# ERROR ; lukun

02.

-Papi, ¿por qué ayer Kun te corrió -pregunta Renjun, colgándose del cuello de su padre.

-Tenemos problemas cariño. No te preocupes ¿sí? -el menor se acurrucó a su lado.

-No quiero que me dejes solo. Chenle es malo -hace un puchero.

-Lele no es malo. Los he visto a ambos jugando y peleando. Tú también eres malo Ren -el menor negó con la cabeza, molesto-. ¿Ya te vas?

-Mi papi no me quiere, ¡ya me voy! -y se va, cerrando la puerta de golpe.

Uy, los niños de ahora son tan sensibles, carajo.

Abajo en la cocina se encontraba Chenle y Kun, desayunando o comiendo... O bueno, eso intentaba hacer Chenle. El menor tenía toda la boca llena de chocolate, virutas de galletas y cereal. Sí, se veía que tenía ocho años.

-Come bien Chenle, por dios -le regaña Kun -. Mírate la cara, la tienes sucia.

-Ñiñiñi -Kun respira y toma un trapo -. ¡No~!

-Soy tu padre enano, ven para acá.

-¡Atrápame Kun!

Bueno, Kun no tenía una relación amorosa y amistosa con su hijo. Tal vez se llevaban mal pero era porque Kun no tenía la paciencia de Lucas, y eso admiraba del más alto.

Al final alcanzó a Chenle y limpió su boca, incluso le metió varios golpecitos por responderle de esa manera, era un estáte quieto. Renjun recién bajaba, fingiendo llorar para ver si Kun si le daba el amor que Lucas no le dio momentos atrás.

-¿Pasa algo?... -mira a Chenle antes de prestar atención a Renjun -. ¡Si vuelves a ensuciarte te saco de ésta casa Chenle! -el menor se rie de su padre y agarra el cereal nuevamente- ¿Lucas te hizo algo?

-No -sorbe sus moquitos falsos- Papá Lucas ya no me quiere, papá Kun -hace un puchero.

-Iré a hablar con él, ¿sí? -asiente -. Ve con Chenle y jueguen.

-¡Vamos a jugar, Ren! -grita de fondo el nombrado.

-Hay cereal cariño, golpea a Chenle si es necesario -el nombrado refunfuña y Kun se ríe mandando un beso volador a su hijo.

Que buen padre ¿no?.

Kun subió las escaleras enojado. Odiaba que Lucas le hiciera algo a Renjun. No era su hijo, pero joder, era una criatura adorable y especial. Era tranquilo y reservado, no como el demonio en vivo que tiene cabellera rubia y tiene por nombre Chenle. ¿Qué habrá tomado su madre para hacerlo tan hiperactivo y... grosero?

-Lucas abre la puerta... -toca con sus nudillos-. Que mierda, ¡ésta es mi casa y puedo entrar si quiero!

Abrió la puerta de golpe, sin imaginarse que encontraría a Lucas recién salido de bañarse con la toalla blanca cubriendo solo sus partes nobles, dejando a la vista su perfecto abdomen. Ahí está lo que más le enamora de Yukhei.

-T-tú... mon-nstruo -intenta reclamar, pero las palabras no le salen.

-¿Te gusta lo que ves?.

Claro que sí, le gusta lo que ve...

-Todo esto es tuyo Kun -ronronea.

-O-oye... No me quieras chantajear así p-porque no funcionará conmigo -Lucas sonrió de lado, y se acercó con paso lento al castaño -. Alto ahí porque no respondo.

-¿Qué me harás? Muero de ansias por saberlo.

Eso es jugar sucio, y Lucas sabía como manejar exactamente a Kun.