T I M E ; TordTom

05

Se sentía mareado y aturdido, ay vista era demasiada borrosa y de fondo solo escuchaba un fuerte pitido.

Aún así logró divisar a alguien frente a sus ojos, le hablaba pero el pitido no lo dejaba escuchar bien.

××

—¡Tord!– escuchó el grito del británico quien estaba alterado.

Aquel laboratorio estaba siendo atacado, varios de lo s que estaban huían a las salidas de emergencia pero eran alcanzado por esos soldados.

El noruego al haber razonado por completo la situación, tomó a su prometido dispuesto a protegerlo y salir de ese lugar.

Pero

—¿Tom?– sintió como un peso caía detrás de el – No, no, no– le arrastró entrando en pánico, le habían disparado en el torso.

—T-Tord... – su respiración se agotaba y sus cuencas se llenaban de lágrimas por el dolor y el miedo– perdón... No cumplí nuestra prome–

No terminó la frase por la enorme tos que le empezaba a dar y escupía sangre.

—No Tommie, no digas eso– sentía el dolor en su pecho y sus ojos cristalinos, no podía tampoco seguir hablando al sentir su garganta cerrada– t-tenemos que envejecer juntos recuerdas?– besó su frente repetidas veces.

—Te amo Tord...– sonrió observando por ultima vez los ojos de su amado.

—Yo igual te amo cariño– sintió como la mano contraria se debilitaba, dejándose caer como una hoja de roble.

××

Logró salir del laboratorio con el noruego en el hombro, el único lugar cerca para resguardase era el árbol ya seco.

Tenía leves daños en su sistema, pero nada para colapsar en ese instante, tenia que proteger a su creador.

Al llegar al roble le recargó en este para poder revisar las heridas que tenía, este despertó alterado

—Señor!, necesito que no se mueva, puede lastimarse mas– le detuvo de los brazos al ver sus intensiones de querer pararse.

—Tom?! Donde está mi Tommie?!– se trababa con su propias palabras soltando quejidos de dolor por sus heridas.

—Señor soy yo!, Thomas –  siguió reteniéndolo, pero el noruego le empujó con brusquedad tirándolo al suelo.

—¡No, solo eres una estúpida maquina programada para sustituirlo!– tomó aire bastante enojado – ¡TU NO ERES TOM!, YO QUERÍA MORIR JUNTO A EL ¡¿ENTIENDES?!–

El simple robot no soltó ni una palabra mas, manteniendo una distancia con el de cuernos, podía escucharlo llorar pero no se acercaba.

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