Capítulo 3

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Shadow paró el auto en frente de unas casas enormes pero muy descuidadas. Al lado de ellas había al parecer un gran almacén. Aquel lugar era totalmente desconocido para mí, nunca antes había estado ahí. Evidentemente el lugar no tenía pinta de ser un negocio.

— ¿Qué lugar es este? —dirigí mi mirada al veteado de ojos carmesí, en espera de alguna respuesta que me saque de esta inmensa duda.

— Tú espera aquí —mencionó mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad y salía lentamente de la camioneta.

— Pero no quiero... —el portazo que dió no me dejo terminar mi gran excusa para no quedarme sola— ¡Maldita sea, Shadow! —me quité el cinturón tan rápido como pude y bruscamente lo arrojé a un lado del asiento. Acto seguido, abrí la puerta para salir corriendo hacia aquel erizo idiota.

— Te dije que te quedaras —me dijo con sequedad, sin detener su paso.

— Si, pero antes de que me interrumpieras, yo te iba a decir que no me gusta quedarme sola, erizo grosero. —mencioné haciendo ademanes y alzando un poco la voz.

— ¿Podrías decirlo y no gritarlo, eriza berrinchuda? —se detuvo un momento para reírse en mi cara— bueno, no importa. Esta bien. Pero sólo te pido una cosa: no hables si no es necesario. Yo me encargaré de todo esto, así que si te preguntan algo deberás seguirme la corriente, ¿entendido? —reanudó su paso sin siquiera esperar a que le respondiera. Al igual que él, reanudé el paso hacia el gran almacén.

Al estar frente a la entrada, Shadow golpeó suavemente con sus nudillos la puerta de hierro, haciendo un gran escándalo, al menos para mí.

Esperamos un par de segundos y la puerta se abrió. Un gran sujeto nos miraba con un semblante muy serio y aterrador, pero al reconocer a mi compañero, rápidamente lo cambió.

—¡Shadow! cuánto tiempo sin vernos —dijo con una voz demasiado gruesa, la cual encajaba perfectamente con su aspecto— ¿Qué te trae por aquí?

— Necesito hablar con… —No pude evitar ver la “mirada” que le lanzó Shadow a aquel tipo. Al parecer, él sabía a qué se refería el azabache.

— Claro, pero tu amiguita no puede estar allí —dijo aquel tipo mirándome fijamente.

— ¡Oh, claro! No habrá ningún problema si ella espera, ¿verdad? —dijo eso último con un tono burlesco. ¡Cómo lo odio!

— Claro que no —mencioné entre dientes, golpeando mentalmente a ese erizo tonto una y otra vez.

— Muy bien —“El gran sujeto”, como ahora lo llamaba, se apartó de la entrada para dejarnos pasar hacia el gran almacén— Adelante.

Sin esperar un segundo más, entramos al lugar. Era demasiado amplio y oscuro. Claro, no es de sorprenderse, ya que tienen todas las ventanas tapadas. Tenía un olor muy raro y delicioso a la vez, una gran sospecha porque, en lo que llevamos de recorrido, he visto a puros hombres vigilando el lugar.

“El gran sujeto” era quien nos conducía a nuestro destino, en el recorrido me daba cuenta lo grande que era este sitio pero casi no había nada. En menos de un minuto, nos detuvimos en una gran puerta de metal, vigilada por dos sujetos demasiado grandes y fuertes. “El gran sujeto” habló con ellos dos y luego nos dirigió la mirada.

— Puedes pasar —dijo refiriéndose a Shadow. Él asintió y al dar un paso al frente, los dos guardias se retiraron de la puerta para dejarlo pasar.— Tú espera aquí —me dijo con su voz grave para seguir a mi compañero y entrar a la habitación. Después de haber entrado, se cerró la puerta y ambos guardias regresaron a su posición inicial.

¡Nunca en mi vida me había sentido tan incómoda! Este será un día muy largo…

(…)

Pasaban los minutos como si fueran horas. Shadow llevaba ahí dentro aproximadamente 15 minutos. ¡Parecía una eternidad! No sabía qué hacer exactamente. Solo estaba enfrente de la puerta, con esos guardias mirándome fijamente. Mis nervios estaban al tope.

Después de un par de minutos más, mi compañero azabache al fin salió de allí. No pude reaccionar del todo en aquel momento y para cuando menos acordaba, él ya había tomado mi muñeca y tirado de ella rápidamente.

— ¡Shadow! ¿¡Qué te pasa!? —grité muy exaltada, pero no obtuve respuesta. Él solo se limitó a dirigirnos a la salida sin decir ni una sola palabra.

Con pasó veloz, salimos de allí.

Era cuestión de segundos para estar frente a la camioneta y que finalmente me dijera algo.

— Sube a la camioneta —soltó con una gran sequedad, sin ninguna expresión en su rostro.

— No, Shadow. Dime qué fue lo que pasó. —exclamé soltandome de su agarre. Me paré frente a él, cruzándome de brazos esperando una buena explicación, pero por su parte, sólo me dirigió su mirada unos segundos para después subirse a su automóvil.— ¡Shadow, espera! —y sin querer, hice lo que me había ordenado hace algunos segundos atrás.

(...)

Había un gran silencio entre nosotros, uno muy incómodo. No sabía porque Shadow se había comportado así, no es por nada pero… realmente me asusta cuando está así. Yo sólo pensaba en alguna manera de romper el hielo y quitarnos de encima este momento tan embarazoso.

— Entonces… ¿Si conseguiste los boletos? —mencioné en un hilo de voz. Tenía miedo de que reaccionara de mala manera y se enojara conmigo, o siquiera de que no me contestará.— Lo siento si hice algo estúpido.

Él solo apartó la vista del frente para mirarme a los ojos unos segundos, pude observar como su semblante cambiaba al verme a uno más relajado, más calmado. Soltó un gran suspiro y volvió a mirar hacia adelante.

— Claro que no, Rose.— dijo con un tono más suave.— Yo lamento haberme comportado como un completo idiota…

— No te preocupes. —me apresuré a responder con gran calma al saber que no había pasado nada malo entre nosotros. Al menos entre nosotros.— No sé lo que pasó allí adentro, y no tienes que decirlo si no quieres, pero lo que quiero decirte es que encontraremos otra historia, realmente no importa cuánto tarde.

— Primero aprende a escuchar, Rose —dijo riendo mientras sacaba de su chaqueta los boletos.

— ¡No puede ser! —grité muy emocionada, arrebatándole los boletos de sus manos.

— Mañana será su presentación, así que ve preparándote. Yo me encargo de conseguir una entrevista con él, tú encárgate de hacer las preguntas. —me dijo con una sonrisita, yo obviamente afirmé, ¡Esto será fantástico!

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Después de aquella plática, Shadow y yo decidimos ir a comer con la excusa de “celebrar” cuando en realidad los dos nos moriamos de hambre. Fue algo simple y sencillo pero llenador. No dejaba de hablar sobre la entrevista de mañana, y él no dejaba de reírse de mis expresiones. Eran las diez de la noche cuando Shadow me llevó a mi departamento. Ambos nos despedimos. Él se fue en su auto y yo entré a mi casa.

Estaba muy emocionada y terriblemente nerviosa por aquella entrevista. Me sentía tan cansada pero no quería dormir. Había tantas cosas en las que debía pensar y meditar, ¡Aún tenía que hacer las preguntas!

Rápidamente tomé mi celular y lo encendí. Lo primero que ví en mi pantalla fue que tenía un mensaje de Shadow, así que no pude evitar abrir su mensaje y leerlo.

Se me olvidó decirte algo.
No se te olvide llevar algo
lindo mañana.

Lo dices en serio?!

Obviamente. Es una
entrevista importante, Rose
No vayas a ir en tus fachas.

Pero ni siquiera tengo vestidos

Ve temprano a la cafeteríade
tu mamá. Te dejé un paquete.

Este último mensaje me dejó muy impresionada. ¿¡Que rayos hizo este erizo!?

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⏰ Última actualización: Dec 30, 2021 ⏰

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