O3 * Amores platónicos y pequeños Rov's Miller.

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Viernes, uno de los mejores días de la semana.

Después de unos cuantos gritos de Lauren diciendo que moviera mi pequeño culo de la cama y que llegaríamos tarde, me levanté y comencé la rutina: me maquille un poco, me peiné dejando mi cabello rebelde suelto, y me vestí con un crop top blanco y algo suelto y unos shorts de tallo alto y con estampado floreado. 

En fin.

Luego agarré una tostada con mermelada y bajé a esperar a Lauren, que como de costumbre tardó más que yo. Luego fuimos hacia nuestra hermosa chatarrita y Lau condució hacia el manicomio/infierno/instituto.

- Hoy por la tarde, vamos de compras. -dijo Lauren sin apartar la mirada de la carretera.

- Okay.

- Okay. -dijo ella con una sonrisa.

- Okay. -repetí.

- Okay. -y comenzamos a reirnos como locas.

Aysh, mi Agustus, cuando yo muera, estaré en el cielo con el. Y el me amará.

Igual que Michael Jackson.

¡Por que ninguno de mis amores platónicos está vivo! ¡¿Por que?!

Shoro.

Hablamos de otras cosas sin importancia -de las palomitas, por ejemplo, ejem- y llegamos al instituto. Aparcó a mi chatarriya y salimos de ella. Habíamos llegado diez minutos antes, habría tiempo de ir a la cafetería por un café.

- ¿Quieres café? -le pregunté a Lauren de mientras caminavamos hacia la entrada.

- No, yo ya me voy para clase. -dijo y se fue corriendo hacia su próxima clase.

Está rara...

Fruncí mi ceño, ¿Tendrá a Katy Perri secuestrada y no me quiso decir? Mala amiga...

Caminé hacia la cafetería, aún la gente me miraba y murmuraba.

Agh.

- Gloria, un café, por favor. -le sonreí a mi gran amiga y cordial cocinera.

- ¡Marchando!

Sonreí y esperé mi café.

Seguro que Gloria se pasa todos los pedidos y atiende primero el mío...

Poco después ya tenía mi café, le pague a Gloria y luego caminé hacia alguna mesa vacía. Había algunas personas desayunando.

Mire mi reloj: faltaban siete minutos.

Escuché como la silla de al lado mía se movía. Pensé que sería Lauren que había cambiado de idea y decidió contarme sobre su secuestro hacia Katy...

Pero era una voz totalmente diferente a la de Lau.

- Hola, muñeca.

¡NO! ¿Por que a mi?

Levanté mi vista y, obvio, allí estaba Rov , el que últimamente había estado siendo uno de los más pesados junto a Michael Jefferson, que cuando nos cruzavamos, siempre se paraba a hablarme.

- ¿Que haces aquí? Pensé que ayer te quedaron claros mis pensamientos poco agradables hacia ti. -lo fulminé con la mirada mientras me ponía azúcar en el café.

- Ya, me quedaron claros, pero no los acepto. -sonrió orgulloso de sus palabras-. No me conoces, y me vas a conocer.

Bufé.

- No te conozco, ni me apetece. -lo fulminé con la mirada y el rió.

- Pues vas a tener que hacerlo. Por lo visto, vas a ser la niñera de mis hermanos.

Cazando al Idiota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora