CAPÍTULO IV

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A los pocos minutos llegó Caperusita, quién alegremente llamó a la puerta y al ver que nadie respondía entró. La adolescente se acercó a la cama, donde se encontraba su abuelita con un aspecto irreconocible.

CAPERUSITA: abuelita, por qué tienes ojos tan grandes?

LA "ABUELA": son para verte mejor -dijo El Lobo imitando a duras penas la voz de la abuela.

CAPERUSITA: abuelita, por qué tienes orejas tan grandes?

LA "ABUELITA": son para oirte mejor -volvió a decir el Lobo.

CAPERUSITA: ok, ok, pero... para qué es esa navaja?

EL LOBO: para atracarte mejooooooor -chilló el Lobo que diciendo esto se abalanzó sobre Caperusita, quién reaccionó y rápidamente lo esquivó, dandole un golpe por reflejo, golpe el cual dejó noqueado a el Lobo.

CAPERUSITA: recorcholis, y mi mamá decía que golpear a mis primos no serviría de nada -dijo mientras orgullosamente se veía el brazo- creo que debería llamar a un adulto o lo que sea.

En el momento en el que esto sucedía pasaba una doctora cerca de allí, que oyó lo que parecía ser el grito de una niña, cuándo entró a la habitación se encontró con el hijo de su amiga tirado en el suelo y una chica que parecía que estaba por salir.

CAPERUSITA: doctora ayudeme a encontrar a mi abuela, por favor -la doctora asintió y junto con la chica, que se hacía llamar Caperusita, buscaron a la abuela de esta por toda la habitación.

Buscaron y buscaron hasta que en el baño la encontraron.
Entre todas decidieron llamar al 912, la cual se llevó al chico quién aún no entendía nada de lo que pasaba, ya que acababa de levantarse y estaba somnoliento.

Caperusita Roja aprendió la lección y pidió perdón a su madre por desobedecerla. En lo adelante nunca más volverá a conversar con extraños o a entretenerse en la ciudad.

Caperusita Roja
2018 ver.

Caperusita Roja 2018 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora