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—¿Qué pío haces acá?— Le pregunto levantándome.

Pero les tengo que admitir, le estaba esperando luego ya, algo luego me decía que iba a hacer esto. Por eso estoy vestida decentemente, digna de que me vea mi querido novio.

Me encanta decir que es mi novio.

— ¿Y qué más pio decís que hago? Ni modo que me duerma hoy sin recibir el beso de buenas noches de mi novia verdad— Me quedo helada por lo que dice y él se ríe mientras se acerca a mi.

Le miro directamente a sus ojos sin saber qué hacer.

No puedo creer lo mucho que me atrae, lo mucho que le quiero besar y estuve esperando sentir esos labios que me sonríen ahora mismo.

Rodea su mano por mi cintura, si podemos llamarte cintura jeje. Y me apega más a él.

No dejamos de hacer contacto visual y me gusta, me encanta hacer contacto visual con él.

Le sonrío después de mil años prácticamente. Por unos segundos tengo que mirar sus labios porque en serio, en serio le quiero besar.

— Te quiero mucho Nora— Me acerco más a su boca.

¿Cuándo lo que me va a besar?

Marcus.

Veo cómo ella se muere por besarme, pero me gustaría que sea ella quien lo haga.

Miento si digo que no estuve pensando en hacer eso desde hace mucho tiempo, bastante tiempo en realidad.

Tenerle en mis brazos es fascinante, le quiero, mucho.

No sé, no me veo con nadie más.

Parece que encajamos a la perfección.

Qué va a parecer, encajamos luego carajo, estoy loco ya yo para no admitir eso. La mejor pareja hacemos, sin menospreciar a las demás, aunque tienen que admitir igual que no hay pareja más perfecta que nosotros dos.

Me siento a gusto con ella, en realidad no sé cómo explicar exactamente pero es algo así como estar en paz.

— No sabes, siempre creí que tenías que ser mi novia, pero no sé por qué nunca te pedí — Río intentando calmarme.

Sé que ella me va a besar, ojalá me bese más temprano que enseguida.

Le agarro de su mentón pero no bruscamente, al contrario, aunque sin dejarle elección para que se escape, haciéndole más accesible mi boca, solamente tiene que unir nuestros labios.

Ella dejó de hacer contacto visual conmigo, sólo mira mis labios y por amor a Dios, se ve tan sexy que tengo que tragar saliva muchas veces.

— Me alegra que me hayas dicho que sí.

—Marcus, ¿Para qué viniste?— Su voz le sale un poco ronca.

¿Qué, quiere que viole su boca con toda su familia en casa?  Por mí iba a hacer, pero creo que conociéndole no le va a gustar tanto esa idea.

— Y vos ya sabes Nora.

— Y bueno, ¿Cuánto tiempo pensas esperar más?

Me encanta, pero no pienso hacer eso yo. En el San Juan, que fue hace mucho tiempo, ella no me quiso besar si mal no recuerdo, y si no fue así yo me acuerdo así, por eso ella me tiene que besar ahora, de castigo.

— Todo el tiempo que te tome decidirte para que me beses vos seguramente.

—¿Querés que yo te bese?

Ya sé bobis. #2 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora