Capítulo 35.

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Abro los ojos y lo primero que percibo es el olor a medicamento, cuando mis ojos se adaptan a la luz puedo observar las paredes blancas, cuando mi cuerpo se despierta siento la aguja en mi vena, y finalmente cuando recupero la razón, me doy cuenta de que estoy en el hospital.

Recuerdo lo qué pasó antes de desmayarme y mi primer instinto es tocarme el vientre, pero me doy cuenta de qué hay un peso sobre mi mano derecha, volteo a ver, es la mano de Christopher, está sobre la mía.

Está en una silla a lado de mi con la cara recargada en la cama, al sentir mi mano moverse bruscamente, levanta la cabeza de golpe hacia mi dirección.

Mi corazón se encoge al ver sus hermosas y finas facciones, y me detengo analizarlas, su mandíbula tan definida, su cabello rizado y claro, sus pestañas tan delicadas, sus labios que parecen tan suaves a la vista, y la barba que empieza a salir, a pesar de su aspecto cansado, sigue siendo tan guapo.

Hay rastros de agua debajo de sus ojos y está un poco pálido, lo cual hace que me preocupe. Me dedica una mirada triste, con una sonrisa muy débil.

Siento un dolor en el abdomen y gimo.

"Amor, ¿estás bien?" Pregunta  preocupado

"Estoy bien" contesto "solo es un ligero dolor"

Christopher asiente aún con la cara preocupada

"¿Cómo está mi bebé?"

"Amor..." dice con un tono de melancolía

"¿Qué pasa, Christopher?" Pregunto empezando a alterarme

"No pudieron hacer nada para salvarlo, Dul" las lágrimas empiezan a brotarle

"¿Qué?" Digo débilmente

"Tu vientre está muy delicado, y eso hizo que tuvieras un aborto espontáneo" dice con un débil susurro

No soy consiente de que estoy llorando hasta que siento el sabor salado en mi boca.

Lo perdí.

Mi sueño se esfumó.

No seré mamá.

Chris y yo no seremos papás.

Siento como todo el dolor invade mi cuerpo, como todos mis sueños se caen. Estaba tan emocionada, iba a ser mamá. ¿Y si no tengo la oportunidad de ser mamá otra vez? ¿Y si mi vientre va a ser lo demasiado débil para no aguantar otro embarazo? ¿Qué pasará con el sueño de Chris? ¿Qué pasará con el mío?.

Me siento rota por dentro, derrotada, frágil, vacía. Chris aprieta mi mano y se acerca a mi rostro, coloca sus manos alrededor de mis mejillas, me limpia con los pulgares las lágrimas y me da un suave beso en la frente, se queda ahí un momento y después pega su frente a la mía.

El también la está pasando mal, él también perdió un hijo. Pongo mis manos en sus muñecas, alentando a qué no deje de tocarme. Su tacto me reconforta, me mantiene fuerte. Si tan solo lo hubiera escuchado, él trataba de protegerme siempre y yo me negué...

Pasamos un largo tiempo pegados sin decir una palabra, solo dejando que el dolor salga de nuestros cuerpos en forma de lágrimas.

Aunque sé que este dolor tardará en sanar.
La puerta de la habitación se abre y entra el doctor, Christopher se sienta a mi lado en la cama y me toma de la mano.

¿Por qué lloras?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora