Silencioso | YOONMIN ✔

02

--Okay, esto si que es interesante.

Una risa peculiar parecida a limpiavidrios se escuchó por toda la enfermería irritandolo aún más de lo que estaba. Aún estaba sorprendido por cómo había logrado llegar a esta situación.

--Deja de reirte. Solo necesito que la coloques en su lugar para que pueda sanar como debe ser. --se quejó señalando su nariz.

--Está bién, pero dolerá como los mil infiernos. --advirtió una vez que calmó su risa.

--Solo hazlo, Seokjin.

--De todas manera, ¿Cómo es posible que un estudiante rompa la nariz de un vampiro?

--Ya te dije que- ¡AHH! ¡HIJO DE P-...! --un golpe en su nuca acalló su grosería.

--Lenguaje. --riño el enfermero, antes de comenzar a limpiar la zona, a pesar de que pronto se curaría por su cuenta.

Yoongi le dió una mirada de muerte al enfermero, el cual desestimó aquello rodando sus ojos. Si no fuera porque era un gran amigo de su padrino, el rubio ya habría rasgado su garganta. El hombre siempre le trataba como un colega más, siendo que solo se conocían de vista.

--Ya te dije... --comenzó a hablar luego de unos segundos, sopesando el dolor. --No soy completamente un vampiro y aveces mi parte humana gana más terreno que mi otra mitad. --Yoongi hizo una mueca y ahogó un insulto al sentir un pinchazo de dolor. Que sanara fácilmente, no significaba que no doliera.

--Ahora que lo recuerdo, tu padrino mencionó algo sobre ello. --asintió el enfermero una vez que terminó su trabajo, colocando una venda solo para aparentar. --Pero lo olvidé. --se encogió de hombros, antes de dirigirse a su archivador.

--Eres un médico de todas las especies y no sabes demasiado. --bufo Yoongi, recibiendo nuevamente una mala mirada del mayor por cuestionar sus conocimientos.

Él sabía que estaba hablando de más y que su mal genio le estaba ganando por sentirse humillado, pero no podía evitarlo. Luego de aquel primer encuentro con la joya del instituto, que le costó un gran golpe en su nariz, la Secretaría Kwon lo había arrastrado a enfermería.

Yoongi solo pensaba en que el mocoso realmente era fuerte y se las pagaría.

--¿Vas a quedarte aquí fastidiado o irás a tu siguiente clase? --claramente el mayor le estaba echando.

--Prefiero quedarme aquí y darte el lujo de que tengas mi compañía. --se encogió de hombros, antes de tumbarse sobre la camilla cerca del ventanal.

--No tienes remedio, a este paso nuevamente perderás el año. --negó el mayor antes de dedicarse a acomodar su archivador.

--No es como si me perdiera de mucho. --se quejó. --Estos profesores no tienen nada que enseñarme que no sepa y además, soy mucho mayor que incluso de ti, solo que estoy atrapado en mi apariencia de un mocoso de dieciocho por al menos un par de siglos más. --musito. Seokjin rodó sus ojos. --Además se supone que tuve una importante hemorragia nasal y debo hacer reposo. --Yoongi se giró de lado, intentando conciliar el sueño, pero su mirada quedó clavada en cierto castaño haciendo calentamientos en el campo de entrenamientos.

Yoongi sonrió de lado al ver nítidamente aquel buen trozo de culo enfundado en aquel pantalón deportivo corto y aún más al ver aquel par de muslos bien marcados. Pero nada de eso igualó a la atractiva sonrisa del mocoso.

«Uff... El mocoso está como quiere»

Suspiro y luego frunció el ceño, ¿desde cuando suspiraba?

--Ese niño Park...

--¡Aigoo, me asustaste! --un estruendoso ruido se escuchó y girándose nuevamente, Yoongi vió las cosas tiradas del mayor. --¡Pensé que te habías dormido! --le reclamó el mayor. --Creo que me va a adar algo, ven y tomar mi presión arterial.