Capitulo 4 Una luz en mi oscuridad 3

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          Cuando llegamos a casa, pensando que mi padre no se daría cuenta de nuestra escapada,  grave error, - el ya estaba en casa-, su cara lo decía todo,  todo en el desprendía odio, un gran odio,  pues el sabía de donde veniamos, lo que habíamos hecho, habiamos estado en el callejón Diagon sin su permiso, habíamos roto una de sus reglas, tener contactó con lo que más odiaba en el mundo, la magia.

       Mi madre al darse cuenta, lo primero que hizo fue alejarme de el poniéndose entre los dos pues no quería que volcará su ira en mi, ya sabía que el que estuviera delante de él,  recibiría el primer golpe.

Tobias Snape - Que horass son estáss de llegarr a casa mujerr?. Es máss  importantee tu abominablee mundo que tenermee  la cena listaa?. cuando yo digo y mando algo en esta casa se debe cumplir al pie de la letra. Solamente me debes obediencia a mi.

      Su voz era pastosa,  se trastabillaba,  al pronunciar las palabras, y olía a alcohol,  en seguida nos dimos cuenta que estaba bebido, muy bebido y nosotros perdidos,  ya que en estos momentos,  era más agresivo y peligroso,  que cuando estaba sobrio.

Tobias - Mujer no me oyes cuando te hablo?

Eileen -  si, Tobias;  Severus y yo hemos tenido que arreglar umos asuntos, en el mundo. .. -

Tobias - Calla, bruja - Te he dicho mil veces que en mi casa no se habla de cosas inventadas y fantasiosas eres una loca y quieres convertir a tu hijo en lo mismo.

Eileen - Pero,  la magia existe;  te he mostrado,  lo que somos capaces de hacer.

Tobias - Si, en esta casa no veo oro, ni joyas,  no cuentan que sois capaces de volver,  el carbon en diamantes; donde estan esos diamantes?

Eileen - Pero,  Tobias...

No había acabado la frase cuando recibio el primer golpe. Yo fui a interponerme entre ambos, pero mi madre hizo un gesto, en el que me advertía que no se me ocurriera acercarme, yo quería desobedecerla,  pero sabia que mi madre enfadada era mucho peor que el, ambos tenian un carácter explosivo; pero tenia que hacer algo, el ya estaba golpeandola  mucho, sus labios estaban hinchados por varios golpes, su pómulo izquierdo sangraba, debido a un corte que le había hecho con su anillo, mi mente trabaja rápida, buscando un hechizo algo que los separará, pues el en esos momentos, él  estaba ya asfixiandola, la tenia agarrada del cuello.

Cuándo de pronto una pequeña esfera o luz no podía apreciarlo desde mi posición, surgió en medio de los dos, que se iba expandiendo,  los separó de un golpe; todo esto en cuestión de segundos, ,preguntandome si había sido yo en mi desesperación.

Ambos estaban inconscientes, "el gran Tobias" me importaba un bledo, mi preocupación era Elein, mi madre; en el impacto, había chocado contra la chimenea, tenia un fuerte golpe en la cabeza, sangraba abundantemente, su respiración era muy débil.

Severus - Madre!, madre!. Despierta,  madre por favor, abre los ojos,

No respondía,  roce, su pómulo ensangrentado,  despacio, delicamente, aparte unos mechones de su frente, todo eso intentando mover su cabeza lo mínimo posible; ante se contactó,  ella abrió sus ojos negros, iguales a los mios, esos ojos que  estaban apagándose,  a pasos agigantados.

Severus - Madre.

Eileen - Severus,  hijo, lo siento ya no tengo casi fuerzas, me hubiera gustado haber estado más tiempo a tu lado,  saberte feliz, lejos de esta penuria,  que he causado yo, yo tenia que haber sido más fuerte, tenia que haberme marchado,  al primer maltrato,  mis padres y amigos me lo advirtieron, pero yo le perdonaba. Severus hijo, dónde estas, apenas te veo.

Severus - Madre,  aquí a tu lado,  siempre a tu lado, madre.

Grandes lágrimas,  corrían por mi rostro, no tenían fin

Eileen - No te preocupes,  lo he dejado todo arreglado, (su voz era cada vez más debil). Esta tarde las cartas...

Severus - madre, madre, contesta.

Eileen - pronto sabrás que significado tenian. Pero recuerda siempre, que tu  has sido siempre lo más importante de mi vida. Recuerda que el amor mueve montañas, que hace girar el mundo,  y el odio nos mina y nos convierte en cobardes,  nunca seas como él. Hijo te quiero,  tu eres mi vida...

Severus - Madre,  abre los ojos por favor, madre

Me abracé a ella, estaba quieta, silenciosa,  ya no respiraba,  ya no me importaba nada,.

El diario de Severus Tobias SnapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora