Capitulo 4. Un día realmente malo

100 2 0
                                    

Seguido de eso Tiffany se levanto y tropezó, justo en ese momento iba pasando Brayan y ella lo empujó, él molesto volteo y le dijo 

-¿qué te pasa? ¿Podrías fijarte por dónde vas?

 -Lo siento, me tropecé, perdón

 -Jajajajaja Crees que sólo con disculparte te perdonaré, arrugaste mi saco con tus sucias manos

 -Perdóname, sólo me estaba levantando y me tropecé

 -No dejaré pasar esto nada más así

 Brayan tomó a Tiffany de la muñeca y la acercó hacia él, con la otra mano en su cintura la acercó más a su cuerpo y le dijo 

-Mira, podemos llegar a un acuerdo, si pasas hoy la noche conmigo pensaré muy seriamente en perdonarte.

 Sebastian nada más tenía la cabeza agachada, no decía nada, sólo miraba al piso, Sara lo volteó a ver y se decepcionó un poco, después de todo él siempre la había salvado a ella, 

¿Por qué no hacía lo mismo con Tiffany? Se supone que era su amiga, muy enojada se levantó, tomó a Tiffany del brazo y la jalo hacía atrás de ella.

 -Oye, calmate, sólo se tropezó y ya se disculpo, confórmate

 -¿Disculpa? ¿Quién eres?

 Sara se sorprendió muchísimo, ella se acordaba perfectamente, pero él no la reconoció, tal vez para ella aquella noche había significado mucho, pero para él no había sido nada.

-Sabes que, no me importa quién seas, pero no te metas en asuntos donde puedas salir lastimada… Jajajajaja Realmente siento que te conozco…

Sara volvió a reaccionar, ¿él realmente se acordaba de ella?

-¡Ah sí! ¡Ahora lo recuerdo! Te pareces a mi Petra, una cerdita que tenía cuando era pequeño

Sara se ofendió mucho

-¿Qué? ¿Qué no es mi asunto? Claro que es mi asunto, es mi amiga, tal vez ustedes no sepan que es eso, después de todo todas sus relaciones son a conveniencia, son por dinero, se supone que su educación debe ser mayor, pero ahora veo que sólo son mediocres, ¿cómo puedes tratar a una mujer así? No todas somos igual de fáciles como con las que siempre tratas, ¡imbécil!

Todos se sorprendieron nadie le había hablado así, sus amigos comenzaron a soltar carcajadas y burlas, mientras que Tiffany cada vez se hacía más para atrás, hasta que chocó con Sebastian, ella volteó a verlo, él ya no estaba sentado, se encontraba de pie contemplando la escena que se presentaba ante sus ojos, no se movía, pero cerraba los puños con mucha fuerza y apretaba los dientes, él realmente estaba enojado. Se veía como si por dentro se muriese por tomar a Sara y escapar de ahí. Brayan también se sorprendió y para que no notaran que lo había dejado sin habla, sólo sonrio.

 -Ja ok, haz ganado completamente mi atención, eres una chica “diferente”, hagamos algo, muéstrame un poco de la amistad que tanto presumes.

 Tomó a Sara de un brazo y repitió lo mismo que hizo con Tifanny, pero esta vez acercándola más a él y le dijo al oído

 -Si tú pasas la noche conmigo, olvidaré todo lo ocurrido, es más, incluso te daré dinero, una muy generosa cantidad.

 En ese momento Brayan mordió la oreja de Sara y comenzó a besarle el cuello, Sara estaba muy indignada, no podía creer como su “príncipe” era él, aquel chico descarado, grosero, pedante y machista.

 Sebastian no pudo más, tomó a Sara y la llevó hacia él

 -A ella no la toques, ella no está a tu alcance

Yo soy SaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora