Esto no podía estar pasando.
–Venga, Dot, que no es para tanto... Llevas aquí más de una hora.
Patty me hablaba a través del cubículo del wáter. Mientras, tenía a Oliver escribiéndome por Whatsapp desde el pasillo, no le gustaba entrar al baño de las chicas. Lo de las fotos me había trastocado las neuronas y mi único pensamiento fue huir hacia el aseo. Patético.
–Sí, sí es para tanto.
La cabeza me estaba dando vueltas, no dejaba de pensar en todo y a la vez no sabía qué hacer.
–¿Qué tiene de malo? Son solo fotos en las que apareces hablando con chicos diferentes, no significa que te los hayas tirado...
Lo dijo con tanta naturalidad que el color rojo se quedaba corto para describir el color que tenía mi cara, y el calor que desprendía.
–¡P-Pero qué dices! –tartamudeé.
–Eso te pasa por ser tan inocente... Si te hubieras interesado en estos temas mucho antes no estarías así. Lo que a mí me preocupa es quién ha podido hacer esto... Dios, qué ganas tengo de pegarle una paliza al imbécil que ha hecho esto.
Me sorprendí al ver a Patty hablando así, normalmente ella era la mediadora cuando me tocaba enfrentarme a alguien (no de forma violenta, sino más bien cuando las discusiones llegaban a su punto máximo).
Las lágrimas rodaban por toda mi cara, ya no sólo las fotos, había faltado a clase por primera vez en mi vida, y estoy segura de que aquello tendría consecuencias en mis notas. Me sentí mal por todo. Mierda.
–No me obligues a hacerlo, Dot... Sabes que puedo.
–¿Qué...?
–Voy a llamar a Jackson.
–¡No! –salí a toda prisa del cubículo cuando escuché como sonaba el desbloqueo de su iPhone–. No se lo digas a Chan...
Patty sonrió satisfecha, y en esa sonrisa supe que nunca tuvo intención de llamarlo. Maldije para mis adentros. No quería que mi hermano se enterase de esto, que he faltado a clases por no ser fuerte mentalmente hablando como para dejar que esto no me afecte... Pero es que me parece una absoluta locura...
Por Whatsapp, Oliver le daba la razón a Patty sobre mi comportamiento, diciéndome que no estaba sola. Ella aprovechó para limpiarme las lágrimas y darme un fuerte abrazo.
–Eres mi mejor amiga, y ten por seguro que nadie te va a tocar ni un pelo.
Yo sorbí mi nariz asimilando aquellas palabras, el nudo en mi garganta se había hecho un poco más pequeño. Salimos de allí y Oliver también me abrazó de forma cariñosa. Pr encima de su hombro pude ver a lo lejos del pasillo del instituto a Dave arrancando las fotos de las paredes.
Cuando Oliver me soltó me quedé mirando a Dave extrañada, entonces mi mejor amigo se fijó en lo que yo estaba haciendo y aprovechó para hablar.
–Lleva así desde que te encerraste en el baño. Se ha propuesto ayudar quitando los carteles del instituto. No parece tan mal tío después de todo.
Oliver me dedicó una sonrisa con cierta detonación cansada. Me pasé las mangas por las mejillas para terminar de eliminar cualquier resto de llanto, pero estaba segura de que mis ojos seguían algo rojos y de que se hincharían a lo largo del día.
Me acerqué hasta Dave, que había quitado el último papel de toda la pared, cosa que agradecía interior y enormemente porque no quería encontrarme con ninguna foto de esas en mi vida.
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Enséñame a amar
Teen FictionDorothy Brandsom tiene una vida llena de personas diversas: padres separados, un hermano idiota pero al que quiere con locura, dos amigos sin los que no sabría como sobrevivir... Para ella su único obstáculo es Literatura, esa odiosa asignatura que...