Capítulo 07

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Estábamos en mi habitación. Ben me había dicho que su abuela estaba muchísimo mejor, ya le habían dado el alta y estaba intentando hacer las cosas con cuidado para no cansarse mucho. Me alegraba muchísimo de eso, pero no dejaba de darle vueltas a mi corazón, y me refiero literalmente al órgano, estaba acelerado, palpitaba como si estuviera en clase de gimnasia y el profesor me hubiera hecho correr los tres kilómetros lisos. Sí, tres kilómetros, porque el número de pulsaciones no era normal.

–¿Sabes qué? He empezado a leer el libro que me recomendaste.

–¿Ah sí? Pero... ¿cuál de los 16 que te envié?

–El 6 –dije con ironía. La verdad es que ni me acordaba de en qué puesto estaba el libro.

–Me parece que tienes que ser un poco más específica, Dolly –respondió con algo de retintín.

Hush Hush.

Ben sonrió de oreja a oreja y me miró con aprobación.

–Sabía que ese iba a ser el primero que te leyeras. Te pega un montón leer sobre ángeles. Pero por favor, no te enamores de Patch, está cogido.

–Eso ha sonado tan gay que me acabo de imaginar algo muy extraño. Sí, mejor empiezo a estudiar historia...

Ben no pudo aguantar la risa. Mi cara lo decía todo y parecía que ya me había calmado un poco.

–Bueno, ya es hora de que me vaya, tienes mucho que hacer y puestos que has decidido por ti misma comenzar a leer ese libro no quiero estropearlo.

–Pero ¿no te quedas a cenar? –pregunté, más como súplica que de una forma normal.

Ben acarició mi mejilla de manera gentil, con ternura, fue en ese momento en el que pensé que me veía como una niña. Me explicó que no quería dejar a su abuela sola, cosa que entendí perfectamente y se marchó.

Durante la noche no pude dormir bien, me encontraba algo extraña, y vi por el rabillo del ojo que un papel sobre salía del libro que Dave había traído. Lo miré con curiosidad, normalmente no suelo ser cotilla, pero ¿qué daño iba a hacer? Supuse que sería del tal Henry Woods, pero no. Era una nota de Dave.

"Llámame 😉

XX XXX XX XX

Dave".

Hice el papel una bola y lo lancé a la papelera.

***

Antes de entrar a cualquier clase me vi obligada a devolver primero el libro. No quería ser la responsable de que ese chico sacara malas notas por mi culpa. Patty me dijo que me ayudaría porque ese coincide con ese chico en una clase, así que fui con ella hasta su aula y me hice responsable de que el libro le llegase sano y salvo.

Yo pensaba encontrarme con el típico macarra, pero en cambio era un chico bajito y con gafas que le resultaba difícil hasta respirar, porque no paraba de sonarse los mocos de la nariz. Me dio algo de pena, y justo cuando me marchaba le escuché darme las gracias con aquella voz torpe que no podía quedarle mejor con su apariencia.

Aquella primera hora del miércoles tocaba Bilogía. Mi compañero de asiento era Oliver, y a él se le notaba más cansado de lo normal. No quise darle mucha conversación porque acababa de empezar la clase, así que con un gesto le pregunté, y con otro me dio a entender que no me preocupara, ya me lo contaría más tarde.

No volvimos a coincidir hasta la hora de la comida, donde nos sentamos en el frío césped con Patty.

–Joder, qué pesado está Dave –comenzó, y tras ello dejó escapar un largo suspiro.

Enséñame a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora