Flashback
¿¡Ashley!?- Grité lo más fuerte que pude. Sentí que todo se nublaba. Traté de buscar algo donde sostenerme, el sitio no me parecía para nada conocido y comenzaba a entrar en pánico.
Ví que en suelo había tierra así que supuse que el sitio era una especie de campo o un lugar abierto. Traté de calmar mis emociones en ese momento y busqué mi celular, se supone que estaba en mi bolsillo pero no lo encontraba.
Al tenerlo en la mano prendí la linterna rápidamente e ilumine el lugar. Sentí un alivio demasiado grande, noté que estaba en una estación de tren.
Grite el nombre de mi mejor amiga nuevamente. Fue como gritarle al vacío, no hubo respuesta alguna.
Sentí como si alguien me estuviera observando, traté de iluminar lo más lejos que pude, pero el alcance de la luz no ayudaba.
Vi una sombra pasar rápidamente por detrás del tren. En este momento ya no sentía miedo ni pánico, todo lo que sentía era adrenalina. ¿Para qué sentir miedo cuándo podría desaparecer en aquel momento y nadie lo notaría? Malditos compañeros, convirtieron mi clase en un infierno, después de todo solo me dedicaba a tomar apuntes en la u.
La sombra se volvió a perder en aquella oscuridad.
Traté de correr lo más rápido posible, tenía la esperanza de encontrarla. Cuando decidí que ya no podría encontrarla, me gire y quede estática. Una chica no muy alta y con un tono de piel demasiado claro me estaba mirando, me miraba como si fuera una especie de criatura extraña, como las que sueles ver en espectáculos de circo antiguo. Traté de acercarme, pero solo recuerdo un golpe en seco.
Fin flashback
Me excusé con el motivo de que había olvidado algo. Iba camino a la entrada de la habitación cuando Ashley me dijo:
-Recuerda traer unas pastillas para el dolor de cabeza- Dijo esto sobando sus sienes y haciendo una mueca de dolor.
-Como quieras- Respondí cerrando la puerta.
Una vez fuera del edificio, me puse a caminar hacía ningún lugar específico. Ya estaba oscureciendo y las calles comenzaban a llenarse de todo tipo de automóviles. Los ruidos fuertes comenzaban a hacerse más frecuentes, los bocinasos, los gritos de las personas al cruzar una calle, todo comenzaba a aumentar.
Opté por comprar las pastillas antes que se cerraran y me fuí hacía el lugar más tranquilo que podía haber en esa ciudad a aquella hora.
Entré al bar y no me sorprendió verlo casi vacío. Mike me sonrió desde la barra y saltó, como siempre lo hacía cuando me veía, y me dió un beso en la mejilla. Después de darle un abrazo, me senté y le hablé de lo que había pasado con Ashley.
-¿Cuántas veces le dije que era un maldito idiota que no la valoraba?- Estaba claramente enojado, Chris le había dicho un montón de cosas a Ash para que se enojara con su grupo de amigos. Trató de dejar mal a cada persona que trataba de acercarse. Era un maldito egoísta cuando se trataba de ella, trataba de controlarla, se había creado una especie de relación tóxica y todos lo notabamos, aunque ella no, estaba cegada con que era un buen tipo, el hombre ideal. Tratamos de hacer todo lo que pudimos pero se terminó alejando, tal como quería Chris.
-Lo entendió, pero de la peor forma, ahora solo tenemos que apoyarla, no está pasando por un buen momento. Lo que menos necesita es que tengamos el tema siempre en discusión.- Estos temas solían ponerme de mal humor fácilmente, no es que tuviera poca paciencia, pero el tema había estado dando vueltas por bastante tiempo en muy pocas horas.
-¿Tienes pensado ir a verla cuando tu turno termine?- Pregunté un poco curiosa. Tener a Mike ahí disminuía las posibilidades de que Ash retomara el tema de la noche de la exposición.
-Supongo que sí, no es como que tenga planes en mente después del trabajo.- Y con eso fue suficiente.
Me despedí de él y salí con una sonrisa. Me había distraído un poco y ya podía volver al apartamento, no sin antes pasar a comprar unas bebidas y algunas cosas para comer para cuando llegara Mike.
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Mike y Ash reían de algo que no había escuchado muy bien. Habían estado toda la tarde de esa forma y yo los había estado observando. Tenía mi cuaderno de bocetos en mi regazo y estaba trazando algunas líneas mientras los veía. Cuando ví lo que había dibujado me sorprendí un poco. Era una silueta un poco conocida, tarde varios segundos en darme cuenta pero cuando lo hice quedé atónita.
Era la misma chica que había visto en la estación, aquella que había estado rondando en mi cabeza en recuerdos tan vagos y borrosos.
Decidí dejarlo a un lado, había sido una tarde tranquila y lo que menos quería era arruinarlo por cosas mías.
Me acerqué a mis amigos y les ofrecí un cigarrillo, los dos negaron así que salí a tomar aire y le dí la primer calada.
Pensé en todo lo que había sucedido en tan poco tiempo. Las cosas pudieron haber dado un giro drástico, pude haber perdido a mi mejor amiga pero bueno, debía dejar de pensar en el que hubiese pasado sí...
Me apresuré en terminar el cigarrillo y les mostré mis bocetos a los chicos, obviamente sacando el dibujo de la chica de la estación en un momento de distracción que aproveché al máximo. Me felicitaron y retomamos el tema del amor de la literatura de Ashley y la pasión de Mike por servir tragos. Sería una larga noche y no estaba en mis planes dormir temprano. No cuando tenía a ese par de idiotas juntos después de tanto tiempo separados.
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Desperté a eso de las 3 p.m y no había nadie en la habitación. Fuí al baño y luego a la cocina y ningún rastro de mis amigos. Aquellos tipos debieron haber ido a comprar algo para desayunar o más bien almorzar. Me sentía cansada, así que volví a mi cama y me dormí nuevamente. Al despertar sentí un olor bastante agradable y supuse que habían cocinado algo. Me levanté y fui a ver a la cocina que sucedía. Estaban sentados riéndose y me saludaron desde sus asientos. Me invitaron a sentarme y Michael me sirvió de lo que había cocinado, sintiéndose orgulloso de lo que había logrado.
Hablé con ellos de muchas cosas y salí rumbo a la estación del tren. Como ahora estaba de día, noté muchas cosas que la otra vez no había visto, como una pequeña casa, por ejemplo.
Me puse a observar y la puerta estaba abierta, curiosa por esta situación, sentí que debía entrar. Observé detenidamente unos cuadros y me fuí acercando lentamente.
-¿Hola?- Pregunté en un tono de voz moderado. No escuché nada más que mi eco por unos segundos, así qué decidí girarme y salir por donde había entrado.
-Hey- Aquel cuerpo apareció nuevamente frente a mí pero esta vez no desapareció.
