Capitulo 8

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Capitulo 8: “Perdí mi música… la melodía de mi existencia… ¿La recuperare?”

He cogido una bocanada de aire al despertar, no recuerdo nada y he observado cerca de mí al ‘padre de todos’ e Isaac, pero, el muchacho está en una de las esquinas solo observando... no sonríe... ¿Qué ha sucedido?

-Hijo ¿Estás bien?- No soy su hijo, entiéndalo señor.

-No soy su hijo, ya se lo he dicho... estoy bien, no...- ¿Claude?... ¿Qué sucedió con él?

Recuerdo haber escuchado a Isaac gritar su nombre, pero, ahora no se percibe ni su sombra...

-¿Dónde se encuentra Claude?- Díganme que no ha sido desintegrado por el sol... una muerte mas es imperdonable para mí. La música no se escucha ya... no, no es cierto; los ojos de Isaac son quienes me han confesado lo que sucedió al ser envuelto en la oscuridad... No he pensado si quiera el asunto cuando he salido corriendo de esa habitación, necesito encontrarle o al menos saber la razón de su ausencia. Recuerdo las palabras por la boca de ese hombre cuando veía los ojos de Isaac... “No volverá a tocar su cello... no lo hará en largo tiempo”

Un músico sin su música, no es un músico, lo sé porque yo he de tocar el violín, pero, no me he entregado el alma entera al instrumento, en cada nota, en cada partitura y darle vida a las páginas musicales... He pasado por un lado del violinista que le acompañaba a interpretar tan endemoniadas notas... ¿Dónde te encuentras?

Parece un laberinto este pasillo, por donde busco a alguien que apenas conozco su existencia... no sé, pero, algo interno mío me dice que sucedió una tragedia... la música le ha abandonado... un vago sonido, es el arco que lucha por producir una nota armoniosa; he abierto la puerta y mis temores se han confirmado... No puedo creer lo que mis ojos observan, es Claude pero... no, no es posible... no pudo haber sucedido o ¿sí?

-Príncipe...- Me ha nombrado, no... Su fortaleza se ha derrumbado... bloque a bloque, siendo polvo arrastrado por el viento -¡Lárguese de aquí, usted es el maldito culpable de todo esto!- Nadie me ha alzado la voz de esa forma... él tiene sus razones de estar hundido en enojo, perdió su música... no la recuperara.

-Lo siento... en verdad lo siento- No hay una palabra que sirva para disculparme por mi actitud, si no hubiera huido cuando él e Isaac le otorgaban la vida a esas partituras, nada hubiera sucedido... él conservaría su música y... su brazo con ella.

-Por favor... retírese, váyase si así lo desea... pero, le aseguro que no le protegerán, y si se atreven a salvarle la vida... yo mismo acabare con la tuya, príncipe- El odio es tan percibible que el ambiente se torna rígido y pesado... siento deseos de llorar, de huir, de escapar de esta pesadilla... ojala hubiese sido yo quien haya perdido su brazo, o haber muerto.

-¿Por qué me protegisteis?- Si ahora deseas mi muerte, dímelo... ¿Por qué me protegiste?

-Era mi deber... ahora, solo soy eso... el oráculo... ya no mas el músico del infierno, el que da vida y la puede quitar con solo frotar su arco contra las cuerdas... el que es capaz de arrancarte el alma con un tono melancólico o una ferviente... ya no mas, por eso he dejado mi lugar de oráculo... válgase por sí mismo a partir de ahora, si es que puede- Soy el ser más despreciable que existe, le he arrebatado lo que más ama... la música.

-No es necesario que desees ver mi cadáver... yo mismo acabaré con el problema- He salido de la habitación sin poder olvidar el cello que una vez fue de un banco perlado, ahora de un bermellón con hedor a sangre... a paso presuroso por el alfombrado, me he dispuesto a ser tocado por el sol y desaparecer de este mundo, ya nada me importa...

I am the VampireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora