[Capítulo 2]

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Sí- Mi respuesta salió mas dura de lo que esperaba.
Me dí el tiempo de observarla, hacía mucho tiempo que no hacía eso, pero necesitaba hacerlo. Su rostro se tornó pálido, ibamos pasando por una plaza cuándo todo sucedió. Traté de buscar con mi mirada algún asiento, donde se sentara antes de un posible desmayo. La cuadra estaba vacía, hacía mucho tiempo que el cielo no estaba tan oscuro, todo esto parecía sacado de una película de terror, la plaza vacía, el cielo en un tono nada claro, y Ash, oh, Ash estaba en mis brazos balbuceando cosas sin sentido. Traté de marcar con mi móvil a una ambulancia, no podría nisiquiera llegar a la farmacia más cercana con ella, y dejarla ahí mientras iba en busca de ayuda no estaba en mis planes, lo que menos quería era que desapareciera por un descuido mío.

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Desperté con una punzada en la cabeza. Todo lo que se escuchaba eran los pitidos de una máquina, como si estuviera en el hospital. Abrí los ojos y traté de acostumbrarme a la oscuridad que ahí había, recordé lo del día anterior y como habíamos tenido que llegar al hospital. Los doctores me habían dicho que eran secuelas de la intoxicación que había sufrido. Al parecer no era solo alcohol  lo que había consumido, había mezclado algún tipo de pastilla, no lo sé muy bien, no presté atención a esa parte. Sólo me quedé tirada en el pequeño sillón que había en la habitación. Había ocupado mi tiempo en solo observar el ritmo de su respiración o contemplar la habitación.

Cuando noté que habría los ojos, involuntariamente sonreí, y sorprendentemente bajo una lágrima por mi mejilla, no sé si fue por felicidad, tristeza, angustia, solo sé que sentí algo y fue suficiente. Llamé al doctor o enfermero lo más rápido que pude, de las pocas cosas que logré escuchar fueron que si ella reaccionaba de alguna manera, tendría que buscarlos rápidamente.
Al volver y observar su cara de desconcierto, le hice señas para hacerle entender que luego le explicaría todo.
La doctora al irse me dijo que aquellos detalles mostrarían los avances que iban teniendo los pacientes, así que le dí las gracias y esperé a que saliera para poder cerrar la puerta y hablar con ella.
-¿Tienes alguna idea del miedo que me has hecho pasar?- Dije con una lágrima bajando, en estos momentos ya era una mezcla entre rabia y alivio. Así que me acerqué y la abracé como pude, el abrazo se sintió como aquellos de los que hablan los libros, me explico mejor, aquellos abrazos que juntan todos esos pedazos rotos que hay en tu alma.
-Lo siento- Aquello fue lo único que dijo en ese momento. Me abrazó más fuerte repitiendo la misma frase, aquello me estaba partiendo el alma, pero no podía hacer nada más que decirle que yo estaba ahí, que lo único que importaba era que ella estaba ahí, consiente de todo.
Esperamos que llegara la doctora a cargo y nos diera algún tipo de información, si ella se podría ir o algo, pero nos dijo que se podría ir al día siguiente dependiendo de los resultados de sus exámenes.
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Al día siguiente estabamos caminando devuelta hacía nuestro departamento. Por el camino compramos algunas cosas para la cena, ya que su estado no era el mejor y yo no había dormido ni 5 horas en esos dos días, preferimos no salir y quedarnos en el apartamento. Cuando ya estábamos llegando, Ashley decidió romper el silencio. Algo nuevo pero que agradecí mentalmente.

-Lo que ocurrió en estos días... ya sabes.- Decidí mirarla a los ojos por primera vez en ese día, y solo ví arrepentimiento.
-Fue producto de la rabia, ¿está bien?- Sé que no lo estaba pero decidí no interrumpir su discurso.
-Chris me dijo que necesitaba hablar conmigo y bueno, me contó lo que había hecho en este tiempo que no habíamos podido estar juntos. Él..me engañó y no supe como reaccionar, lo único que recuerdo fue haber golpeado su cara violentamente y haberlo insultado de todas las formas que se me ocurrieron en el momento. Sé que no estuvo bien, pero no sabía qué hacer, por lo que al pasar por la botilleria más cercana compré lo primero que ví y luego lo mezcle con unas pastillas que habían en mi mochila. No pensé en las consecuencias, pude haber muerto, lo sé, pero ¿Qué hacer cuando el amor de tu vida, pasó este par de meses en otra ciudad engañandote quizás con cuánta persona se le cruzaba? Lo único que quería en ese momento era desaparecer, sé que suena y es egoísta, debí al menos pensar en tí, que eres la única persona que ha estado conmigo en los peores momentos. No debí haberme excedido con todo esto de el rompimiento de la relación pero lo consideraba como mi todo. Ahora, luego de haber pasado por todo esto, y darme cuenta de que probablemente yo no signifique nada para él, me hace pensar que todo este tiempo con él, fue un tiempo perdido, sí, que mal que me haya dado cuenta después de toda esta situación, pero debí haberte escuchado cuando me decías que él no era lo que pensaba, que me estaba mintiendo. Debí haberte escuchado, al fin y al cabo eres la única que ha estado conmigo siempre.- Al terminar prácticamente saltó hacía mí y me abrazo, me abrazó como si fuera la última vez que nos veríamos.
-Bueno.. no sé qué decir, sólo..trata de no pensar en el tema, ¿Bueno? Piensa en quien eres ahora y deja atrás el pasado, como siempre debió ser. Él no te merecía y al menos, te diste cuenta, tarde pero lo hiciste.- La abracé con la misma intensidad y estuvimos así por un par de minutos fuera del edificio.

Al entrar le serví un vaso de agua ya que, otra cosa sería muy fuerte para el estado en que estaba. Nos pusimos a hablar y me dijo que el "papel" que había encontrado esa noche, era una carta que había dejado, había sentido que podría morir, y quería dejar algo para ser recordada, tal vez en aquellos libros que estaba escribiendo, no lo sabía muy bien, pero era algo. Me dijo nuevamente que lo sentía mucho pero traté de evitar el tema, me incomodaba, me dolía, así que pregunté sobre sus clases de literatura. Me habló de unos escritores que nunca había escuchado, presté atención a cada una de sus palabras, se expresaba con tanta emoción que la podías sentir tú mismo, realmente amaba la literatura, podías darte cuenta con solo notar la pasión con la que hablaba. En un momento me preguntó algo que me dió que pensar.
-¿Qué hacías la noche en la que toda tu facultad tenía que exponer?- No supe que responder, sólo tenía recuerdos borrosos de esa noche, lo que me parece extraño, es que cada vez que intento recordar, me encuentro en una estación de tren, pero la pregunta es cómo llegué a esa estación de tren.
-¿Por qué me lo preguntas?- Respondí incómoda, aquella situación me había puesto incómoda, no sabía que decir y sentí miedo.
-No te ví, supuse que te fuiste a algún bar esa noche, recuerdo que no querías hablarme y te habías enojado con tus compañeros de clase.- Tuve una especie de recuerdo pero aún así, aquello no me lograba dejar todo claro.

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