Venganza, Cruel Venganza

4- Las cosas como son

La doctora se levantó casi a la fuerza, sabía que debía hacer el desayuno, el día anterior su amado osito azul lo había preparado y sabía que Black Hat no soportaría otro día de desayuno hecho por el. Como todas las mañanas, esa sensación de ser observado seguía ahí, era incómodo hacer cualquier cosa así.

Tratando de ignorar esa sensación se metió baño para limpiar cuidadosamente cada detalle de su cuerpo, ya se estaba acostumbrando a el, casi no se abochornaba al tocar sus pechos, sus piernas rellenitas o su entrepierna, miraba sus muslos y pechos recordando a detalle y analizando bien su sueño que se veía tan real, no sabia si quería que pasase en realidad. El ensombrerado jamás seria tan dulce con alguien, con quien sea, el sé imaginaba un poco mas de sangre a parte de la que saldría por ser desvirgada o algo por el estilo. Al reaccionar a sus pensamientos sacudió la cabeza, lo hacía otra vez, pensar en su jefe, lo disfrutaba pero no debía.

-Solo es mi jefe, el es el poseedor de mi alma- dijo en voz alta recalcando para dejárselo en claro a si mismo y no salir de la realidad.

Salio del baño, se alisto poniéndose su bolsa, su bata, un pantalón que le quedaba algo grande y su playera nueva, decidido cerrar la bata ya que su osito se extrañaría al verlo así, teniendo todo listo se dirigió al comedor, faltaba menos de una hora para que llegará su acosador sexual.. Digo su jefe, su amado oso y demencia, la culpable de estar en ese problema de genero.

Evito complicarse las cosas con el desayuno de su oso y demencia así que hizo hot cakes para ambos, a su osito le puso pedacitos de manzana, fresas y moras con crema batida que sabia que le gustarían a su bendición, a demencia se limito a ponerle los hot cakes en un plató, a su jefe en cambio le preparo un plato de chilaquiles extra picantes y un toque de mortal veneno que le quedaba, le puso dos huevos estrellados arriba y dejo su plato bajo una charola plateada.

Uno a uno fueron entrando a la cocina, primero entro su amado azul caminando tranquilamente, dio un salto cuando sintió el cabello de Demencia que entró por la puerta serpenteando por el techo dejándose caer en su lugar, una silla mordida y descuidada, un mal golpe y caería rota de tanto mal uso que le ha dado la lagartija .

Flug miraba la puerta con ansias, quería ver la llegada de su jefecito para agradecerle pero no llegaba, demencia empezó a impacientarse, una de las reglas de Black Hat era que no podrían comer hasta que el estuviera presente, decidió pararse a ver si se había retrasado en su oficina pero antes de llegar a la puerta de la cocina un Hat bot apareció entregando una nota

" Odiadas Sabandijas, Tengo mucho trabajo, ingieran sus alimentos, si alguno se enferma me encargaré de que no sean un estorbo para mi organización
PD: Hat Bot traerá mis alimentos

Con fastidio y repulsión
Black Hat"

-Pero que? - Dijo  Flug mientras veía como el hat bot salía a toda prisa con la comida de Black Hat en sus pequeñas y metálicas manos.

-¿Que dice la nota cabeza de lonche? - Preguntó demencia sobándose la panza con hambre.

-Que coman, debo ir a ver al jefe - Dijo serio tratando de fingir su voz masculina.

Demencia lo miro confundida

-Tu voz.. Suena diferente - lo miro mas de cerca de forma acusatoria 

- suena mas.. Masculina- Dijo asintiendo

- Ya te estas haciendo hombre - Dijo levantando las manos contenta pero burlona.

Flug se limitó a verla y salir de la cocina algo molesto en dirección a la oficina de su jefe.

Llego y toco la puerta la cual se abrió casi al instante.