Comprendiendo La Situació

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Habían pasado un par de horas desde que ambas chicas se pusieron a jugar baseball, sin embargo la inexperiencia de Linka se les hacía imposible una competencia justa así que las chicas simplemente se empezaron a dar pases y entremedio Lynn contaba como arrasaba en todos los juegos en que ella participaba, en un principio a Linka se le hacía algo raro ver que alguien tuviera tantas actividades al igual que logros, pero recordó haber visto más de una vez un aparador gigante dividido en varias secciones y casi todas de ellas con trofeos, quizás si ella hubiera vivido con ellos apenas tuviera una medalla al esfuerzo para guardar en ese aparador.

"¿Que podría poner ahí…"

Los pensamientos de Linka se detuvieron en seco cuando la bola la golpeó en la nariz.

—¡Lo siento! ¡Lo siento! Fue mi culpa—. Gritaba Lynn mientras se acercaba a Linka.

—Tranquila, estaba distraída mientras hablabas—. Dijo Linka mientras se sujetaba la nariz.

—Mejor sentémonos por allá para que descanses—. Decía Lynn mientras guiaba a Linka a las bancas más cercanas.

—No sé porqué te preocupas, antes me habías golpeado más duro—. Bromeo la peliblanca, pero la gracia no la tomo muy bien Lynn quien todavia seguia digiriendo su arrepentimiento.

Una vez sentadas ambas chicas Lynn todavía seguía algo incómoda por la situación y necesitaba algo para distraerse.

—Te traeré algo de agua—. Dijo Lynn mientras se levantaba.

—De acuerdo—. Afirmó la peliblanca, pero la deportista ya iba varios metros por delante.

Antes de que Linka pudiera saborear un momento de tranquilidad pudo escuchar su nombre a lo lejos.

La chica de cabello blanco se sorprendió al escuchar su nombre, dirigió su vista donde provenía el grito y de la nada apareció Lincoln abrazándola.

—Fui un idiota, perdóname—. Dijo el chico preocupado.

Linka desconcertada apartó casi por inercia a su hermano.

—Yo no te entiendo, te golpeo, te insulto y aun asi lo primero que dijiste fue que te perdonara—. Dijo la peliblanca extrañada —Yo fui la idiota, no tu.

El chico esperó unos segundos para recuperar el aliento antes de hablar.

—Esas cosas no importan somos familia, siempre habrá una que otra pelea, lo importante es que estas bien— Soltó Lincoln aliviado

—¿A qué te refieres con eso?

La sonrisa de Lincoln desapareció en ese instante y se transformó en una de preocupación

—Es que la última vez que saliste corriendo asi estabas en el puente y tu pensaste en…— A Lincoln se le humedecieron los ojos —No quería dañarte, es que nece...

—¡Ey! cálmate no necesitas explicar nada, como te dije yo soy la idiota—. Dijo la peliblanca Interrumpiendo a Lincoln a la vez que lo miraba a los ojos.

Linka al ver a su hermano al borde de las lágrimas sentía como si su corazón se le estrujaba, era casi el mismo sentimiento que cuando vio a Luna llorar.

—Lynn me ayudó a entender que tuviste la razón, igual que siempre, fue una estupidez lo que te pedi y me altere demasiado al escuchar la respuesta mas logica, fui una estupida—. Explicó Linka tristemente

—¿Hablaste con Lynn?—. Pregunto sorprendido Lincoln.

—Si, me di cuenta al final que teníamos algo en común—. Dijo sin importancia Linka.

Una integrante desconocida [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora