Capitulo 3 ¡¿Es él?!

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-Pues lo conocí en un bello jardín de rosas, él estaba algo decaído y pues me acerqué a él, fue algo casual, platicamos un poco, y pues no sé, me gustó…

 -ok… y ¿cómo es?

 -Pues es alto, su cabello es lacio y rubio, tiene ojos azules y amm su piel es blanca…

 -aja, ¿qué más?

 -Pues nada más

 -¿que, eso es todo?

 -Si…

 -¡¿Qué?! ¿Sólo por eso te gustó?

 -Pues creo que si…

 -¡Entonces no lo amas!

 -Yo nunca dije que lo amaba, me preguntaste que si me gustaba alguien, no que si había alguien a quien amara…

 -Mmm bueno, error mío, y entonces… ¿lo conociste en un jardín de rosas?

 -Aja, fue muy casual y muy lindo, me regaló una rosa y es raro…

 -¿Por qué lo dices?

 -Porque la rosa sigue viva y ya tiene mucho que la recibí, además no la puse en tierra, sólo está en un vaso con agua

 -¿a si? ¿Cuánto tiempo tiene que te la dieron?

 -Ammm… Un año…

 -¿¡Un año?! ¿y sigue viva sólo en agua?

 -Sí

 -¿De dónde la sacó? ¿De un jardín mágico o algo así?

 -jajajajajaja Lo dudo, aunque el jardín si parecía mágico, pensé que en cualquier momento saldrían hadas a bailar alrededor de nosotros, fue hermoso

 Después de eso Sara se perdió en sus pensamientos, recordando aquel bello momento y decidió contarle también a Sebastian sobre aquél chico tan misterioso, mientras le contaba ella le intentaba transmitir toda la emoción que sentía al hablar de él, pero a Sebastian parecía no gustarle mucho, cada vez se ponía más triste, Sara se percató de ello y prefirió no volver a hablar del tema.

 Los tres se hicieron buenos amigos desde ese día, siempre estaban juntos, Natasha y sus amigas siempre molestaban a Sara, a ella realmente no le importaba, pero Sebastian y Tiffany siempre se molestaban con ellas y les “regresaban” la jugada, los seis siempre se metían en problemas, siempre estaban discutiendo y peleando por todo, en especial Natasha, no toleraba a Sara.

 Sebastian ya sentía algo por Sara, pero como todo el tiempo estaban juntos, este sentimiento incrementó, él siempre pensaba en ella y la ayudaba en todo lo que podía, incluso le llegó a ayudar a estudiar, pero él no sabía que Sara también tenía a alguien en su cabeza, ella no lograba olvidar al chico que conoció en la fiesta, y que le gustaría mucho volver a ver, ella sabía que era imposible, era muy poco probable que volvieran a encontrarse, lo tenía bien en cuenta, pero aún así ella no perdía la esperanza.

 Un día Sara le preguntó a Sebastan muchas cosas, realmente lo bombardeo de preguntas, un poco difíciles de contestar

 -Sebastian, ¿cuántos hermanos tienes?

 -Sólo uno

 -¿Cómo se llama?

 -¿Para qué quieres saber?

 -Sólo es curiosidad, la vez pasada me percate de algo sumamente importante, casi no sé nada de ti, en cambio tu si sabes todo de mi, sabes cuál es mi color favorito, que es lo que más me gusta de comer, cuales son mis hobbies, TODO y yo no sé nada, no quiero que sea así de injusto

Yo soy SaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora