8: Vive el momento

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Observo cómo mis amigos salen de la casa y levantándome, tiro de la mano de Santos para que venga conmigo

— ¿Dónde me llevas? – pregunta medio divertido casi gritando para hacerse escuchar por la música alta.

— Estoy secuestrándote – anuncio irónica y él ríe dejándose llevar por mí.

Llegamos con el resto. Han puesto electrónica y todo el mundo a mí alrededor baila y se mueve al ritmo de la música. Se ha formado un círculo, casi sin querer y todos entran y salen del centro bailando, yo no puedo evitar moverme al ritmo de la música y siento a Santos detrás de mí bailando igualmente contra mi espalda, hace que mi respiración se acelere y que me ponga nerviosa, pero trato en lo posible de ocultarlo para que no lo note.

La música, las personas bailando, Santos tomándome de las caderas, su aliento en mi cuello mientras bailamos y nos movemos uno contra el otro. No diré que fue mágico, ni que en ese momento parecía que estábamos sólo los 2 en una burbuja y que no existía más nadie a nuestro alrededor, porque la verdad no es así. Estaba consciente de la música retumbando en mis oídos, de las personas bailando a mí alrededor, de sus manos y su cuerpo en los sitios que tocaba y rozaba el mío, era algo excitante y alucinante, el poder estar consciente de todas estas cosas y de lo receptivos que estaban mis sentidos para notarlo todo.

Siento sus cálidos labios sobre mi frente donde deposita un pequeño y corto beso y me parece un acto muy tierno, aunque insinuante. ¿A dónde quieres llegar guapo?, pregunto en mi cabeza y sonrío, acercando mi cuerpo más al suyo y bailando más animadamente.

Calor, sudor, cuerpos en movimiento hacia todos lados, y una vejiga llena me llevan a separarme del guapo chico que me sujeta de la cintura y este me mira con el ceño fruncido.

— Debo hacer pis – Digo cerca de su oído para que me entienda y él sonríe y asiente – Ya vuelvo.

Él se queda con los chicos mientras yo entro a la casa de Mau y me dirijo rápidamente al baño. Al entrar, hago lo propio y cuando finalizo escruto mi rostro en el espejo frente al lavabo. Tengo frío, tengo calor, mis mejillas están sonrojadas y mis manos tiemblan un poco, estoy nerviosa, y mis nervios tienen nombre y una cara bonita. ¿Por qué?, buena pregunta... la verdad, es que no sé qué pueda pasar esta noche, con él, ha estado muy cerca y muy al pendiente de mí, y aunque se le nota de aquí a la china que es un mujeriego, y que obviamente de esto no saldrá nada muy serio ¿Qué puedo perder?.

Vive el momento, luego habrá tiempo para arrepentirse, si es que hay algo de lo qué arrepentirse, sólo no lo dejes pasar y aprovéchalo. Pienso mirando mi reflejo y comprobando que mi maquillaje aún esté bien, cosa que es acertada, suspiro echándome un último vistazo y salgo.

Camino por el pasillo hacia el salón y cuando paso frente a la habitación de Mau, está abierta y él está dentro, con Santos. Este último al verme sonríe y acercándose me abraza.

— ¿Qué hacen? – pregunto curiosa metiendo mi mano en el bolsillo trasero del pantalón de Santos.

— Tragos – Responde Mau rellenando unos vasos antes de cerrar la botella y ponerla sobre la cama. – vamos – dice saliendo de la habitación y Santos y yo le seguimos.

Pasamos por la sala y Mauricio entrega uno de los vasos plásticos con licor, luego se voltea y le ofrece uno a Santos, el cual lo declina, yo lo miro entre extrañada y asombrada, a lo que me mira y contesta a mi pregunta no formulada.

— Es anís, no me gusta, es asqueroso – aclara y yo encogiéndome de hombros asiento y continúo caminando, haciéndolo caminar a mi lado hasta la parte externa de la casa donde están los demás.

La música ha cambiado, ahora casi todos bailan y se mueven al ritmo del merengue latino, Santos y yo caminamos directo hacia la camioneta del papá de Mauricio que está estacionada junto a la acera y soltándome, apoya su espalda contra ella. Yo me quedo allí parada frente a él sin saber qué hacer precisamente, observo a mi alrededor y noto que Adriana está bailando con Andrew y que Mauricio ha desaparecido, y noto con cierta diversión que, de ser otro chico el que estuviese bailando con Adriana, Mauricio estaría con los celos más altos que el ego, pero es Andrew, y todo está bajo control.

La brisa fría impacta contra mi piel haciéndome estremecer y Santos lo nota, porque en seguida abre sus brazos en una clara invitación a que me acerque a él, lo hago, y sus brazos me rodean acercándome a su pecho. Ladeo mi cabeza y la apoyo sobre el mismo inhalando su aroma, huele a esencia de Sandía del Narguile, un olor dulzón que es un poco opacado por el olor a perfume masculino, delicioso. Rodeo su cintura con mis brazos y él besa mi cabeza antes de apoyar su barbilla en mi coronilla. Es un momento de calma entre el caos y el bullicio de la música y la fiesta.

De un momento a otro, comienzo a balancearme lentamente, al ritmo de la música, y él me imita. No soy buena bailando, creo que ya lo dije, pero por lo que veo él tampoco, así que sólo estamos siendo estúpidos juntos. Toma mi mano y me hace girar antes de volverme a atraer hacia él. Se acerca mientras bailamos, lo miro, me mira, apoya su frente en la mía y siento su aliento chocar contra el mío, no sé en qué momento comencé a respirar por la boca, pero lo hago igual que él. Mi pulso se acelera, Joder, ¿Va a besarme?

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OK, Luego de mil años actualizo. Porque tengo marea baja en la uni y por el momento, todo relajado :3 

Hablé de mis historias en mi proyecto de vida en la uni y ahora varios compañeros quieren leerme. AIUDA, me da miedis xD

Espero que el capítulo les guste y si es así no olviden regalarme una estrellita y sus bellas opiniones allí abajito en los comentarios, o por inbox, juro que los leo y los tomo en cuenta, me gustaría saber qué piensan de esta historia c:

El próximo capítulo estará bueno, y trataré de subirlo el Domingo

Gracias por leerme, en serio lo aprecio muchisimo 

Att: Felimar Hernández 

Hasta la Próxima/ +18 COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora