El mar de tus ojos

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Han pasado un par de meses desde que mi madre fue akumatizada, la Capitana Hardrock fue vencida por Ladybug y Chatnoir, agradezco la valentía de ambos héroes... y de la muchacha más dulce y divertida que he conocido, Marinette. No lo hice notar pero en verdad estuve muy asustado y me preocupaba mi madre, no quería que algo malo le sucediera pues ella y mi hermana son mis tesoros, no sé qué haría si algo les llegara a pasar. Debo admitir que no he podido dejar de pensar en la azabache, es una chica muy interesante, algo torpe pero me agrada.

Decidí salir a pasear para encontrar inspiración, quiero componer una canción pero no sé sobre qué tema quiero hacerla, pasear me ayudará a despejar mi mente y seguramente encontraré algo que me inspire, le avisé a Juleka que estaría fuera un momento y salí de mi casa/barco, caminé por un rato hasta llegar a la plaza central donde vi a Marinette sentada en un banco, estaba llorando y parecía hablar con alguien... tal vez pasó algo... ¿Un akuma?... Corrí hacia ella y en cuanto llegué trató de ocultar su rostro.

- Hola Luka... no esperaba encontrarte aquí... - Podía notar que se esforzaba por no llorar, su voz estaba entrecortada y apagada.

- Marinette, ¿Qué sucedió? ¿Estás bien? - Realmente me preocupé por ella, no la conozco muy bien, nos hemos visto un par de veces, pero sé que es una buena chica y no soporto verla así.

- Yo... yo... soy una tonta... - Cubrió su rostro con sus manos y volvió a sollozar, no atiné a hacer nada más que abrazarla con fuerza y acariciar su cabello mientras ella se desahogaba. 

- No digas eso Marinette, yo sé que no lo eres, vamos... dime... ¿Qué pasó? ¿Qué tienes? - Sentí un nudo en mi garganta, por alguna razón me dolía verla así...

- Hoy... me declaré a Adrien... pero su corazón está con otra chica... - Me abrazó y yo no supe qué decir.

Narra Marinette:

Luka estaba abrazándome, podía percibir su aroma, su calor y escuchar sus latidos, era un ritmo tan tranquilizador... pero no podía disfrutar de esa melodía pues mi propio corazón estaba latiendo con un inmenso dolor, quería gritar, quería sacar todo lo que tenía guardado, quería desaparecer... Esa mañana fui decidida a declararme a Adrien, nadie lo sabía, no quería decirle a nadie, quería que esto fuera realmente especial.

Me levanté muy temprano, preparé mis cosas y me arreglé para ir al colegio, había escrito una carta y estaba muy emocionada, aunque también muy nerviosa, salí con mi atuendo típico. Tuve tiempo suficiente para desayunar tranquila y repasar lo que iba a decirle a Adrien, Tikki me estaba dando ánimos y me ayudaba a prepararme.

- Vamos Marinette, no querrás llegar tarde hoy.- Mi amiga kwami también estaba muy emocionada.

- Listo Tikki, ya tengo todo... Hoy por fin le diré que me gusta - Sonreí decidida y salí de casa, realmente es una suerte vivir tan cerca del colegio, aunque llego tarde la mayoría del tiempo... 

Una vez ahí fui directo a mi aula y me senté en mi lugar, saqué un libro e intenté leerlo para relajarme pero la verdad mi corazón latía muy rápido y estaba ansiosa por que sonara la campana de salida, después de unos minutos escuché un gritó que me sacó de mis pensamientos.

- ¡Se va a acabar el mundo! ¡Rápido, traigan a un doctor! - Alya estaba haciendo una escena en el curso, no esperaba que llegara temprano a clases, corrió hacia donde estaba y me preguntó si me sentía bien, yo sólo atinaba a sonreír. 

- Buenos días Alya, lo sé... es un milagro que esté aquí temprano pero... no lo sé, hoy será un día especial. - Dije guiñando un ojo y mi amiga se sentó a mi lado sin saber qué decir.

- Me sorprendes Marinette, pero avísame la próxima, creí que había llegado tarde. - Ambas nos reímos y empezamos a hablar sobre el Ladyblog y las últimas hazañas de la heroína de París, durante lo que me pareció una eternidad pues no podía dejar de pensar en Adrien... y en su respuesta... 

Poco a poco fueron llegando nuestros compañeros y de pronto lo vi, entró a clases bastante calmado, nos saludó a Alya y a mí y se sentó junto a Nino. Las clases dieron inicio y al menos hasta ahí todo iba muy bien. Durante el descanso quise acercarme a Adrien para pedirle que me esperara a la salida pero no lo conseguí, mis nervios me ganaron... no importa, puedo hacerlo en clases... Cuando volvimos a las aulas escribí una notita y la dejé en el asiento de Adrien, él la leyó y regresó a verme, sonrió y asintió con la cabeza. Alya lo había visto así que también me mandó una nota: "No sé qué tramas niña, pero quiero que me lo cuentes todo, ok? ;)" 

Por fin llegó la hora, la campana sonó y todos recogieron sus cosas, Alya se despidió y me abrazó susurrando: "En serio, tienes que contarme", yo sólo le sonreí y asentí, Nino estaba esperando a Alya para acompañarla a su casa, se despidió de Adrien y pronto él y yo éramos los únicos que quedaban en el salón.

- Marinette, ¿pasa algo? - Dijo el muchacho oji verde mientras me miraba.

- Adrien... tengo que decirte algo muy importante... 

 El momento había llegado, ya no había vuelta a atrás, tenía que decirlo... estaba muy nerviosa, mi corazón parecía que estaba a punto de salirse de mi pecho, me temblaban las piernas y mi rostro estaba sonrojado... 

- Adrien, me gustas... - Lo miré a los ojos y vi como él parecía estar confundido, por un momento ambos nos quedamos en silencio hasta qué él habló... y todo se vino a abajo.

- Marinette... lo lamento mucho, pero yo ya amo a alguien... ya hay una chica que ocupa un lugar especial en mi corazón... y sé que tal vez no es alguien que pueda notarme pero... lo siento, es que... yo amo a Ladybug - ¿Mi alter ego? ¿Ladybug?... 

Sentí como si mi corazón se detuviera, tenía un nudo en la garganta y sentía como las lágrimas empezaban a salir, sabía que él estaba hablando de mí... yo soy Ladybug... pero me dolía saber que él no podía considerar a Marinette, a mi verdadera yo, a la chica que a pesar de ser muy tímida puede hacer grandes cosas... me dolía saber que la persona de la que estaba enamorada no podía ver más allá... él tocó mi hombro y pidió disculpas de nuevo, yo le sonreí y dije que no pasaba nada, salí corriendo de ahí y después de estar un rato dando vueltas por la ciudad decidí sentarme en una banca del parque... 

Narra Luka:

Realmente no sabía qué decir, no soy bueno con las palabras... pero en ese momento no podía dejarla sola, no podía quedarme callado después de escuchar lo que le sucedió.

- Marinette, sé que en este momento debes sentirte muy mal y que tu corazón debe estar muy mal... pero esto pasará, tarde o temprano lo podrás superar, tal vez él no era el chico indicado para ti... no te conozco mucho pero sé que eres una chica increíble, fuerte, decidida, talentosa, divertida, amable y confiable... una chica como tú es difícil de encontrar, sé que tienes algo muy especial. Por favor, ya no llores, muéstrame esa dulce sonrisa que me diste el día que nos conocimos... Ma-ma-marimanette.

La tomé de la barbilla e hice que me mirara, aún había unas pocas lágrimas que resbalaban por sus mejillas, pero lo que más me llamó la atención fueron sus ojos, ese hermoso color azulado... era como ver el mar a través de sus ojos... no sé cómo describir lo que sentí al mirarla... ella me sonrió y de pronto lo supe, ella sería mi musa, mi inspiración... ella era alguien especial.

Narra Marinette:

Luka Couffaine... tus palabras hicieron que mi corazón se calmara, aunque sea por un momento, no supe qué decir, y menos cuando vi sus ojos... tienen un color hermoso, es como ver el agua cristalina, esa mirada me transmitía seguridad y alegría... aún cuando las lágrimas seguían cayendo pude sonreírle, no sólo porque me lo pidió... sino porque sentí que el muchacho que estaba ahí frente a mí era alguien especial, un mar de emociones invadió mi corazón en ese instante, sentí como si todo a mi alrededor desapareciera y sólo quedáramos él y yo. 

Realmente no entiendo que sucede, pero me gusta, me gusta sentirme así, me gusta mirar esos ojos... me gusta sentir su calor, me gusta... ¿Me gusta él?... 

Mi melodía de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora