Pilar de la paz ≠BNHA (Pausada)

Ep 6

"Reencuentro".

Los vientos helados recorrían su rostro con rapidez, sus cabellos color carbón bailaban al compás de él, el viento frío la tranquilizaba y la calmaba al igual que la suave risa que escuchaba con tanta emoción. La vista de la academia era sin duda encantadora y preciosa, veía a los alumnos entrar en ella para comenzar sus clases mientras bebía un té, que, por el tiempo, ya se había enfriado un poco. Recordaba con anhelo y nostalgia sus días en la academia de héroes, aquellos tiempos en que los jóvenes aspirantes a héroes gritaban con orgullo su esperado futuro, aquellos tiempos, en los que su grupo permaneció unido por la amistad y rivalidad.

Se perdió en sus pensamientos y el tiempo pasó más rápido de lo que esperaba, su corazón comenzó a latir con fuerza, el nerviosismo y la angustia se apoderaban de ella poco a poco, y el miedo se hacía presente. El suave rechinar de la puerta la despertó, se giró despacio, rezando que fuera esa persona a la que tanto necesitaba. Sus oraciones fueron escuchadas. Su rubio amigo sonreía con alivio, al igual que ella, se veía nervioso e intranquilo. El rubio se acercó despacio a ella y cuando estaba cerca extendió su mano, indicando que debía tomarla, ella la tomó de inmediato, sonriendo con nerviosismo. La hora había llegado. Les daría una pequeña, pero encantadora, sorpresa a sus amigos.

Cuanto más avanzaban, su miedo y nerviosismo aumentaban, esto fue notado por el rubio y paró su andar. De inmediato comenzaron a caer lágrimas de sus orbes color cielo, el miedo le estaba ganando y Toshinori tenía que hacer algo. De inmediato secó las lágrimas de la pelinegra con su pulgar, podía sentir el miedo que emanaba, ella lo abrazó con fuerza, escondiendo su cabeza en el cuello de este. La azabache intentaba hablar, pero su quebrada voz no le permitía hacerlo, el rubio acariciaba su cabeza con delicadeza.

–Toshinori...crees que ellos... ¿van a odiarme? ¿M-me odiaran? – su voz sonaba quebrada, el aliento le faltaba. El rubio había negado, sus amigos jamás serían capaces de odiarla, nunca lo harían.

[...]

El ruido en la habitación era notable, ambos adultos se encontraban dentro esperando desde hace bastante tiempo la llegada del rubio que los había llamado por un asunto importante. La azabache con el rubio estaban delante de la puerta, ella no quería entrar aun, quería escuchar su charla un poco más. Ambos hablaban de cosas relacionadas con sus clases y alumnos.

–Espero que esto sea realmente importante, deje a toda una clase abandonada por su culpa, al menos no los deje con las manos vacías. Tendrán que terminar sin mí, si no lo hacen, los castigaré a todos. Espero que esos dos no hagan algún alboroto...

El de gafas río– Pobres alumnos tuyos, pero Aizawa... ¡¿Realmente los castigarás a todos?! ¡Era de esperar viniendo de ti!

La risa del rubio fue la que más se escuchó en la sala, la azabache sonrió con nostalgia y alegría, nunca olvidaría aquellas voces. Dejó escapar una pequeña risa al recordar que el azabache pasaba durmiendo la mayoría de tiempo en clases.

–No creí que él quisiera ser profesor, siempre mantenía esa mirada cansada y fastidiosa, me alegra que se quedara aquí, en la academia.

–Hm, sigue siéndolo. Mic sigue siendo el mismo, al igual que Aizawa. Se las ingeniaba para conseguir los apuntes de los demás.

–Es reconfortante oír eso... –suspiro– Estoy lista. No puedo pasar aquí toda la eternidad, ellos tampoco, además, ¿No estás cansado de escuchar los gritos de esa cacatúa?

El rubio rió, tomó el pomo y abrió la puerta despacio, atrajo la mirada del rubio y el pelinegro de inmediato, aquellos antes se encontraban riendo y suspirando por la espera. Él entró primero y la dejó a ella atrás, no quería que se sintiera obligada a avanzar. La azabache dejó sus miedos e inseguridades fuera, debía entrar, quería ver a sus compañeros, a sus amigos. Entró con la cabeza en alto, enfrentándose a lo inevitable.

–Chicos... h–hola, ¿C–como han estado? –sonrió, viendo hacia adelante. Había dicho las primeras palabras que habían venido a su mente, no quería romper en llanto, pero era casi imposible.

El silencio reinó por algunos segundos, la chica intentaba no romper en llanto, no quería llorar en ese momento, no ahora. Sin decir una palabra, Aizawa se acercó rápidamente y la abrazo, no sabía cómo reaccionar, el pelinegro había sido rápido.

– ¿R–realmente...? ¿Eres tú, Natsuki...? –el azabache sollozo, un sollozo apenas audible, que solo ella pudo escuchar. Ella asintió, sus lágrimas ya caían por sus mejillas, su amigo no la odiaba, no la aborrecía. Él lloraba junto a ella, abrazados, juntos, unidos.

– Natsuki... –Mic era un mar de lágrimas, se acercó intentando secar sus lágrimas, pero estas no dejaban de salir. Se unió al abrazo, llorando como un bebe. Los tres lloraban, ¿Cómo no llorar en una situación como esta?

Toshinori miraba al trío con emoción y tristeza, todo estaba arreglado. Todo estaba bien, porque ella estaba aquí, porque estaba con vida. La única chica del grupo miró al rubio con los ojos inundados de lágrimas, extendió su mano para que él se uniera a ellos, lo hizo y lloraron juntos.

Los cuatro lloraban, de alegría, de nostalgia, y de esperanza.

Ella había vuelto a sus vidas.

Había vuelto con ellos.

Su pilar había vuelto.

Pero algo faltaba, no, alguien. Faltaba una persona para unir al grupo.

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Holaa
Espero que el capítulo les haya encantado, trate de proyectar aquellos sentimientos de la protagonista, aquellos que son la cereza del pastel.
Me costó mucho escribir este capítulo, las ideas que tenía no funcionarían y no se "proyectaban" bien en el cap, no sé cuánto tiempo he estado aquí sentada en mi cama escribiendo, creo que he pasado dos horas y media aquí sentada.

También no sé si alcanzare a escribir algún especial de navidad para esta historia, ¡Me quedan cuatro días para escribir dos especiales! Esto es muy cansaaaaadooooo
Tengo que escribir el capítulo de villain y dos especiales de esa historia y no sé si lo logreee

¡Deséenme suerte queridas! 

Editado 17-03-2024