Prefacio.

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Un hogar y un hermoso trabajo puede ser perfecto para algunas personas, pero no para todas... A veces queremos más, queremos que algo o alguien cambie nuestros días.

Las sorpresas no siempre son bienvenidas, algunas quizás traen problemas. Problemas de los que quieres escapar a toda costa.

Algunas veces queremos estar solos, otras creemos quererlo, más anhelamos una compañía.

Así fue como Zoé, tras escaparse la noche de un treinta y uno de diciembre, conoció a David, quién había terminado una relación de años en esa misma noche. 

Dos almas solitarias que, sin buscarse, terminaron encontrándose.

— ¿Leerás para mí?

—Siempre que quieras.

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