Nos encontramos de nuevo

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Hey!!! Les traigo una breve historia, bueno en realidad no sé aún si será breve o tendrá más capítulos, de esta pareja tan linda: NewTina.

Como se acerca la parte dos de esta maravillosa historia decidí buscar historias de Newt y Tina, pero no encontré muchas, aunque las que hay son preciosas como las historias de CerezaQueenie, así que pensé en echar a volar mi imaginación y escribir algo.

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Eran alrededor de las tres de la tarde, con un clima soleado en Nueva York, un día perfecto para desembarcar en "La Gran Manzana" y un hombre de cabellos castaños se encontraba ansioso de volver a pisar tierra firme después de días de viaje.

Alto, de cabello alborotado, una postura que mostraba cansancio y unas marcadas ojeras bajo esos profundos ojos azules, Newton Scamander, se encontraba en la borda recargado en el barandal de un barco mirando el mar.

El aire jugaba con sus cabellos, revolviéndolos, el hombre dio un gran suspiro y el aire marino envolvió sus fosas nasales, alzó la mirada y observó el cielo despejado de Nueva York para después sonreír. Miró su reloj de bolsillo y después dirigió su mirada al horizonte, llegaría a puerto en no más de veinte minutos, así que tomó su maleta y regresó al camarote para recoger sus demás pertenencias.

Tras pasar por aduana y varios trámites, Newt se internó en las calles de la gran ciudad, se escondió en un callejón poco transitado y se transportó al hotel donde se quedaría en su estancia en aquel lugar.

Al entrar a la habitación, dejó su maleta a un costado de la cama y se recostó, ahora su valija contenía un nuevo hechizo de protección para cuidar que nada saliera de ella. Al sentir el colchón bajo su columna está tronó un poco, pues la cama que había tenido en el camarote del barco no había sido muy cómoda, el hombre resopló y colocó uno de sus antebrazos sobre sus ojos e intentó dormir un poco. Pero conforme iban pasando los minutos su mente cansada fue despertando poco a poco y asimilando la situación.



Newt se encontraba en Nueva York después de casi dos años. Aún recordaba el día que llegó a Londres después de su gran aventura en Estados Unidos, la sensación que lo embargaba fue extraña, era una mezcla entre soledad y ansiedad, la cual logró dejar de lado centrándose en su libro sin descanso.

Y fue así como después de tres meses por fin pudo concluir su obra maestra: Animales fantásticos y donde encontrarlos, en cuanto lo concluyó lo llevó a la editorial y un mes después se encontraba en escaparates de un par de librerías de Londres.

El joven magizóologo se encontraba emocionado por su logro y un par de días después de la publicación se dirigió a puerto para comprar un boleto para viajar a Nueva York, llevaba cuatro meses lejos de la ciudad norteamericana y estaba ansioso por regresar y cumplir su promesa con cierta joven bruja de llevarle personalmente una copia de su libro, una sonrisa se dibujo en la boca del castaño cuando recordó el cabello oscuro, los ojos cafés y la sonrisa tímida de Porpentina Goldstein.

Newt se encontraba contando los días para su regreso a Nueva York cuando recibió una lechuza, era de su editor que lo requería en su oficina, con nervios él se dirigió al lugar, incluso fue caminando pues se imaginaba los peores escenarios, donde su libro no fue lo suficientemente bueno y debía salir de circulación... o situaciones parecidas.

AL llegar al edificio de la editorial se dirigió a la oficina de Daniel Meyer, su editor, el cual estaba sentando tras un escritorio con decenas de cartas en su escritorio.

- Buenas tardes, señor Meyer.

- Señor Scamander- dijo el aludido levantando la mirada- Tome asiento.

De vuelta a Nueva YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora