En mi instituto cada año llegan chicos y chicas de intercambio, solo se quedan dos semestres, un año y de ahí no los vuelves a ver jamás.
Beth Torres, una chica normal... normalmente nerd.
Noah Centineo, uno de los chicos de intercambio.
Ella no qu...
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Noah
Hoy es mi último día en la ciudad, y también el último día de Beth. El auto la golpeó de tal forma que su cuerpo al impactar con el suelo su cabeza se deformó y la tuvieron que operar. Ella simplemente no reaccionó. Simplemente no volvió a despertar.
Quedó en coma.
3 meses
Y quedo en estado vegetal.
Simplemente ya no volverá.
En total pasaron 7 meses.
Ya no le diré todo lo que siempre le quise decir... Ya no.
Hoy la desconectan. Su familia ya no puede costear los gastos del hospital y el hospital al diagnosticarla en estado vegetal sugirió que la desconectaran.
Su abuela, su abuelo, su hermano, su mamá, Holly y yo.
Estamos presenciando como se irá, como ya no volverá, como le será quitada la vida.
Ya no más.
Llegó el momento. Esperando un milagro como en las películas, donde a los pocos minutos la persona reacciona y todo tiene un final feliz.
Pero simplemente no pasó.
Simplemente ya no.
Yo no podré presenciar su funeral. Ya no le podré decir el último adiós.
...
Estaba en el avión, un vuelo de regreso. Ya nadie me quería en la escuela. Me volví frío, duro, ya no hablaba con nadie. Solo tenía miedo. Miedo de lo que pasó y cobarde de que me pasará lo mismo que con Beth.
Mi familia esperaba por mí, estaban con un cartel, globos y hasta un pastel. Estaban riendo. Y lo único que hice al llegar fue a abrazar a mi mamá y llorar. Llorar como un niño pequeño en busca de ayuda, en busca de que te curen, en busca de felicidad.
Mi cuarto se volvió una cueva, no había luz, no había nada.
Hace semanas que fue el funeral de Beth.
Hace semanas que ya no estaba.
Hace semanas que lloraba día y noche por mis errores.
Días y noches en donde ya no había felicidad sino impotencia.
Ya nada será lo mismo.
Ya nada será igual.
Ya no podré hablar con ella.
Ya no podré besarla.
Ya no podré abrazarla.
Ya no.
Sólo busqué su número de celular y mandé el último mensaje.
Sé que es muy tarde, después de todo lo que pasó. Después de todo lo ocurrido. Pero quiero que sepas que siempre estarás presente en mi vida. Nunca olvidaré a esa chica loca que me mandaba mensajes solo por que le gusté y porque era de intercambio. Enserio que no lo olvidaré. No olvidaré cuando me ayudaste, cuando me recomendaste las gringas, que por cierto nunca te dije, pero me volví adicto a ese tipo de quesadilla con carne. Gracias por la mejor experiencia y perdón por el peor momento de tu vida. Te amo Caritas. Eso nunca cambiará.