CAP #10

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me devolví para verme al espejo, me gustaba muchísimo el trabajo que había hecho Emily, nunca creí verme tan linda.
Tomé el oso de tae y lo subí hasta mi habitación, escuché unos ruidos raros, realmente me dio miedo pero camine hasta el cuarto de mi padre, literalmente ahí estaban todas sus cosas y el dinero que había sacado hace poco del banco para la donación que haría a los niños de los orfanatos y entonces fue donde escuché el timbre y me asuste aún más pero de inmediato pensé en jungkook, debía ser el.
Entonces me di la vuelta y baje las escaleras, abrí  la puerta y me encontré con un jungkook muy elegante con unas flores en la mano y un perfume que emanaba un aroma realmente masculino, tengo un problema con esas esencias, me fascinan.

vaya...

-que?, que sucede? - pregunte confusa y un poco avergonzada.

-nada... Es solo que tu, te vez muy muy muy...

-ash, ya basta! - lo empuje y salí de la casa, cerré la puerta y camine, luego voltee y el aún seguía allí mirándome como un tonto.

-esa es mi chica!.

Reímos.

-vamos, que esperas!

Grite y el corrió hasta mi, me miro a los ojos y tomo mi mano luego puso las flores en mis manos.

-ahora si, ya tienes el vestuario completo.

-gracias-sonríe.

-por cierto ese vestido es lindo, pero bueno luce muy bien en ti.

No pude evitar sonrojarme y seguimos caminando.

-deja de hablar tanto, toma tu conduce.

-pero....

-pero nada- afirme y se subió al auto, seguido lo hice yo.

Jungkook conducía y yo solo miraba por la ventanilla, escuche un sonido de celular, revise y no era el mio entonces me voltee y mire a jungkook, veía la pantalla de su celular y parecía asustado.

-estas bien?

-si, porque no debía? - sonrió y mi ceño se frunció solo.

Asentí y por fin llegamos, no lo podía creer era un lugar realmente lindo, que sorpresa tan tierna, nunca pensé que alguna vez algún chico haría esto por mi y para mi.

Era un restaurante pero estaba solo, solo tenía una mesa, con flores y velas e incluso un vino en el medio, lo mire confusa pero con una sonrisa en los labios y el me devolvió así mismo la sonrisa, se inclino hacia delante dandome a entender que debíamos seguir hasta la mesa, entonces acomodo la silla para que yo me sentara, luego el paso por enfrente y se sento.
Aún seguia sorprendida y no sabía que decir.

-no te gusta?

-claro que me gusta, solo que... No se que decir es todo tan... Lindo y..

Me interrumpió.

-te lo mereces Haily.

-gracias, supongo.

En ese momento llegó un hombre con un esmoquin, parecía un personaje de los hombres de negro pero en realidad era un mesero, tomó la botella de vino, sirvió en las copas y nos dio el menú.

-entonces ya te decidiste?, que quieres comer?

-no lo sé, que pediras tu? - hice un puchero.

-pediré sushi, pero el de principiantes, el que es medio frito.

Reímos.

-pediré también eso.

Mientras comiamos algo raro notaba en el, tenía una cara muy preocupada, no pude evitarlo ni un segundo mas y me decidi por preguntarle.

-jungkook...

-si?- tomo un sorbo de su copa y la volvio a colocar en la mesa.

-porque estas tan preocupado?- me incline un poco hacia delante estaba bastante intrigada y quería escuchar lo que me iba a decir.

-pues..., es que yo...

-es que tu que?...

-haily...,tengo una sorpresa para ti!- río y luego se metio un pedazo de sushi a la boca y se estaba ahogando.

-estas loco?!- me levante y le pegue en la espalda, pudo escupir el pedazo de sushi, volteo a mirar hacia arriba y se encontro con mi mirada y las manos en sus hombros, abrio los ojos mas de lo normal y me dio una sonrisa como disculpa por la gran escena que acabo de protagonisar, no pude dejar de reir en todo el tiempo que tuvimos para terminar de comer.

Y así fue comimos y estuvo delicioso.

-quieres irte de aquí ya? - jungkook se levantó y estiró su mano, la tome sin dudarlo y empezamos a caminar.

-a donde vamos?

-iremos a caminar, quieres?

-si, vamos-sonreí- pero... Debo decirte que hace falta algo.

-que?! - jungkook abrió los ojos como platos- pero si arme todo muy bien, que faltó?, eres muy exigente haily, no creo que haya faltado algo, fui romántico y elegante dime que es lo que falta!?

-si me dejaras decírtelo entonces lo sabrías- reí. - todo estuvo lindo pero... Ahora falta el postre.

-ah, eso, me habías asustado- rió.

-vamos por un helado si?!!!!!

-esta bien esta bien niñita.

-oye...como que niñita eh?

Reímos y lo empuje, llegamos a una heladería muy cercana, era bastante acogedora, muy fresca.

-siéntate, yo pediré los helados, serán en cono porque los comeremos en el camino, reí y asentí.

Volvió con los helados en la mano y no pude evitar sonreir por su ternura, parecía un niño pequeño.

-toma querida.

-muchas gracias querido.

Comíamos los helados mientras caminábamos hasta un parque solitario.
Llegamos y nos sentamos en unas bancas.

-haily...

-si? - alce mi vista y lo mire a los ojos.

-me gustas...

-a mi también, estuvo muy rico el helado- reí.

El rió y suspiro demasiado.

-que?, porque suspiras? - sonreí pero entonces mi rostro se empezó a derretir igual que el helado en mis manos porque jungkook se estaba acercando a mi, estaba tan cerca que ya mis ojos no podían penetrarlo más, sentí su aliento en mi nariz y pude notar como sus ojos viajaban a mis labios con un deseo inexplicable.

-lo que quise decir es que me gustas tu, no el helado- susurro sobre mi rostro y mis mejillas se coloraron de una manera penosa.

-yo..-mencione pero entonces no pude seguir hablando.

Sus labios estamparon los míos, fue delicado y sentía como se humedecian, perfiló mi labio inferior con su lengua y juro que nunca antes había sentido tal emoción, mi corazón saltaba de izquierda a derecha y de arriba a abajo, se alejo un poco y coloco su frente sobre la mía, alce mi mano y la coloque en su cuello, toque su cabello suave y salía un aroma a flores, este hombre podría ser más perfecto?.

-jungkook....

-si preciosa?

Se alejo y me miro a los ojos.

-no es nada, yo... No lo sabía- estaba tan nerviosa que no podía respirar bien.

Empezó a reírse y no entendía el porque entonces me sonroje aún más cuando me di cuenta que tenía el helado derretido sobre mi regaso, el vestido estaba envuelto en esa dulzura.

-no te rías!, este vestido es muy lindo!

Y entonces soltó otra carcajada y no pude evitar contagiarme

HETEROCROMIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora