1.

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Un chico rubio tocó despacio su ventanilla. La bajó.

 Tenía el ceño fruncido y parecía que había corrido muchísimo sin descanso. Vestía una camisa celeste con una corbata a medio hacer junto con unos pantalones formales y sostenía un maletín.

—Disculpe, ¿está en descanso?

 Namjoon negó con la cabeza.

—No, suba tranquilo.

 El chico sonrió un poco y subió al asiento trasero, casi desplomandose y dejando salir un gran suspiro.

—¿A dónde le llevo, señor?

—No sé.

—¿No sabe a dónde?

—No. ¿Puedo pedirle un favor?

 Namjoon lo miró desde el espejo. El otro se tensó un poco en el asiento.

—Tuve un largo día hoy y nadie me espera en casa. Mi sesión de terapia no es hasta la semana que viene y realmente necesito a alguien para hablar. Puede conducir a dónde sea, voy a pagarle lo que sea necesario, incluso si hay que volver a llenar el tanque.

 Volteó su rostro para verlo mejor. Realmente parecía cansado, y de todas formas había terminado su turno.

 Nadie podía culparlo, hacía tiempo que no tenía una conversación interesante con alguien y moría de curiosidad por preguntarle qué tenía en el maletín y por qué había corrido tanto.

 Arrancó el auto y se permitió confiar en lo que había mencionado de la gasolina.

taxi. (minjoon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora