My Dignity has died for you (#1.5 Odio a los chicos)

Capítulo 16

Evanna:

La mañana siguiente sigo en la habitación de Mathew y tal vez hubiera terminado mi sueño si es que no nos hubieran interrumpido con los grandes golpes en la puerta principal de la casa, enseguida escuche como metían la llave y abrían.

Me giro y Mathew ya está de pie poniéndose los vaqueros.

Sus ojos dan con los míos, me mira el cuerpo y no sé porque me termino cubriendo los pechos con las sabanas, siento vergüenza a pesar de lo que ya ha pasado dos veces, aun así, Mathew ignora mi vergüenza y vuelve a poner los ojos sobre los míos.

—No salgas de aquí.—Me ordena.

Mis labios se separan, pero no sale ni el más mínimo ruido de mí, se queda viendo mi rostro hasta que escucha pasos dentro de la casa.

—¿Quien..?

—No te muevas.—Me dice sin mirarme.

Sale de la habitación y cierra la puerta detrás de él.

Comienzo a buscar mi ropa, solo llego a ponerme mis bragas, mi sujetador y mi camiseta, pero cuando estoy a punto de ponerme los vaqueros, escucho un ruido de la sala, dejo los vaqueros en el suelo y acerco mí oído a la puerta.

Entonces reconozco la voz.

Es su padre...

Un escalofríos me recorre y el recuerdo también, el fripo Mathew ofreciéndome a su padre regresa a mi cabeza y el miedo se apodera de mí.

Estoy sola aquí..

Si otra vez..

Mis pensamientos se detienen cuando escucho sus pasos alejándose, la puerta principal se abre y la cierran otra vez, entonces escucho unos pasos acercándose a la habitación en la que me encuentro y retrocedo por inercia, la puerta se abre y mi corazón está latiendo rápido.

—¿Te gusta oír las conversaciones ajenas?

Mathew...

No digo nada y él se me acerca, se cruza con mis vaqueros en el camino y me los lanza, los cojo en el aire con la mano.

—Tienes que irte.

¿Eh?

Alzo las cejas.

—¿Ha.. Ha pasado algo?

—Eso no te importa.

Y volvemos a lo mismo.

—Si te estoy preguntando es porque me importa.

Grave error.

Se acerca a mi y yo retrocedo un paso, tengo su cara cerca a la mía.

—Entonces no te incumbe, Eva.

Mis ojos se abren.

—¿O qué creías?.—Me pregunta.—¿Qué solo por lo que pasó anoche yo iba a abrirme contigo de igual manera?

Mis labios se separan.

—Has sido una ingenua al decirme todas tus debilidades.—Comienzo a sentir ardor en la vista.—Un consejo, Evanna, no te abras así a cualquiera tipo con el que follas.

Eres el primero con el que...

He tenido sexo.—Me guardo eso ultimo para mí misma.

—¿Estás diciendo que estabas fingiendo?.—Le pregunto de frente.—Anoche, conmigo..

El no responde y puedo notar que mis palabras lo han incomodado, no al grado de molestarle, sino porque le estoy diciendo una verdad que el me ha mostrado sin decir ninguna palabra anoche.