Mi melodía de amor

Lluvia en el desierto

Narra Adrien:

Cuando subimos al escenario estaba completamente emocionado, no podía creer que en verdad iba a tocar con mis amigos frente a tanta gente, escuchaba los gritos y aplausos de la multitud, de pronto miré a la primera fila y vi a Marinette, estaba muy diferente, pero le quedaba muy bien. Me dirigí hacia mi lugar y esperaba escuchar la presentación que haría Luka cuando escuché que le dedicaba la canción que tanto habíamos repasado a Marinette, por un instante mi corazón se detuvo, sentí como si me estuvieran atravesando miles de cuchillas, sé la letra de la canción, sé que es para una persona muy especial... No quería aceptarlo, no quería que sea para ella...

Veo a Mari mientras estamos tocando, ella no aparta su mirada del muchacho de mechas azules, está muy feliz, se nota a simple vista que es el mejor día de su vida... No quiero que termine la canción, realmente no quiero que se acabe... Pero también me siento mal mientras toco cada nota, al terminar la canción veo que Mari sube corriendo al escenario, Luka, como en una telenovela corre hacia su encuentro, la toma entre sus brazos y... Ese beso, ese maldito beso... Trato de contener mis lágrimas, trato de ignorar la presión en mi pecho, trato de concentrarme en otra cosa pero la multitud no me deja, hay mucha euforia, todos gritan, aplauden, silban... y yo estoy parado, mirando como mi... ¿amiga?... parece ajena a todo, está concentrada en Luka.

Veo que la banda se empieza a acercar a ellos y también lo hago, realmente lo hago por inercia, no porque quiera, me dejo llevar, los abrazo y felicito sin decir mucho y sin mirarlos a los ojos, ellos por supuesto están en otro mundo así que no me toman mucho en cuenta. Nos despedimos del público y bajamos del escenario, veo que todos sonríen pero yo no puedo hacerlo, al menos no de forma sincera, entramos al camerino para esperar a que terminen todas las presentaciones y ellos ya están tomados de la mano, sonriendo, Mari sonrojada y Luka con una inmensa sonrisa... 

Cuando nos anunciaron como los ganadores no lo pude creer, estaba feliz por eso pero no podía sacarme la imagen de Luka besando a Mari... Traté de ocultarlo lo mejor que pude, traté de que nadie se diera cuenta de lo que estaba pasando conmigo, me despedí de ellos, de la banda y algunas personas que me topé en el camino, fui a la entrada principal, donde mi chofer me estaba esperando, Nathalie estaba ya en el carro, me sonrió cuando subí y dijo que a mi padre le había agradado la presentación, pero que prefería verme como solista, ahora sí desearía que así fuera.

Al llegar a casa, subí rápidamente rumbo a mi habitación y de pronto las luces se apagaron y la luz de la luna iluminó el pasillo por el que debía avanzar para llegar a mi recámara, vaya escena más triste, Plagg se aseguró de que nadie estaba cerca y salió de su escondite, hizo un par de bromas que no tenían gracia, sonreí sólo para hacerle creer que estaba bien... Pero era demasiado obvio, no estaba bien... 

- Ánimo, tal vez ustedes no estaban destinados a estar juntos.- En verdad dolió escuchar eso.

- Plagg... En serio me siento muy mal, es como si me hubieran quitado algo muy importante que no sabía que tenía.

- Lo sé, Adrien, pero tienes que calmarte, es difícil, te entiendo...

- ¿Has pasado por algo así?

- Bueno... Es más complicado que eso... Pero sí, podría decirse que sí.

- ¿Y qué hiciste? 

- Lo que era mejor para ambos, dejar que sea feliz con quien ama... No puedes obligar a alguien a estar contigo, eso no estaría bien...

Vaya, es la primera vez que veo a Plagg así, estaba completamente serio, con la mirada perdida, hasta podría decir que lo noté desanimado, seguramente ha pasado por muchas cosas... No quiero estar mal y tampoco quiero que mi kwami esté mal, traté de olvidar el tema y concentrarme en otra cosa. No esperé a que regresara la luz, me acosté en mi cama y me puse los audífonos, dejé que Plagg jugara en mi tablet hasta que se agotara la batería pero yo me quedé dormido casi al instante.