Las historias de amor vienen y van en todos lados, contándonos la parte hermosa de sentirlo, algunas lágrimas, alguna pelea forman parte de los dramas en los libros e incluso en el cine, pero, ¿Qué hay de la vida real? ¿Cómo evoluciona el amor? ¿Cómo se siente? ¿Todos sentimos igual? ¿Cada amor se siente con la misma intensidad? ¿Qué diferencia el amor del enamoramiento? ¿Cómo sabemos que estamos enamorados? Hay tantas preguntas en mi mente, y algunas puedo contestarlas pero existen otras que solo puedo sentir e intentar describir.
¿Cómo comenzar a contar la historia que dejo huella en toda tu existencia? Quizá con la firme convicción de estar agradecido con la persona que logro dejar esa marca y sobre todo el agradecimiento, de que pudiste vivir algo tan intenso que no sabes ni como carajo llegaste a sentirte devastado de un momento a otro, pero por otro lado con el resentimiento de la marca tan profunda y dolorosa que dejo en tu ser, en la manera en la que ves la vida y de que te puso a replantearte todas y cada una de las decisiones que tomaste y tomaras.
La intensidad con la que se vive un amor no depende en lo absoluto del tiempo que llevas de conocer a esa persona, sino de la persona en sí misma, parece ridículo ¿la persona y no el tiempo? Algunas personas son tan perfectas para lo que nosotros somos y existimos que desde el segundo que tocan tu vida sabes que el cambio es inminente, que nunca haz conocido nada igual y que en realidad, jamás nadie encajo ni encajara como esa persona.
Muchos dicen que el amor pasa por muchas fases, la luna de miel donde el ser humano que tienes frente a ti es perfecto, la siguiente etapa es donde comienzas a notar los defectos y la última y determinante es donde decides si de verdad estas o no enamorado y quizá esta última es la parte más dura, ya que te das cuenta que en realidad sientes algo y que eres capaz de observar y amar a la persona que tienes frente a ti a pesar, de todo lo malo, de todo lo que los demás detestan pero que para ti, no puede ser más perfecto.
Pero, como siempre 'pero' la palabra de cuatro letras más perra de todas, la que destruye amores, ilusiones, sueños y deseos; pero... ¿Qué sucede cuando es tan intenso que se carbura y combustiona a la velocidad de la luz? O tal vez solo tal vez es que los escritores vivimos en un mundo tan cómodo en nuestras mentes que sentimos todo lo humano y tangible como algo tan poderoso y arrollador que es la intensidad en su estado más puro, llegando a ser devastador.
Hay algo más en esta ecuación tan torcida, la conexión, esa cosa mágica que todo el mundo por lo menos una vez en su existencia desea sentir y merece sentir. Es la máxima compenetración que puede existir, la cosa más inexplicable que encontrarás en la vida, el poder decir que sientes como si conocieras a esa persona de toda la vida como si fueran una sola mente con ideas tan parecidas o incluso iguales que a veces da miedo.
Y, por último, la química, la parte arrolladora del amor porque esta se encarga particularmente de hacerte saber que tan bien o mal te sientes a lado de una persona, y que junto con la conexión te obliga a pensar en todo lo que sientes muchas veces con solo saber que estas cerca de alguien, aunque estén separados, pero existan en el mismo plano.
Es la ecuación más jodida del mundo, donde no siempre hallarás lo que buscas, pero la mayor parte de las veces te cambia, te llena, te satisface y por qué no te consume y te destruye; de ahí que la perdida y el dolor sean parte de la cosa más maravillosa y peligrosa: EL AMOR.
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Quizá llegamos tarde
Teen Fiction¿Cómo llegué aquí? ¿Cómo supe que estaba enamorada de él? ¿Realmente es mi alma gemela? ¿Puedo manejar algo así de intenso? -No lo sé, simplemente llegó -Un día lo único que desee fue que me mantuviera entre sus brazos -Sí, completa y locamente sí...