CAPÍTULO III

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Mientras El Lobo acompañaba a caperusita por el camino, se le encendió el foco y sugirió:

EL LOBO: ¿sabes que le gustaría a tu abuelita? Si le llevas una botella de Vino La Fuerza, de esas que se venden en el colmadon.

Caperusita también pensó que era una buena idea, pero recordó que esa no era la ruta que se le marcaba en Google Maps.

CAPERUSITA: esa no es la ruta que se me marca en Google.

EL LOBO: ¿ves ese callejón de por allá? Es un atajo para llegar más rápido al Dario y verás a tu abuelita.

Sin imaginar que Brayan la había engañado, aceptó y se despidió de el. EL Lobo sin perder tiempo alguno se dirigió al hospital, y engaño a la enfermera haciéndole creer que el era el hermano de la abuela.

ENFERMERA: entonces, ¿quieres que me crea que tú, un niño de unos 16 años es hermano de una señora de 60?

EL LOBO: sip

ENFERMERA: mira niño mejor vete, esto es un hospital y yo soy una persona demasiado seria como pa- la enfermera fue interrumpida por un altavoz el cual decía:

"La tanda de las 4 se ha terminado"

ENFERMERA: tercer piso, habitación 365, pasillo 3, listo niño, ya no eres mi problema.

El Lobo logró su cometido, le quitó todo a la señora y la amordazo en el baño de la habitación. Luego de todo eso, el Lobo se encontraba vestido de abuela enferma recostado en la cama de la habitación. 

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Caperusita Roja 2018 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora