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t h u e s d a y 

01:47

Incómodo.

Gemidos y jadeos resonaban en el living.

-¡Ahh-ah~ sí, sí!

Esta era la vida de una estrella de rock. Fenomenal, ¿no?

-¡Ahh, sí! ¡Más~!

Sexo, alcohol, drogas y rock and roll.

Un Izzy semidesnudo paseó por la habitación, se dirigió a la nevera y sacó una cerveza, seguido tomó asiento a lado de mí mientras yo continuaba escribiendo.

-¿Has terminado? -pregunté.

-Sí -dijo con desinterés para después tomar un cigarrillo y encenderlo en sus labios.

-¿Has pensado en algo innovador? -Izzy frunció el ceño y exhaló el humo de su boca.

-No. Innovador, innovador, no. Digo, fuera de los mismos conceptos que ya hemos tenido no. -dio una fumada más- ¿Qué tal tú? No has hecho nada interesante, ¿estás triste? ¿enfermo? -preguntó y su gesto cambió a uno más curioso y preocupado, se acercó a mí y tocó mi frente asegurándose de que no tuviese fiebre o algo así.

Aquí vamos de nuevo.

Mi corazón se había acelerado al tenerlo tan cerca. Sintiendo sus suaves manos que casi siempre estaban heladas, su aliento a tabaco, y su fragancia de lima y anís que se perdía junto con el aroma de aquella mujer me dejaba anonadado.

-E-Estoy bien. ¿porqué lo dices?

-Estás rojo. -dio un trago a su cerveza- ¿no quieres ir a un doctor? -negué y giré mi cabeza avergonzado-

-Tenía en mente la idea de un concepto sobre el amor o algo romántico, ya sabes, que tenga profundidad, más estética y por el estilo.

-Eres muy aburrido. No pensaba que te gustarían las cursilerías. ¿de verdad no estás enfermo? Es extraño que siendo una estrella de rock no disfrutes tu éxito y fama. Ya sabes, no sales con chicas y eso.

Pero no estoy enfermo. Estoy enamorado.

-¿Serás gay?

-¿De qué hablas imbécil? Claro que no. -reímos- Estoy un poco cansado y fastidiado, eso es todo.

-Yo también. -inhaló un poco más de su tabaco- Me duele la cabeza.

-Izzy, cariño, vuelve a la cama. -la voz de aquella mujer inrruptó.- En unas horas me iré.

-Vuelve tú, es más, puedes irte de una vez, estoy cansado.

-Vete al diablo.

-Vete tú, ¿No has escuchado? -Izzy rodó sus ojos.

-Imbécil -Y la chica se devolvió al cuarto molesta.

-Que delicadeza, Stradlin. -murmuré.

-Es insoportable. De las peores que me he tirado. -colocó de nuevo el cigarrillo en su boca.

-Te escuché. ¡Eres un idiota! -La mujer salió furiosa vestida con sus prendas baratas de prostituta y cerrando con gran fuerza la puerta detrás suyo.

-Ahhh mucho mejor. Agh y que idiota, te imaginas si hubiera dañado la puerta. -dijo tumbándose en el sofá y recostándose en mi regazo, me miró aunque yo avergonzado continué en lo mío, aunque ahora los segundos de silencio eran desesperantes-

-¿Sabes Duff? Eres tan lindo -bostezó- ¿porqué las chicas no pueden ser como tú?

-¿Qué? - Cuando lo miré de vuelta él había quedado dormido. Tomé su cigarrillo para evitar un incendio y me di cuenta de que no era tabaco.

De todas formas, quizá había escuchado mal.

Me levanté con cuidado y tomé una manta para cubrirlo y que no pescase un resfriado estando desnudo así nada más; pero antes lo observé bien, de pies a cabeza, con su exquisita figura masculina por la que toda mujer se volvería loca, su azabache cabello que contrastaba tan bien con su piel blanquecina y su rostro y facciones definidas que para mí eran tan bellas. Sólo me resigné a mirarlo con tristeza porque sabía que él jamás me vería de la misma manera en la que yo lo veo a él.

s i c k l o v eDonde viven las historias. Descúbrelo ahora