Capítulo 1

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En una noche oscura en San Francisco, una chica llamada Sailee se había despertado a las cuatro y cuarto de la mañana por unos ruidos que se oían afuera de su casa. Miró por la ventana pero no se veía nada, así que decidió salir de su casa para ver qué pasaba.
Se puso una camiseta cualquiera de su armario y cogió unos pantalones bajos ya que era de noche y hacía frío, también aprovecho y cogió un suéter que le quedaba un poco largo.
Cogió el teléfono y salió en silencio de su cuarto para no despertar a sus padres. Bajó las escaleras hasta el piso de abajo.
- ¿Dónde están las llaves? -. Susurró. -Ugh... ¡¿Dónde están?!-. Elevó un poco más su voz. - No las encuentro-.
Pero un golpe inesperado en la puerta de la entrada hizo que Sailee se quedara en shock asustada. Se oían voces en el exterior pero como si estuvieran más de dos personas discutiendo.
- No me creo que haya una pelea justo delante de mi casa-. Dijo ella molesta.
Sailee sin saber qué hacer en aquel momento, lo único que se le ocurrió fue acercarse a la puerta poco a poco. Cada paso que daba era un escalofrío más. Llegó al pomo de la puerta, están dudando en abrirla o no.
- ¿Qué hago? - Dudaba.
Así que decidió abrirla pero la fuerza no la hizo ella hacía dentro sino que algo desde fuera estaba intentando abrir la puerta, entonces ella se apartó hacia atrás y resulta que era el cuerpo de un chico malherido con pelo negro, nariz fina, en forma porque la camisa estaba subida y de más o menos unos 1,90 m de alto.
- ¡¿Q-Qué?!... ¡¿Qué es esto?! -. Dijo casi sin respiración del susto.
El chico extraño herido pero no muerto. Sailee viéndose en esa situación en lo único que pensó fue llevarlo al hospital pero Antea revisarlo a él y también si había alguien al rededor pero no había nadie.
Se agachó y le tomó el pulso.
- Uff, por lo menos no está muerto -.
De repente el chico abrió sus preciosos ojos marrones claro y la miro fijamente, ella hizo lo mismo y se quedaron así durante cinco segundos pero el chico cayó en un sueño en el que no se volvió a despertar. Sailee le dio tres tortas en la cara pero no despertó.
- ¡¿Que hago ahora?! ¿Lo llevó al médico? Pero si no lo conozco de nada...-.
Después de muchos pensamientos de duda decidió llevarlo al médico.
- No quiero llamar a la ambulancia porque despertaría a mis padres y no es una cosa que desearía mucho ahora, así que lo llevaré yo misma-.
Sailee se dirigió al garaje de la casa y dejó al chico misterioso solo en la puerta de la entrada de su casa.
Tomó las llaves del coche y entró en el. Salió del garaje y se paró en frente de la entrada de la casa. Se bajó del coche para ir a buscar al chico pero él ya no estaba.
- ¡¿Pero qué?!-.
Corrió hacia el coche y entró en el. Fue a dar la vuelta para aparcar en el garaje pero un ruido extraño en el coche la alarmó. Se viró hacia atrás y vio una sombra de un hombre que reconoció por su figura. Esa sombra le tapó la boca y le di un golpe en la cabeza que la dejó inconsciente.




•CRD•

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