Capítulo 13: Miss TaeHyung.

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19 de noviembre del año 1713.

El suave ruido burbujeante que emite el líquido al rellenar la taza de café le provoca a Hoseok una sensación relajante, sin poder evitarlo una sonrisa surge de sus labios cuando el pequeño trozo de porcelana y barniz de colores llamativos se posa frente a él en la mesa puesto encima de un diminuto plato decorativo que se acomoda encima de la tabla hecha de caoba por cortesía de los dedos refinados de TaeHyung que le ofrece su tibia bebida matutina en un silencio suave y agradable. Levanta la mirada, cuando se encuentra con sus ojos oscuros y aprecia sobre las mejillas ese tenue rubor apoderándose de su piel tostada aparta la carta que lee siendo que por fin tiene tiempo para ella y levanta el mentón para juntar sus labios con los del joven moreno que hace un par de minutos le ha dado los buenos días con la voz ronca y adormilada.

Son cerca de las nueve de la mañana para aquel punto del día, la luz del sol es cálida pero no demasiado fuerte, y al meterse por los cristales cuadrados de las múltiples ventanas de la sala no es necesario que el candelabro esté encendido para tener luz. El más joven de ambos sonríe en silencio y con un encantador nerviosismo de tener la fuerte mirada de Hoseok sobre su ente desliza la mano por sobre la tela del mantel floreado queriendo distraerse de la sensación; su mano termina puesta sobre la zurda del joven pálido, quien gira el dorso de la mano para juntar sus palmas y termina entrelazando sus dedos.

Aunque no es precisamente temprano para lo que acostumbran, TaeHyung tiene poco tiempo de haberse despertado y todavía lleva puesto el pijama, un pantalón de algodón blanco muy ancho que le llega por debajo de los tobillos y se le arrastra casi hasta la suela de los zapatos acolchados y medianamente peludos que usa para estar en casa, como acompañamiento una camisa que está completamente seguro que no le pertenece pero que tiene una apariencia de ser de lana gruesa y se le encima hasta los nudillos, descubriendo sus clavículas en un escote que es provocado por la diferencia de tallas más que por otra cosa. Todo el cabello lo trae desordenado, un peinado hecho por la almohada, medio amarrado en una coleta graciosa que sin exceder los nueve centímetros de largo de cabello se le abre en pistilos de hebras azabaches.

Desde el transcurso de los últimos meses había sido normal que TaeHyung decidiera cortarse el cabello de manera mensual, igualando sus puntas alrededor del nivel de las cejas y manteniendo el corte que había adquirido la primera vez, sin embargo habían pasado cerca de cuatro meses o tal vez más en los que él se había negado a tocar su cabello con una tijera, y aunque no estaba llevando el cabello hasta la cadera como lo hizo los últimos dieciséis años de su vida, había vuelto a usarlo largo en comparación a lo que se consideraba común en un hombre. Era aquello un aspecto más que le encantaba a Hoseok, no solo tenía un amante que destacaba entre los demás, sino que esa apariencia delicada y tan abrasiva al mismo tiempo le estremecía hasta erizarle los vellos.

Pensar en eso le provoca una sonrisa, por lo que mientras aprecia la dulce vista de su pequeño moño deshaciéndose con la inclinación de su cabeza gracias a lo liso de sus hebras y la falta de elástico de su coleta, Hoseok se atreve a enredar los dedos dentro de sus mechones y estirando los dedos le da una caricia breve sobre la mejilla que desaparece justo cuando él se levanta y TaeHyung se acurruca contra su cuerpo en un abrazo somnoliento que con un barullo de palabras le pide disculpas por no levantarse temprano a hacer el desayuno. Y la verdad es que a él no le importa, la noche previa había sido lo suficientemente agradable como para llegar a molestarse por no recibir la comida de su pareja a la mañana siguiente. No obstante, él también tenía un buen par de manos y disfrutaba del tiempo en la cocina, no era lo justo que fuese el moreno quien siempre estuviese a cargo de aquello.

Aunque no se lo expresan el uno al otro, ambos piensan simultáneamente que aquel tema no es motivo alguno de discusión siendo que sería una tontería, aquella disculpa está allí casi por cortesía y nada más. La noche anterior ellos dos habían tenido una romántica cena en la que habían estado muy a gusto de compartir el tiempo juntos, habían dormido tarde jugando a golpearse con almohadas, e incluso se habían tenido que tomar un tiempo para ponerse a recoger el desastre de plumas que habían dejado sobre el suelo y la cama. Habiendo compartido un rato tan agradable, consideraban estúpido despertar la mañana siguiente reprendiéndose por no haber cumplido con deberes que nunca se habían delegado directamente.

Miss TaeHyung ❞. ₊ [ HopeV ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora