Mi vida en metáforas.

Mi segunda gran aventura

Luego de unos años finalmente llego oficialmente el último día de mi preescolar, justo alli iniciaba mi segunda gran aventura la primaria.

De esta parte de mi vida no recuerdo muchas cosas es como una gran mancha borrosa en la historia de mi vida.

Los únicos recuerdos que tengo son los malos, dejenme explicarles yo realmente no soy nada buena haciendo amigos de forma que cada vez que trataba de acercarme a alguien pues simplemente no sabía que decir o hacer así que solo conseguía que se burlaran de mi.

Durante esta etapa la yo risueña, extrovertida y abierta fue desapareciendo, me fuí haciendo cada vez mas fría y apática, usaba el sarcasmo y el humor para que nadie notára que en realidad estaba perdiendo el interés en todo, que ya no tenía motivación. Sin embargo, a diferencia del preescolar, en la primaria si logré hacer bastantes amigas, tuve varios grupos y sería una mentira decir que mi primaria no fue divertida; si tuve mis momentos malos pero tambien hubo muchos momentos buenos.

En ese momento me di cuenta de que yo había cambiado y por lo tanto mi vida cambio, me di cuenta de que esa yo risueña, extrovertida y abierta jamás volvería, que tenía que seguir adelante. Que por mas que tratara de volver atrás eso días no volverían, que mirar hacia atrás es bueno a veces pero mirar hacia adelante es vivir sin temor.

Y ahí llego la segunda metáfora de mi vida: "Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único."