Alto a lo cursi

El demonio en persona

Desperté en mi cama, con un dolor de cabeza muy poco soportable; No recordaba nada después de que el alcohol ingresara a mi sistema.

Me levanté de la cama y me puse el horroroso uniforme escolar, salí de mi cuarto, al mismo tiempo que mi hermano menor Mateo, o como yo le digo, pequeño demonio.Le digo así porque a pesar de sus cortos 12 años, ese niño tiene una mente diabólica, que sólo planea cosas para molestarme y hacerme la vida imposible.

-Quítate pequeño demonio- le dije ya que estaba estorbando el camino entre mi desayuno y yo.

-¿No te preguntas como llegaste a casa?- pregunto alzando su ceja. ESO NO ES BUENO.

-Dime la historia y la cuenta- sólo quería desayunar.

-Una camioneta muy ruidosa me levanto en la madrugada, me levanté para ver quien causaba tal ruido, e iba un chico contigo en brazos, así que silenciosamente le abrí la puerta y le señalé donde dejarte- estiro su mano- Son 50- finalizo.

-Cada vez subes más la cuota- dije pagándole.

-Tus estupideces son cada vez más grandes- Antes de que le diera un sape en su cabezota, sonó el timbre.

-Te salvó la campana- Camine hacia la puerta y al abrirla la sorpresa no fue nada grata.

-Hola- saludo Cris.

-¿Qué haces aquí?- dije ignorando su saludo.

-Pensé en pasar y llevarte a la escuela- Abrí la boca para responderle, pero Mateo se adelantó.

-Hola! ¿Tu eres el que la trajo ayer no? Con tus prisas no me presente- estiro su mano- Mateo pero todos me dicen Mat-.

-Si perdón, esque tenía que regresar a casa temprano- se disculpó- Me llamo Cristopher pero los amigos me dicen Cris-

-Bueno, que linda amistad se formó aquí, pero me tengo que ir- finalice.

-Ay hermana no seas grosera, vino hasta acá para llevarte a la escuela- dijo Mateo negando con la cabeza- acepta, aparte no le has dado las gracias por traerte toda borracha a la casa- me lanzo una sonrisa malévola.

-Bueno vámonos- agarre mi bolso y salí por la puerta.

-Adiós Cris- se despidió mi hermano.

-Adiós Mat- le regreso Cris.

Me subí a su camioneta, me abroché el cinturón y espere a que se subiera a su vehículo

-Con que tienes un hermano eh- me dijo con una sonrisa burlona.

-Cállate y conduce- el solo río y empezó a manejar directo a la escuela.