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Mariana

Me siento pésimo por la conversación que tuve con ese desconocido.

¿Y si es un pedófilo que quiere hacerme algo?

Decido ignorar ese pensamiento y sigo caminando.

Para ser mi primer día de clases en Notre-dame, no estoy emocionada. Me incorporo en los pasillos con los demás alumnos y me dirijo a una reunión de asamblea que se ha organizado en nuestro honor, o sea en las personas nuevas y pobres.

Me siento junto a los otros cuatro alumnos más nuevos y espero a que me llame el señor director. Me siento rara, nunca había hablado para tantas personas y este salón estaba lleno de ellas.

Y debería odiarlos. Pero debo ser amables con ellos para no ser vista como la niña sin educación.

Seguiría pensando en que debería decir, pero al señor director se le ocurre la brillante idea de interrumpirme justo es el momento equívoco.

-Mariana Bellerose, de 16 años, les dirá cinco cosas que deberían saber de ella. -baja del escenario y hace un gesto con la mano para que me posicione al frente del micrófono.

Me paro encima de un taburete por lo baja que soy, y digo las cinco cosas que debo decir.

- Punto número uno: No me gusta que me despierten mientras duermo. -siento cuchicheos por alguna parte, pero los ignoro y sigo.

-Punto número dos: Si alguien desea darme algo, deben ser chocolates, nada más.

Punto número tres: Odio a muerte a las personas que mienten sin cesar. -en ese instante el señor director me mira entrecerrando los ojos, pero lo ignoro y sigo con mi discurso.

-Punto número cuatro: Odio el queso -Y es verdad, o sea, en el desayuno de esta mañana dieron queso con huevos ¿en serio? ¿quién inventó esa mezcla atroz? Porque yo la detesto.

Pero aún así te los comiste porque fue tu primer desayuno real... dice mi angel bueno.

-Y lo último que deben saber es... -digo casi gritando asustando a todos- que son un conjunto de idiotas que no saben que hacer con sus vidas y sólo están aquí para complacer a sus padres. Muchas gracias. -termino mi discurso con una sonrisa de triunfo.

Estoy orgullosa de mi misma. Me importa una mierda si al señor director no le gustaron mis hermosas palabras. Salgo de la asamblea casi corriendo y me dirijo a mi habitación.

Llego y me saco los zapatos junto con la ropa para vestirme con el uniforme del colegio para volver a clases por la tarde.

Cuando termino, le dedico un tiempo a mi nuevo celular. Veo que tengo un mensaje pendiente del mismo número que me atormentó la vida ayer.

Chat Desconocido

- ¿Estás? ~9:34.

- ¿Qué quieres? ¿Porqué no me dejas en paz? ~10:41.

- Quiero saber con quien estoy hablando. Quiero disculparme en persona. ~10:43.

- No te preocupes que no te diré. No quiero que me secuestres y me asesines ~10:43.

- Es imposible hablar contigo, ¿sabes? ~10:45.

-Un usuario se a desconectado-

- No revelo mi información a cualquiera, no sé quién eres.
~10:48.

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¡Hey, Mariana!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora