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JESS

-Te odio, le grité...Dentro de mí se desgarró algo que jamás creí que sentiría, una parte de mi corazón, no latía con la misma intensidad y frecuencia...

En mi mente se repetían una y otra vez aquellas frases que le grite; "acabaste con mi vida", "no te quiero ver", "acaso no soy tu hija". Hecha un mar de lágrimas, acaso no se daba cuenta que había acabado con todo lo que tenía; mi vida, mis amigos y sobretodo mi familia, ahora solo sería una huérfana, sin padre y todo porque estaba celosa, quien se creía para acabar con todo, absolutamente todo. Los días pasaban mi dolor se intensificaba cada vez más y aun mucho más el día que dije un último adiós, ahí estaba cutie mi mejor amiga, mi novio Fred, mis vecinos, mi escuela y lo peor mi padre...todo había desparecido. El motor del carro runruneaba, avisando un próximo destino...un destino al que no me acostumbraría fácilmente...a medida nos alejábamos mis lágrimas salían con mucha más rapidez casi a la velocidad de la luz.

-levántate escuche al mismo tiempo que un par de manos tocaban mi cara, esas manos que me habían cargado desde muy pequeña, y me hacían sentir segura, si, las manos de mi madre. Me levante, mis ojos estaban hinchados de dolor por la separación de mis padres. Llegamos a barranquilla, una nueva ciudad, una nueva vida, nuevos amigos y un solo corazón, partido en miles y miles de fraccionarios. Nos instalamos en un departamento en un segundo piso, cerca de la playa desde hay podía observar algunos turistas, niños corriendo paseando con sus padres y el infinito mar, mientras observaba esto me recosté en el sofá a recordar todos los momentos que había vivido con mi padre al mismo tiempo que escuchaba la canción yo te extrañare de tercer cielo.

-levántate! Escuche otra vez, pero esta vez más insistente...me había quedado dormida...y si cada día que pasaba más extrañaba a mi padre...

Me duche, seguidamente entre a mi armario a elegir que ponerme, usualmente no era de las chicas que le encantaban vestirse como actores de Hollywood, pues me decidí por un vestido corto rosado y una chamarra de jeans la que usualmente utilizaba, y unas sandalias bajas color café.

Desayune acompañada de mi madre mientras ella hablaba sobre los planes y las cosas que teníamos que hacer y comprar en el centro comercial. Mientras fregaba los platos mi madre sacaba el carro del estacionamiento...tomé mi bolso y bajé las escaleras...de pronto me acorde de la medallita que me había regalado mi padre en mi cumpleaños y que tenía un papel importante en mi vida, era única, su dijen era un avión de papel bañado en plata y con pequeñas perlas ubicados en las alas. Tal vez era muy simple pero para mí tenía mucha importancia. Escuchaba los pitidos del carro de mi madre, baje rápidamente cerré el depa y entre al carro.

Nuestro primer destino era ir a la escuela, a mi nueva escuela, a inscribirme pues estábamos en el mes de julio y tenía que continuar mis clases...llegamos al que sería mi nueva escuela, era bonita tenia múltiples espacios y bellas vistas. Mi madre aparto una cita con la directora, mientras yo esperaba impacientemente en una de las bancas que estaban junto a los árboles y coloridas flores. Todos me miraban como bicho raro pues la verdad me sentía así era la única chica que estaba vestida con ropa normal y no con uniformes, lo más obvio era que era nueva y eso quizás me hacía sentir fuera de lo normal.

-Jess Fuentes, mencionó la secretaria...de inmediato me pare y entre con mi madre...la directora me halagaba haciendo frecuentes comparaciones con muñecas recién salidas de Barbie Inc. No me molestaba pues en realidad nunca me había fijado en mi cuerpo.

- Fui aceptada, mi madre se encargó de los gastos; útiles y uniformes, que por cierto no estaba nada mal, era una camisa blanca con un corbatín de cuadros rojos y negros en el cuello, falda negra, medias blancas, zapatos negros y una balaca de cuadros que contrastaba perfectamente en el uniforme.

- Sonó el despertador aproximando una nueva etapa en mi vida...mi cruel vida. Me duche, me puse el uniforme y baje a desayunar con mi madre, mientras me aceleraba porque iba tarde a mi primer día de clases. Me monte en el carro que inmediatamente arranco dando a conocer un próximo destino.

- Llegamos, y si lo sabía así como sabía lo cruel que para mí podría llegar a ser. Mi madre se despidió con un beso en la mejilla y se fue, dejándome a mi suerte en mi nueva escuela. Entré cursaba décimo grado y no sabía exactamente donde quedaba ubicado, subí las escaleras que daban paso a otros cursos, todos me miraban como bicho raro y se susurraban entre sí, sin fijarme entre en un curso y me tropecé con algún objeto inespecífico, pues el salón estaba totalmente a oscuras, solo podía distinguir un televisor pantalla plana que estaba encendido con algún tipo de insecto.

- Se prendió la luz, todos me miraban, era obvio estaban viendo un documental sobre este insecto, el docente me dijo eres la nueva cierto? Si señor respondí cordialmente.

- Ok, me temo que estas perdida respondió mirándome fijamente

- Algo así respondí yo

- Está bien, Villareal gritó acompañe a la señorita a su respectivo salón.

- Era un niño un poco más alto que yo, sus ojos eran color miel, era moreno, su tono era más claro que el mío, me dijo acompáñame y si, de inmediatamente lo seguí, era increíblemente guapo, pero era increíblemente odioso...este es tu salón ojala que no te pierdas señorita anónima respondió disgustado.

- Gracias, respondí yo mirándolo fijamente y entrando en mi salón.

- Hola! dije todos respondieron bienvenida, ella es Jess fuentes su nueva compañera, espero que la hagan sentir como en casa, adelante este es tu lugar, dijo la profesora. Asentí haciendo todo lo que me decía y me senté, todos se mostraron cariñosos conmigo y de una manera u otra me hacían sentir como en casa, el día finalizaba, y las clases se hacían más frecuentes.

- Todo transcurría normal, me había hecho amiga de Marie una gordita ojos azules era muy simpática y me hacía recordar tanto a cutie, siempre que llegaba a la escuela me sentaba en una banca la que daba vista a la fuente de agua. Estaba viendo mi cell tenía alrededor de 25 mensajes de Fred mi novio y de cutie, me levante de mi silla tomando mi bolso y un libro de Gabriel García marques, iba concentrada respondiendo los mensajes, sin darme cuenta que me había tropezado todo cayó al piso, sí, me había tropezado nada más y nada menos que con el patán de la primera vez cuando me perdí.

Se agacho casi al mismo tiempo que yo, y mis ojos se encontraron con los suyos nos miramos fijamente alrededor de 5 minutos como podía tan increíblemente atractivo a pesar de lo estúpido que era.

Abrazame (en edición)Where stories live. Discover now