Chapter 31: Epilogo

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Un señor bastante mayor, de cabello gris y mirada severa acababa de salir de la casa. Se colocó un sombrero para caminar unos cuantos metros y luego esperó a que el chofer le abriera la puerta del lujoso coche, antes de subir, como presintiendo algo, desvió su mirada hacia la casa que lucía tan anticuada pero esplendorosa como siempre, por un segundo le pareció ver la silueta de una mujer, afiló la mirada, se quitó el sombrero, hizo una venia y abordó el coche que se marchó raudamente, se le hacía tarde para llegar al evento.

Tras recorrer algunos kilómetros el chofer se apresuró a estacionar el coche y abrirle la puerta, el sol brillaba bastante, como anunciando que pronto llegaría el verano. Mientras pensaba en que haría en las vacaciones caminó atravesando unos jardines que le parecieron interesantes por su diseño y las especies de flores, luego un largo corredor con varias puertas hacia los lados para finalmente llegar a un pequeño patio frente a un gran edificio, todo esto, ayudado por el chofer pues aunque había sobrevivido a un infarto su salud era de cuidado. Procuró entrar con discreción pues en la entrada le informaron que el evento ya había comenzado, afortunadamente tenía un sitio separado en uno de los extremos y con el lugar a media luz logró pasar desapercibido hasta que llegó a su asiento y oyó claramente a alguien carraspeando, algo apenado tomó asiento, la melodía de piano se detuvo y el público aplaudió.

Un adolescente de doce años, elegantemente vestido, agradeció nerviosamente antes de abandonar el escenario, en la parte delantera un grupo de personas deliberaba, una presentación bastante buena pero con algunas desafinaciones y cayó en fuerza interpretativa casi al final, el público aplaudió para animar al muchacho. Un minuto después, un niño de unos 10 años aparecía en el escenario:

– Representando a la primaria Shinketsu, interpretando el "Vals del minuto" Op. 64 N°1 Nocturno Op. 9 N°2 de Chopin, en un piano de cola, Kuchiki Ginrei – Anunció el presentador. El público aplaudió mientras murmuraban, pocos niños se atrevían a tocar en el piano de cola, luego el lugar quedó en silencio mientras el niño tomaba su lugar frente al piano, cabello oscuro y corto y unos incomparables ojos grises que parecían desafiantes, inhaló hondo y tras unos segundos, empezó a tocar.

Las primeras notas hicieron que el ahora bisabuelo Kuchiki esbozara una sonrisa, había dejado de ser el líder de la familia hace mucho, así que ahora podía disponer de su tiempo a su antojo y un recital de piano de uno de sus nietos era algo que no se perdería por nada del mundo.

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– A las 11:30am es la reunión con los miembros de la junta de la textilera, a la 1:00pm tiene la prueba del vestido para el evento del viernes, a las 2:00pm el almuerzo con los representantes de Baikal, por cierto, no parecían muy contentos con las propuestas de la última reunión, a las 4:00pm hay que continuar la selección de proveedores, a las 5:00pm está la…

– Ojalá pudiera saltarme directamente al coktail en la casa de Shunsui – Yoruichi suspiró. Su joven asistente palideció – Tranquila Kiyone, solo estaba bromeando – Yoruichi lanzó una fuerte carcajada.

– Señora Yoruichi, no debe bromear con esas cosas – Kiyone empezó a reír, nerviosamente. Cuando tomó el trabajo nadie le advirtió lo difícil y complicado que podría llegar a ser, que su jefa sería de las que le piden reprogramar todo porque se le antojó irse de paseo a la playa con su esposo o tener que cuidar las mascotas del hijo de su jefa (la iguana era tan grande que daba miedo), pero no pensaba darse por vencida fácilmente.

– ¿Y sabes si Yuushiro terminó sus pendientes de la mañana? – Yoruichi se puso de pie, dudó en recoger el saco que había en el respaldar de su silla, afuera parecía haber un sol radiante.

– El señor Yuushiro reprogramó algunas actividades, dijo que tenía un evento importante al que acudir, algo regional… – Kiyone recordó haber visto a su compañero y rival, Sentarou, en apuros más temprano, en la mañana. El hermano de su jefa era tan o más espantoso al momento de sugerir ajustes en su agenda, pero al menos solo tenía un gato como mascota.

brisa de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora