•TodoDeku World•

VI

Un pequeño Izuku, entre gemidos y lágrimas disfruta lo que su amor le hace.

—T-te amo, T-todoroki-kun— dice el menor en medio de gemidos.

El mayor tiene la iniciativa de llevar a Izuku hacia su cama en el segundo piso, por lo que lo carga como una princesa y se lo lleva como si fuera suyo y de nadie más.

Con todas las ganas del mundo el mayor lo deja delicadamente en la cama y empieza a acariciarle desde su cara pecosa hasta su miembro.

Todoroki observando la habitación ve en su mesa de noche, una botella de vino casi llena, con rareza la lleva a la cama y le pregunta.

—Midoriya, ¿desde cuando tomas?— pregunta extrañado el mayor.

—Hace poco, pues desde que terminé con Uraraka, lo hago para calmarme y olvidar todo— dice el peliverde.

El bicolor se puso a pensar, más abajo de la mesa hay una caja llena de vino, podrían tomar uno de esos y disfrutar la noche, y luego tomar otro para que el menor olvide lo sucedido.

—Todoroki-kun, ¿qué haces?— pregunta el menor.

—Ven aquí, mi peliverde— va y le da una copa de vino para tomarla juntos.

Toman juntos unas cuantas copas de vino, y se empiezan a descontrolar, causando más deseo en el mayor para atacar al pequeño. Ya casi borrachos...

—Todoroki-kun hip, soy tuyo hip, disfrutame hip— dice el pequeño Izuku.

El mayor solo buscaba el miembro del menor para llevarlo a su boca y disfrutar a su propiedad. Por otro lado, el menor disfrutaba como su amo, lo tocaba, jugaba con él, empezaron a destaparse y ...

—N-ngh, más Todoroki, más— dice el menor.

Todoroki al ver a su menor disfrutandolo, solo sigue pero ahora empezando por su parte trasera, le muestra sus dedos de la mano derecha y le dice que lo saboree, más tarde este empieza a meter sus dedos en su entrada.

—H-hmg... Todoroki-kun duele— dice gimiendo el peliverde.

—Amor, tranquilo, no pasa nada, estoy para ti— responde el mayor.

Después de estar dilatando la entrada donde el miembro del mayor entraría, este empezó con la verdadera acción.

Un pequeño Izuku, empezaba a llorar debido al dolor en su zona, pero lloraba de placer y amor, por otro lado el mayor disfrutaba las embestidas que le daba al menor, también lo masturbaba, acompañando eso con besos en las mejillas y en los labios.

—M-midoriya, m-me vengo— dice el mayor tan excitado.

—N-ngh, yo también— responde el menor.

Ambos chicos caen dormidos y se abrazan uno al otro, rendidos a la gran noche que tuvieron.