Capitulo 3 visiones (Remasterizado)

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-Yo solo quiero acabar con ese maldito...y no dejaré que ni tú ni nadie me estorbe. Jamas le perdonaré por haberla matado...¿acaso viste la cara de tristeza de sus hermanos? ¡Contesta! ¡¿Acaso los viste?! -Grito el joven ninja con unas heridas graves aún abiertas.

-Charlie...calma...el odio no lleva a ninguna parte, sólo te cambia, pero no para bien. -Dijo el maestro arrodillado ante su alumno.

-Mira, James. Jamas podré descansar en paz sabiendo que no pude ayudarla...acabaré con él como sea, aunque me cueste la vida. -Contestó una vez más el joven de cabello blanco.

-Charlie...hijo mio...fue mi culpa no decirte tu pasado y guiarte hacia el ocaso, pero...por favor, una vez acabes con mi vida, deberás saber que tus problemas aumentaran. -Añadió James mientras que le daba su espada en señal de rendición.

Tras tomar la espada del maestro, el joven ninja que poseía el nombre de Charles, acabó de un corte limpio con la vida de su maestro James Ryuzaki.

En ese momento con un grito brusco, despertó Ichiro, hijo del maestro, el cuál acababa de tener una visión de lo que pasaría cuando su casi hermano Charlie quedara traumado por uno de los actos del Príncipe Carmesí, o al menos eso parecía.
Lágrimas cayeron de los ojos del joven ninja de cabello oscuro al ver en una visión en la que su padre moría, y en la cual él no podía hacer nada.

-Pero...¿porqué Charlie? -Se preguntó mientras se secaba las lágrimas que yacían en sus mejillas. -Me pregunto si ya habrá llegado a Kodo...hace ya dos días que llegue a Yashi, pero...creo haber oído que el camino hacia la cima era el más largo y el más traicionero.

Entonces, el joven de cabello blanco seguía caminando sin descanso alguno en busca de su destino, el pueblo en la cima de la montaña, la ciudad de los magos.
Charlie no había tenido problemas en su viaje, pues su ingenio era demasiado, y su fuerza suficiente.

Fue entonces, cuando yacía la luna sobre el bosque, Charlie finalmente había visto la ciudad a lo lejos, pero se detuvo, pues escuchó unos pasos muy cerca, así que soltó su bolso y tomó su katana sin desenvainar aún la hoja, hasta que lanzaron un dardo el cuál cortó rápidamente tras liberar su espada.
El joven agudizó su vista y miró a todos lados esperando una horda completa, pero se sorprendió al ver a un sólo hombre, el cuál era de su edad aproximadamente.

-¿Quién eres y que quieres de mí? -Preguntó el ninja alzando la voz levemente.

-Realmente nada, es solo qué estorbas en mi camino, y eso me irrita de cierta forma. -Dijo un joven con ropas largas, como las de un samurái y una espada realmente larga.

-Tú también me estorbas, así que si no quieres que acabe contigo, mejor vete. -Contestó Charlie seguidamente.

-Quiero ver que tan buenos son los ninjas, vamos, ataca. -Dijo finalmente el joven samurái.

Aquel joven no pudo ni siquiera reaccionar, ya que unas figuras similares a unas sombras le habían tomado de sus extremidades, y fue allí cuando el ninja le incrustó su katana por el hombro, penetrando levemente en aquella zona.

Desde aquel encuentro, sólo llegaron a transcurrir menos de 2 horas, en las cuáles Charlie logro llegar hasta Kodo, la ciudad de los magos.
El joven estaba muy cansado así que solo llegó a una posada al sur del pueblo, y residió ahí al menos por esa noche.
Cuando Charlie llego al cuarto, tiró sus cosas al suelo y se recostó sobre la cama sin pensarlo, quedando profundamente dormido.

-Tu destino es acabar conmigo, Charles. -Comentó una figura de la cuál emanaba un aura maligno.

-Sabes que ya no me llamo así. Ahora tengo el nombre de aquel que fue mi maestro. Soy James. -Dijo Charlie, el cuál de veía de una edad adulta y con unas cicatrices en la cara que demostraban su dolor.

-Bueno, debes aceptar tu destino...llevó esperando mas de doscientos años a que tu nacieras para que seas el nuevo maestro de las sombras. -Corrigió ese hombre de voz gruesa y de edad seguramente avanzada.

-Creeme que ya no me importa, Asesinaste a la chica que yo amé por primera vez, y cambiaste permanentemente a los que alguna vez fueron mis "amigos", hiciste que asesinara a mi padre, y los que viven aún, lo hacen para odiarme. Vamos, dime que más puedo perder? -Dijo el ahora maestro ninja sin ninguna expresión en su rostro.

-Mira hijo...al igual que tú, yo lo perdí todo. Asesiné a mi maestro, me sumergí en la oscuridad, mi hermano murió en mis brazos, y no pude rescatar a la que alguna vez fue mi amada. -Contestó el otro sujeto, el cuál tras un suspiro, volvió a hablar. - Extraño antaño...cuando éstas tierras poseían el nombre de Jonia...James. Quiero que sepas que después de que el maestro de la sombras caiga, la luz atacara, y tendrás la maldición de ver cientos de guerras y gente morir a tu alrededor. Espero puedas soportar todo ello, y si estas listo, matame ya.
Necesito ver a Syndra y decirle que no estaré lejos de ella ni un sólo segundo más.

En ese momento, Charlie se levanto de la cama llorando tras haber visto esa visión de lo que pasaría en unos años. El joven ninja envuelto ahora de la realidad, miro hacia la ventana, y efectivamente se dio cuenta que ya era de día, con lo cual, se levantó dispuesto a ir a su objetivo en aquella ciudad, el cuál era encontrar a los otros cinco.

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Hola hermosa gente, finalmente acabé este capítulo.
Sólo quiero decirles "Feliz año nuevo atrasado" (?).
Los quiero mucho xd, cuidense, e intentaré sacar las remasterizaciones futuras para concluir con la historia en menos de dos meses, y claramente, seguir con la trilogía.
Descansen pequeños,
See you.~

James Whatson: El Príncipe CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora