Quimera

Sempiterno

Sempiterno:
Qué durará siempre; que
tuvo un comienzo, pero que no contará con un final.

-¿¡Quién es la mujer con la que te has estado acostando, Clark!?- gritó completamente encolerizada, con lágrimas llenas de rabia amenazando por salir. Ya no podía soportarlo más. - ¿¡Con quién me has estado engañando!?

"Una mujer..." mentalmente rió sin gracia. El hombre solo suspiró pensando en que podría haberse ahorrado todo esto.

-Lo lamento, Lois, pero ya no quiero estar contigo.

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Lentamente descendío desde el oscuro manto de la bóveda celeste, con sólo la luna y las estrellas de testigo.
Portaba un rostro levemente impaciente.

Abrió la puerta y se adentró a aquella cabaña que era la única conocedora de sus encuentros.

Dejando el saco de su viejo y desalineado traje en la silla más cercana, aquel imponente hombre procedió a quitarse con cansancio la corbata y las gafas que ocultaban su identidad.

Cerrando sus ojos y con la completa oscuridad de la noche siendo apenas rota por la leve luz proveniente de la luna, el último hijo de krypton hizo gala de sus desarrollados sentidos, entre las sombras de la sala, llenó sus pulmones de la adictiva fragancia que tanto solía deleitarlo.

Sintió desde su espalda como aquellas manos, a veces cariñosas «como solo él y unos pocos conocían», a veces rudas «como muchos otros tenían la desgracia de conocer», desabrochaban su camisa. Los rosados labios dejaron un lento beso en su, ahora, desnudo hombro.

Llevaba tanto tiempo enamorado de él, tratando de compensar el vacío que sentía con Lois.
La quería, pasar tiempo con ella era realmente agradable, y creyó estúpidamente que con el tiempo podría llegar a amarla mucho más de lo que lo amaba a él.

Pero sus ojos casi grises lo perseguían en sueños, enigmáticos, su sarcástica e irónica sonrisa que pocas veces relucía en presencia de otros, su cincelado rostro, su aroma, su pálida piel...todo él lograba hacerle perder la cordura.

Volteó a punto de tomarlo entre sus brazos, cuando un sorpresivo movimiento por parte del otro lo hizo caer sobre el sofá.
Sintió sobre su regazo el agradable peso que provocaba el cuerpo del contrario sobre el propio.

Casi con desesperación sus brazos rodearon la pequeña cintura, acercándolo a su cuerpo, evitando que escapara.

Su nariz rozó el pálido cuello e inhaló profundamente, embriagándose con la costosa colonia mezclada con el aroma natural del hombre que amaba.

-Pareces un drogadicto.

-Tú eres mi droga- no pudo evitar decir mientras lo miraba intensa y completamente embelesado.

-¿No te han dicho que debes alejarte de las drogas, boy scout?- ambos sonrieron traviesamente en complicidad para luego Clark sentir como su rostro era besado repetidas veces.

-Recuerda a quien le perteneces, Kent...-susurro contra sus labios, para luego succionar sin ningún tipo de timidez el labio inferior del otro hombre.

-Jamas podría olvidarlo...-suspiró en respuesta, mientras que en un rápido movimiento intercambió posiciones. Y lo besó con una completa devoción.
-Nunca lo haría...Bruce...-completó.

Mañana habría tiempo suficiente para decirle sobre su ruptura definitiva con Lois, pero hoy...

Hoy solo le entregaría su corazón, como cada vez que lo veía.

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Hey, hola! Cómo están? :)

Este es uno de los primeros fics que escribo, así que si encuentras faltas de ortografía o la redacción es un poco rara me disculpo XD

No logro recordar de dónde salió la inspiración para escribir esto, pero se suponía que el capítulo iba a ser más largo y me terminó dando flojera extenderlo. No estoy segura si escribiré mucho o que rumbo tome la historia.

AMO el Superbat, así que dándole muchas vueltas al asunto hice mi pequeño aporte.

Si has llegado hasta aquí te lo agradezco mucho 💙