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ChanYeol, un joven apuesto, lindo, tierno e inteligente. Sobretodo inteligente. 

Se vio obligado a dejar la institución donde estudió desde que comenzó la secundaría, a mitad de ésta sus padres le sacaron de aquella escuela debido a que fueron despedidos de sus respectivos trabajos.

Comenzar de cero en una nueva institución era como comenzar una nueva vida. Adiós amigos. Pero logró superarlo y consiguió un nuevo mejor amigo aunque no era lo que esperaba. 

Este nuevo amigo se llamaba SeHun, un chico torpe, descuidado y casi mala conducta. Siempre flojeando, diciendo malas palabras y sobretodo, hablando como le placiera hacerlo.

Luego de un corto fin de semana, ChanYeol como siempre llegó temprano a su respectiva institución, sus compañeros de salón jugaban y bromeaban entre sí mientras él solo miraba un libro que había comprado con sus ahorros, la clase estaba por comenzar y su amigo nada que llegaba. Cuando el profesor entró al salón supo que SeHun ya no llegaría, sin embargo, quince minutos luego llegó  y... Lucía diferente. Su cabello castaño pasó a ser un rosa claro, todos guardaron silencio mientras caminaba entre los asientos hasta finalmente sentarse junto a ChanYeol.

Todos estallaron en carcajadas y aunque SeHun fingió desinterés escondiendo su rostro entre sus brazos sobre la mesa, ChanYeol sabía que estaba avergonzado. 

Luego de aquella horrible bienvenida para SeHun, salieron al campus para poder desayunar tranquilamente.

– ¿Por qué decidiste teñirte el cabello de rosa?

– Solo  quise y ya. 

– Uhm.. ¿por que no viniste el viernes? 

–Ah cierto, me quedé dormido y ya me disperté bien tarde.

– Desperté, Hun, desperté con 'e'.

– Como sea, ¿puedes emprestarme lo que dieron?

– Prestarme, SeHun.

– Ajá, ¿puedes o no?

– Sí, está bien.

En realidad aquella amistad era muy rara y poco común, a pesar de que ChanYeol era el único amigo de SeHun éste no sabía casi nada de la vida personal del pelirosa sólo no necesario.
Al igual que el último tampoco sabía gran cosa del alto. Pero para ellos eso era más que suficiente, no había ningún inconveniente con eso.

Dictionnaire de Marche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora