamente 3 marcas parecidas a bigotes y sus ojos azules comenzaban a cambiar de color rojo sangre con la pupila rasgada.
- ¡¿Que demonios?! ¿Eso es normal? - pregunto Minato a nadie en especifico
- no... Eso no debería suceder... - contesto Kushina con un ligero cosquilleo por su cuerpo ante esa mirada de su hijo.
- el kyubi... A tomado control sobre el - dijo Minato en un susurro pero suficiente alto para que Kushina lo escuchara - El no es mi hijo... Es el monstruo que ataco a la aldea y acabo con la vida de miles de ninjas - Minato miro con odio al infante y rápidamente tomo en brazos a sus otros dos hijos separándolos de Naruto.

Solo pasaron unos segundos para que los ojos del infante volvieran a su antiguo color azulado, sin embargo Minato y Kushina no cambiaron de expresión siguieron mirándolo con desprecio.
- si lo dejamos aquí, puede que muera - dijo Kushina en un susurro pero Minato pudo escucharla - así ya no podrá hacerle mas daño a la aldea - ambos se miraron como buscando estar de acuerdo y en un instante dieron media vuelta y se dispusieron a marcharse con los dos bebes faltantes en sus brazos. 

Una ves que la silueta de aquel matrimonio se perdió en la oscuridad del bosque una nube de humo se hizo presente al lado del pequeño, una ves que el humo se disipo se logro ver a un joven de no mas de 20 años con cabello rojo. Ese hombre se quito su suéter y envolvió al pequeño, lo tomo en brazos y comenzó a correr hacia una especifica dirección del bosque, no muy lejos de ahí.

Al estar frente a un gran árbol el pelirrojo dejo fluir un poco de chackra por todo su cuerpo, después de esto dio un paso hacia enfrente, caminando a través del árbol como si fuera aire y pudo apreciar una pequeña cabaña a unos pocos metros de el, rápidamente entro a la cabaña y coloco al pequeño en una de las camas que se encontraba en una pequeña habitación, lo arropo con mas mantas con el fin de que el pequeño cuerpo entrara en calor.

El joven suspiro pesadamente y se acerco al infante para sentarse a su lado, acerco su mano derecha al pequeño rostro y comenzó a acariciar suavemente su mejilla. El infante al sentir aquel contacto físico abrió sus pequeños ojos azules y miro al causante de esa sensación, y sin poder evitarlo río tan tiernamente como solo un bebe lo hace.
El pelirrojo se quedo hipnotizado por aquella mirada, una mirada tan tierna, llena de inocencia, llena de  alegría. Simplemente no entendía como es que los bastardos de sus padres no tuvieron corazón para abandonar a tan preciosa criatura.

- Naruto... - dijo el joven dándole una amable sonrisa al pequeño, y este dio otra sonrisa al escuchar su nombre.
- Me asegurare de que nada te falte... Te cuidare y protegeré - dijo el joven para después darle un beso en la frente al pequeño.

De un momento a otro el joven pudo sentir la presencia de alguien mas en esa habitación, sin embargo no se inmuto por saber perfectamente quien era, pero se sorprendió mucho de que el viniera.

- Kurama... - dijo el hombre desconocido con una amable sonrisa. El joven ahora identificado como Kurama se levanto de la cama y volteo a ver al hombre que se encontraba detrás de el
- Padre... - dijo el pelirrojo sonriendo