Larva o Príncipe... La oscuridad quiere tenerme

Sexy

Otro día de universidad, tenía tantas ilusiones de estudiar Ingeniería Comercial, pero cada vez todo me aburre más, me cuesta demasiado levantarme para venir a estudiar, todo es tan monótono, que no lo soporto, ¡¡¡estoy sin ganas de nada!!! Mi mejor amiga, Eva Watson, está enferma hace unos días, de un virus, el hacer dieta no la ayudo en nada porque la enfermedad la encontró muy débil.

Hasta me ha dado flojera el socializar, todo mal en mí.

Sonó el timbre, camine sin ganas a la sala para la tediosa clase de Estrategias Comerciales ¡Maldita asignatura!

Al llegar a la entrada de la sala, veo que está un grupo en la puerta, murmurando no sé que cosa, al acercarme más para poder pasar, escuché sus susurros.

-¡Creo que se llama Jim! ¿Qué edad tendrá? -secretea una de mis compañeras de carrera, con una gran sonrisa.

-¿Eso importa? -agrega otra soltando una carcajada.

No sé de quien hablan, ni me importa, siempre pierden el tiempo en estar hablando del resto de la gente, seguro no tienen nada más qué hacer.

-Empezaré de inmediato, los que están parados en la puerta, entren ahora, o pueden ir a conversar a otro lugar -dice una voz autoritaria desde adentro de la sala. No se parece a la voz de nuestro profesor.

Todos ingresan de inmediato, yo espero hasta el final, no me gusta tener que estar empujando, cuando cruzo el marco de la puerta, lo veo, juro que todo empieza a pasar en cámara lenta, él estaba en su escritorio, mirando su celular, no se cuanto tiempo me detuve, mi boca comienza a abrirse, lo observo de arriba a bajo, ¡uf! es alto, sexy, atlético, ¡vaya! tiene un gran físico, ¡Dios! ¿mencione que era sexy? Es la belleza en persona, dejar de mirarlo sería pecado, se me congelo la cordura.

-¡Avanza babosa! -susurró en voz alta la oxigenada que me molesta siempre, ¿ustedes creen que solo en la escuela hay una idiota que molesta? ¡No! en la universidad también. Todos ríen con ella.

El profesor levanta su rostro, al escuchar a la que se cree humorista, miró juntando las cejas a Mia, sí, la desteñida se llama Mia Tompson, cabello largo, ondulado en las puntas, rubia, con un ego más grande que el hundido Titanic.

Mis pies siguen sin reaccionar para avanzar al asiento, ellos siguen riendo y susurrando, todo en fracción de segundos.

Su mirada se dirige luego a mí, a la protagonista de las burlas, cuando mis ojos se cruzaron con los suyos, me estremecí, es una sensación extraña, de verdad jamás había sentido a mi corazón entrar en coma, él tiene una mirada muy intensa, intimidante.

Su rostro es muy atractivo, masculino, tez clara, cabello castaño, un poco más largo en la parte de arriba, ojos intensos, es bastante alto, cuerpo sexy y trabajado, no sé si lo mencione... bueno sí, pero no lo suficiente y debo de confesar que me encantaría ver si su abdomen esta igual de marcado que sus brazos, siento calor tan solo de imaginarlo.

-Tome asiento ¿señorita?... -pregunta el profesor, dirigiéndose a mi por supuesto.

-Victoria, es el nombre de la muda profesor ---insiste Mia en ser una bufona, todos vuelven a reír.

-Silencio a todos, estamos en clases y usted Victoria siéntese ---ordenó.

Reaccione por fin, pensando en el ridículo que estoy haciendo. Todos están mirándome, soy la función de un circo el día de hoy, ya me quedó claro.

¡POR FIN! mis pies cobran vida, ¡avanzan!, logro llegar a mi puesto, me siento tratando de que se abra un hoyo en la tierra y meterme en el para irme a la china sin pasaje de regreso.

-Quiero que se concentren, porque yo no repito nada. -Vuelve a hablar el profesor con tono molesto-. Mi nombre es Jim Adams, soy Licenciado en Administración de Empresas, Ingeniero Comercial, magíster en Gestión y Dirección de Empresa en la USC, pero no estamos aquí para hablar de mis estudios. Les informo que seré su nuevo profesor de Estrategias Comerciales, su antiguo profesor ya no estará en esta facultad. Según el programa que me entregaron hoy veremos estrategias de marca y campaña publicitaria ... -Comenzó la explicación con apoyo visual.

Toda la clase las chicas pasaron mirándole coquetamente, como si pudieran desnudarle con la mirada, haciendo preguntas estúpidas para que él las mirara o respondiera, aunque no las culpo, ¿cómo no querer hacerlo? pero yo estaba demasiado avergonzada, como para siquiera querer mirarle nuevamente. Cuando observaba a mis compañeras lo babosas que se veían cuando les movían sus pestañas al profesor, me imaginaba lo patética que me debí ver hace un rato, me odio por eso.

Él siempre se mostró distante, muy serio y formal con todos.

Al termino de la clase, me fui rápido, pateando mi cabeza por dentro, ¡ No entiendo qué me pasó!

Lo único que falto es que la pobre  Victoria se cayera!!! pero como culparla con un profesor así!!!

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