Uno.

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Zayn podía sentir la mirada en él, era molesto. Era molesto porque simplemente no sabía cómo tomarlo. Liam no lo miraba como normalmente Louis o Niall lo hacían, no era la misma mirada, pero Zayn no se sentía tan suertudo de confirmar que lo miraba con ojos de enamorado. No era tan idiota.

Los cinco terminaron el show y fueron a sus vestidores, necesitaban un poco de aire, bañarse y tal vez salir a cenar si no es que estaban demasiados cansados. Zayn quería salir, quería poner su vista en otra cosa que no sea Liam. ¿Por qué le atraía tanto? Le molestaba.

El moreno no tenía problema con su sexualidad, nunca quiso etiquetarla, sabía que cuando alguien lo calentaba estaba bien, no importaba si era hombre o mujer. Con Liam pasó eso, no importaba que era hombre; le calentaba.

Zayn tomó una toalla del estante en el camerino y la pasó por todo su rostro, apestaba, pero no podía bañarse aquí, quería llegar a casa.
A su derecha Harry estaba arreglando su cabello bastante serio, no era tan normal en el rizado, pero Zayn no hizo preguntas, realmente no quería tener que ponerse mal por su amigo, sabía que estaba pasando por un jodido momento.

Louis tomó sus cosas, saludó a cada uno de los chicos y se fue casi corriendo, algo no lo dejaba estar ahí. Harry suspiró pesadamente.

Zayn también saludó; comenzó abrazar a Niall prometiéndole que mañana verían el partido juntos, luego pasó por Harry dándole una sonrisa un poco penosa y tocando su hombro.

—Lo solucionarán.—dijo con esperanza. Harry sólo asintió y bajó la mirada. No le gustaba ver a su amigo de esa maldita manera.

Suspiró y se dirigió a Liam quien estaba usando su teléfono muy concentrado, tal vez hablando con alguien que Zayn no sabía. Pasó por su lado y carraspeó.

—Nos vemos, Liam.—sonrío el morocho y el castaño levantó la mirada, encontrándose con sus ojos.

—Espera.—pidió y guardó su celular.—Te llevó.—Zayn sonrió.

—Tengo auto, compañero.

—Sólo vamos.—gruñó pero con una sonrisa en sus labios. Una hermosa sonrisa según Zayn.

Ambos se fueron del estadio bien resguardados de la prensa o fans, entraron ambos al auto. No estaban los guardaespaldas, los fans, nadie. Sólo ellos.

Zayn no podía evitarlo, no podía quedarse quieto en su asiento, no podía hacerlo viendo a Liam con su ceño fruncido y poniéndose el cinturón, tan sexy.

Liam lo miró unos segundos antes de hablar. —¿Quieres ponerte el cinturón?

—Eh, si, claro.—contestó nervioso e hizo lo mismo.

No debía estar nervioso, era su mejor amigo, aquel estúpido que siempre se disfrazaba y no dejaba que todos tomen alcohol en las fiestas, era aquel Liam. Pero ya no lo veía así, hace tiempo no lo hacía. Desde el principio sintió algo, pero jamás sus sentimientos fueron correspondidos a pesar de aquel beso de hace tiempo. No iba a cambiar eso hoy, luego de tres años.

Cuando se dio cuenta ya estaba en su departamento, en el estacionamiento. Liam estacionó y lo miró, pidiéndole con la mirada que salga del auto. Era obvio, ya habían llegado, pero Zayn no estaba tan en sus cuerdas esa noche.

—Gracias por traerme, Liam.—comenzó diciendo mientras subían al ascensor. Zayn estaba nervioso, tocando su cabello negro ya algo crecido y Liam sonreía, no sabía porque.

—Me gusta demasiado donde vives.

—Tu departamento no está mal, idiota.—rió el mayor mientras salían del ascensor llegando a la puerta de su hogar.

Liam pasó junto a él y ambos se quedaron callados, tal vez era algo incómodo. Zayn lo sentía incómodo y sentía algo raro en Liam, hoy estaba muy raro y serio, no era muy normal.

—Li...—intentó llamar a su amigo pero unos labios lo callaron en tan sólo un segundo. No podía reaccionar. ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Por qué su amigo lo estaba besando? No le importó, no le importó absolutamente porque tal vez esto no sería algo que se repetiría así que lo besó.

Liam abrió su boca desesperadamente, intentando tomar completamente al morocho. No sabía que hacía, lo sentía, lo sentía en sus pantalones mayormente. Quería besarlo.

Sus labios parecían encajar perfectamente y sus lenguas estaban demasiado ocupadas entrelazadas entre ellas. Las manos de Liam sujetaban a Zayn por sus caderas y cada vez más el cuerpo del menor se aproximaba al de el mayor. Zayn gimió ante eso, ante sentir el cuerpo del chico junto al de él.

El morocho era aprisionado contra la pared. Jadeos, gemidos entre el beso. Necesitaban aire. Liam dejó sus labios para concentrarse en su cuello y sacó hermosos sonidos de la boca de Zayn, le parecía realmente encantador, y excitante.

—Zy...—gimió en el cuello del mismo, no podía dejar de tocarlo. Sus manos pasaban de su espalda a su cadera. Zayn se estremecía en cada beso y no podía evitar querer más.

—Liam.—suspiró Zayn mirando al menor. Este lo vio, pupilas dilatadas, labios rojos, respiración agitada; era demasiado caliente.

—No sé que ocurre, pero quiero follarte, Zayn.—el moreno se estremeció, podía caer ahí mismo. Porque no entendía, no entendía porque Liam ahora lo quería, porque si, siempre bromearon en juego, pero jamás, nunca imaginó que Liam lo deseaba.

Y ahí comenzaron los problemas, serios problemas. Sólo con un beso, con gemidos y una habitación, empezaron problemas que no sabían si podían resolver.

Behind the lyrics. /Ziam/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora