¿Por qué lloras?

Capítulo 36.

Dulce.

Ha pasado un mes desde que perdí a mi bebé, aún me duele, y tal vez con la misma intensidad, con el paso de los días he caído más en cuenta de lo que ocurrió. Lo cual no hace más que derrumbarme más. Christopher no está mejor que yo, aunque trata de que yo no lo note, trata de ser fuerte por mi, pero sé que en el fondo, esto lo lastima tanto. Y si soy sincera, yo no ayudo mucho a que salgamos adelante, me he portado como una adolescente, Christopher volvió al trabajo 2 semanas después de lo ocurrido, aunque él no quería. Mientras él se iba, he salido a tomar unos tragos con mis amigas, llego tarde a casa, trato de alejarlo de mi, aunque sé que lo lastimo con mis actos no puedo evitarlo, estoy mal, y esta es mi forma de tratar de curar las heridas, comportando como adolescente. Dios, se que está muy mal, y Christopher trata de ayudarme porque sabe por qué actúo así. Hace dos semana tuvimos una discusión porque un chico casi me besa en un antro, yo ya estaba muy tomada para saber qué hacer, pero por suerte Christopher llegó para detenerlo, lo golpeo y el chico se alejó. Llegando a casa, estaba tan enojado que trato de que me diera una ducha, pero lo empujé...

"Basta, Christopher, deja de tratarme como si fuera una niña"

"Estás actuando como una.- dijo fríamente- ¿Qué parte de que tienes que reposar no entiendes?. Acabas de perder un hijo, joder"- levantó la voz

"Hubieras dejado que me besara, tal vez tendría mucho más que ofrecerme que tú"

Lo fulmine con la mirada y me dirigí a nuestra habitación. Él no me siguió. Duramos 3 días sin hablarnos.

Y ayer, tuvimos otra pelea, un tanto fuerte. Eran las 2:30 de la madrugada, acababa de llegar a casa y Christopher estaba hecho un lío, contactándose con todas mis amigas para encontrarme, lo encontré dando vueltas en la sala y tirando de su hermoso cabello, al verme no tuvo la reacción que esperaba, no me gritó ni me regañó, se acercó hacia mi rápidamente y se estrechó en sus brazos, podía sentir su corazón latiendo fuertemente y eso hizo que mi corazón se estrujara. Christopher estaba herido, incluso más que yo, él recibió la noticia primero, y yo solo pensaba en mi, en curar mi dolor, y él pensaba en curar nuestro dolor juntos. Soy una egoísta.

Le rodee la cintura con mis brazos, tenía que curarnos a los dos, lo merecemos, meremos salir adelante.

Después de unos minutos, Chris se alejó de mi, colocando ambas manos en mis mejillas. Acercó su rostro al mismo y deposito un suave beso en mi nariz.

"No vuelvas a asustarme así"-dijo duramente, aunque con toque de miedo

"Te iba a llamar pero se me descargó el teléfono"

"Vamos a que te des una ducha"- tiró de mi hacia el baño

"No, no quiero"- dije forcejeando

"Dulce, apestas a alcohol, vamos"- trató de jalarme de nuevo

"Dije que no, si tanto te molesta mi olor puedes dormir en el sofá"

"No digas tonterías, dormiré contigo, después de que te bañes"

"Joder, Christopher, déjame en paz. Eres tan molesto. Tal vez deberías conseguirte a alguien que te obedezca y te pueda dar un hijo"- solté las palabras tan rápido que no pensé el daño que podría haber hecho

Nos sumimos en un gran silencio. Vi que Christopher tensó su cuerpo.

"Tal vez debería hacerlo"- sus palabras fueron una apuñalada a mi corazón- "pero no buscar a alguien que me dé un hijo, sino a alguien que respete mi dolor"

Se dirigió hacia la entrada y el pánico se apoderó de mí y actué con rapidez, corrí y me coloqué entre la puerta y él hombre que amo y que me ha soportado. Esta llegando a su límite, puedo sentirlo.

"¿Qué haces?"- un escalofrío recorrió mi cuerpo al oír el tono de su voz, inexpresivo, se iría.

"Chris, perdona, no quise decir eso, respeto tú dolor, lo hago, sabes que digo cosas sin pensar, lo lamento, no te vayas por favor, no me dejes...tú no"- mi voz se quebró.

"¿Dejarte? Ja. Así me rogarás que te dejara, jamás lo haría, eres todo lo que necesito, tonta"- dijo suavemente

Tomo mi mano y tiro de mí hacia su pecho, acaricio mi cabello.

Me abrazó y fue energético el sentir que él alma me volvía al cuerpo.

Yo estaba temblando, el alcohol más las hormonas hizo que el temor me inundara, pensé que se iría, me ha aguantado tanto que estoy segura de que se estaba hartando. Joder, él me ama, él tiene razón, actuo como una niña.

Se separó de mi

"Iba a comprarte algo para el dolor de cabeza, vete a bañar, no tardo"- me dio un beso corto en los labios

Asentí levemente dirigiéndome hacia el baño. Oí a lo lejos como se cerraba la puerta de la entrada. Me desnude y me bañe, con la adrenalina de ver en el antro 25 llamadas perdidas de Christopher y 16 mensajes, más las 8 llamadas que tenía Maite de él y las 10 llamadas al teléfono de Annie, había sido suficiente para que se me bajara el alcohol, y todo empeoró cuando traté de llamarlo y se me descargó el teléfono. Luego llegue a casa y bueno, lo demás ya lo dije.

Cuando termine de ducharme, me lave los dientes y salí envuelta en una toalla de la habitación. Christopher estaba de espaldas a mi, mirando por la gran ventana.

"¿Cómo te sientes, bonita?"-Dijo Christopher aún sin voltear a verme

"Bien. ¿Cómo...?"- Dije acercándome a él

"¿Cómo qué, nena?"- se giro hacia mi

"¿Cómo supiste que estaba aquí?"

No respondió mi pregunta, simplemente sonrió levemente

"Ven aquí"- su tono de voz ahora era sensual

Me acerqué a él y este me tomo de la cintura y me pego a su cuerpo, su cabeza se acercó a mi cuello y aspiro suavemente.

"¿Ves? Ahora hueles deliciosa"- sonrió

"Perdón por ser tan insoportable aveces"- dije sinceramente

Él me quito un mechón de pelo de la cara y lo coloco detrás de mi oreja

"Estoy enamorado de ti, Dulce, y el que me dieras un hijo era algo extra, un fruto de nuestro amor, pero no aumenta ni disminuye mi amor por ti, te amare igual siempre. Entiendo por qué actúas así, yo también estoy lastimado. Pero saldremos adelante... juntos, bonita"- su tono de voz fue tan dulce que mi corazón dio un brinco de alegría.

"Vamos a la cama"- dijo después de un rato de estarnos observando

Lo mire pervertidamente

"No, estas ebria"- dijo después de ver mi expresión

"No lo estoy, Christopher. Mírame, estoy bien"

Era verdad, ya no estaba ebria, se me había bajado el alcohol casi en su totalidad. Pero lo necesitaba, necesitaba al hombre que tenía enfrente de mi, no me tocaba desde antes de haber tenido el aborto.

Me acerqué a él, tiré de su cabello para que nuestros labios se unieran. Tardó unos segundos en contestarlo y cuando lo hizo, supe que él también lo necesitaba. Otra vez consumiríamos nuestro amor.