Siempre se mantenía en la orilla del mar sentada en la tostada arena aunque no esperará a nadie, ella jamas faltaba a ese lugar. Era su lugar favorito en todo el mundo, la hacia sentir fuerte, la reconfortaba y la hacia un poco feliz aunque estuviera sola, por esa razón ella sonreía.
Le regalaba sus sonrisas al mar esa hermosa y única posesión que ella sostenía. Siempre se encontraba sola pero muy enamorada del mar de esa inmensidad incomparable.
Un joven que trabajaba como rescatista ya la había visto desde hace tiempo llegar ahi y estar por horaa sentada sonriendo y lo mas raro era que lo hacia sola y eso era lo que lo había cautivado de ella su auténtica y sin igual sonrisa el se propuso conquistarla por que aunque su sonrisa la hacia ver tan perfecta ella lloraba todos los días todo el tiempo y eso llenaba de impotencia a el chico que sin darse cuenta ya se había enamorado de ella.
Empezó a dejarle hermosos tulipanes rojos en la orilla del mar donde ella se llegaba a sentar al principió ella se sorprendio y creyó que era algún tipo de broma por eso votaba los tulipanes ella no se creía ser merecedora de esos detalles así solo fuesen de broma, pero su fiel y tierno admirador le seguía insistiendo día tras día ella empezó a notar que no era un juego que alguien en realidad si estaba mal de la cabeza fijándose en ella pues ella se creía el peor error del mundo una basura alguien sin importancia.
Así fue transcurriendo el tiempo tulipán tras tulipan y esta vez ya no los votaba pues ella empezaba a darse cuenta que ya no llegaba sólo por el mar y su tranquilidad si no mas bien llegaba por aquel chico que sin darse cuenta era el nuevo motivo de sus sonrisas.
Un día después de tener un día de miarda con la poca fuerza que le quedaba se preparó con un arsenal de pastillas para dormir y una botella de votka con todo listo emprendió camino a su lugar favorito a regalarle su última sonrisa al mar o al chico o a quien quisiera ver a ese error por ultima vez.
Ese mismo día aquel joven se preparo igual aunque este para darle su verdadera identidad a la que era el amor de su vida con un hermoso ramo de tulipanes rojos y justo antes de que ella se tomara la primera pastilla con la más hermosa sonrisa que alguna vez haya tenido y sus ojitos y nariz hinchados y rojos de tanto llorar despidiéndose de la vida llego su rescatista y no solo porque trabajara en eso si no porque en realidad lo era le tocó el hombro y ella al girarse lo vio con su hermoso regalo y dejo caer las cosas a la arena y lo abrazo tan fuerte como si su vida dependiera de ello y es que era así como lo veía ella el enseguida le respondió y de hay en más las sonrisas de aquella chica ya no eran al mar
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Media docena de historias Tristes
Truyện NgắnEs una serie de historias o relatos cortos que te dejaran pensando enserio puede pasar todo eso en su cabeza o por lo contrario te hará pensar que solo es una "única y diferente del montón" algunas son totalmente reales y otras solo producto de una...