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La primera vez que sus caminos se entrecruzaron, comenzó como un día cualquiera y completamente ordinario en la vida de Park Jimin y Min Yoongi.

Mientras que el mayor había sido expulsado y transferido desde otra institución por mala conducta y falta de voluntad en sus estudios; el menor de mejillas abultadas se preparaba arduamente para su siguiente partido -la final cabe destacar- de fútbol americano y para recibir su medalla al alumno del semestre, algo que Park Jimin siempre ganaba siendo el orgullo de todos los que lo conocían y llenando así de méritos a la institución y por la cual la habían creado una vitrina especial con todos sus logros, medallas, diplomas y demás... La misma que en estos momentos Min Yoon Gi estaba analizando con una ceja alzada.

——Camine señorito Min, la rectoría está al final del pasillo, usted debe...

——¿Quién es el mocoso famoso? ¿Tan bueno es para que le hicieran un altar? — interrumpió descortésmente con una sonrisa petulante, importandole poco la mueca y mirada afilada que la escueta Secretaría Kwon le había lanzado.

——No tengo porque decirle, puesto que no es de su interés... ——la mujer de aspecto pulcro y recto, lo miró con desprecio debido a que conocía su historial, pero aún así continuó. —A ese muchacho que usted ve ahí... ——movió su mano con gracia, en dirección a la vitrina, como si invitara a pasar a alguién. ——Usted no le llega a los talones, es completamente opuesto a usted... ——la mujer le miraba con desdén, pretendiendo intimidar con ello, pero su su metro sesenta y cinco no le ayudaba, es más causaba gracia en Min. ——El joven Park es un muchacho cálido, tierno, atlético y muy competitivo en deportes, ¡La joya de esta institución! ——hizo énfasis con su voz y con sus manos, Min solo pensaba que el mocoso era un nerd con buen rostro.——Así que permítame decirle que como su historial de matón le precede, si usted tiene intención de molestarle o hacerle algo... No tan solo se las verá conmigo, sino con toda la institución... ——comentó amenazadoramente, apuntándole con un dedo como si Min fuese un insecto putrefacto que entraba a su institución a mancharla con sus manos mugrientas.

Min simplemente se limitó a enarcar una ceja con su típica sonrisa socarrona y miró cómo la mujer reconocía en su mirada el reto que le había impuesto sin darse cuenta, torciendo su rostro en una mueca altanera.

¿Como una mujer tan bonita podía ser tan víbora?

——Para su mala suerte... ——los ojos de Min cambiaron a un color carmín profundo en tan solo milésimas de segundo y se acercó mirándola desde arriba, hasta estar a un palmo de la mujer, hasta el punto de poder percibir la costosa colonia de la femenina. "Importada" Pensó Min. ——Me encantan los retos... ——Min elevó su mano y corrió un mechón de su perfilado rostro colocándolo detrás de su oreja al mismo tiempo que pegaba sus labios a un costado de su oído, sintiendo a la mujer temblar de miedo y placer. ——Son mi especialidad... ——Tan rápido como se acercó, se apartó dejándola completamente petrificada y hechizada.

Min miró nuevamente la vitrina antes de dirigirse a la rectoría por el pasillo que la Secretaría había mencionado y resopló una risa antes de tomar el pomo de la puerta, pensando que era estúpido que trataran a un mocoso tonto como un Dios solo porque...

——¡Lo siento mucho! ——un dolor se extendió desde su espalda a todo su cuerpo de un momento a otro y se vió a sí mismo mirando el techo del lugar, con alguien encima suyo, en medio de miles de papeles regados por doquier. ——Realmente lo siento mucho, no te vi y yo...

——Quieto... ——los movimientos del muchacho sobre él, que pretendían verificar si se había roto algo, se detuvieron.

¡Que ironía!

A Min le causó gracia la manera en que había conocido a la estrella de la escuela, la cual cuando se dió cuenta de que aún estaba a horcajadas sobre la pelvis del extraño, se sonrojo completamente hasta el cuello.

El muchacho era realmente guapo y aquellas fotografía de la vitrina no le hacían justicia a su imágen en persona. Tenía el cabello castaño oscuro; ojos cafés, con algún que otro destello verde y frondosas pestañas; labios gruesos y apetecibles, color rosado; nariz pequeña y respingona de acuerdo a su rostro, haciendo juego con un par de mejillas abultadas, generando que se viera adorable; una mandíbula afilada y por lo que podía apreciar un buen cuerpo ejercitado, con sus músculos en su lugar.

Un cuerpo de Dios griego con cara de niño a ojos de Min.

——Yo... ——el muchacho tartamudeo y el rubio sonrió ladinamente.

—Se que soy guapo hasta el punto de quitar el aliento y me siento halagado, pero... ——el muchacho se había quedado petrificado.——Tu lindo trasero... —Min colocó ambas manos en el trasero del muchacho paralizado, le dió un apretón sobresaltandolo y sonrió al encontrarlo bastante bueno.—Está sobre mi amiguito y cada vez que te mueves... ——el muchacho se sonrojo aún más al sentir la erección de Min crecer contra su trasero.——Llamas su interés y dudo que quieras ayudar a aliviarlo, trasero de melocotón... —lo único que Min logró percibir fue como el muchacho Park, apretó sus manos en puños sobre su pecho y contrario a lo que pensó, no se quitó de inmediato totalmente avergonzado... Si no que le lanzó un puñetazo a la nariz y se levantó como alma que lleva al diablo, recogiendo torpemente los papeles y huyó del lugar.

——Demonios... ——maldijo por lo bajo poniéndose de pie con dificultad y tapando su adolorida nariz sangrante, observando como la figura de Park desaparecía de su campo de visión.

——¡¿Que le sucedió alumno Min?! ——la voz de la Secretaría Kwon se escuchó fuertemente y su mirada de reproche apareció frente suyo. Al parecer había logrado salir del transe cuando Min se distrajo con Park. —— ¡Primer día en la institución y ya peleó con alguien! Esto es inaudito, tendrá que recibir un castigo y...

Min dejó de oírla y simplemente caminó siendo guiada por ella hacia la enfermería.

Había pensando que se aburriría en aquella institución no más entrara. Todo siempre seguía el mismo curso, él era un matón, había alguien disponible para molestar y listo, todo monotonía, pero esto iba más allá.

Min Yoon Gi no se detendría hasta poder joder aquel delicioso trasero cuyo dueño tenía un nombre bastante conocido para esta institución, "Park Jimin, la joyita del Instituto Shinhwa".

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Bien, decidí darle continuación a esto, porque me puse a leer mis historias, se me vinieron ideas y por eso quise escribir ^^

Doy por terminado mi hiatus con esto, aunque las actualizaciones serán lentas debido a que he perdido práctica después de tanta inactividad.

Debo habituarme primero así podré actualizar más rápido, no diré cual obra actualizare a continuación porque ni yo sé, así que gracias por leer y por su apoyo.

ARMY_KAWAII987

Silencioso | YOONMIN ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora