¿Qué estoy haciendo?

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Otra noche mas en esta oscura habitación, con las persianas totalmente bajadas y la puerta siendo parte de la pared. Tumbada en la cama me gusta pensar en mi vida mientras escucho mi música. Bueno, ¿Qué vida? La música es gran parte de ella.

Electrónica, o como también lo llaman ruido. Esa es mi mayor alegría ahora mismo. Escucho Written in reverse de Hardwell, mi artista favorito, mientras entiendo la letra y me la imagino con mi vida. Mis ojos empiezan a humedecerse y pronto una lágrima me recorre la mejilla derecha, rápidamente me la seco con la mano. A veces pienso tanto y tanto que mi cabeza es como si explotara, pero sin embargo esta clase de pensamientos que a mi no me dejan dormir no le interesa a nadie mas. Me cuestiono cosas.

¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Encontraré algún día el amor verdadero? ¿Conseguiré trabajo cuando deje el instituto? ¿Cuando dejaré el instituto? ¿Por qué saco tan malas notas cuando todo el mundo me halaga por mi inteligencia? ¿Cumpliré algún día mi sueño?

Preguntas que me inquietan.

Alguien llama a la puerta de mi habitación.

-¿Quién es? - Pregunto retirandome las lágrimas con la manga.

-¿Puedo pasar?

La voz de mi madre me corta este rollo nocturno que me entra a veces.

- ¡Quiero estar sola! - Grito, pero mi madre abre la puerta igual como si no le hubiese dicho nada. - ¿Qué quieres?

- Nada, cariño, solo venía a darte las buenas noches.

- No las quiero, gracias, puedes reservártelas para el mimado de Dan.

Dan es mi hermano menor, al que por supuesto mi madre le tiene pelota. En esta familia sí hay  preferidos.

Mi madre se acerca a mí y me intenta dar un beso en la frente pero yo me aparto, así que se va sin decir nada y dejando la puerta abierta, por supuesto.

-¡LA PUTA PUERTA! ¡CIERRA LA PUTA PUERTA!

Ni se da la vuelta.

Menuda familia la que me ha tocado.

Me levanto mosqueada y la cierro yo. Por fin vuelvo a la cama, me pongo los cascos y  repito written in reverse ya que mi madre había interrumpido mientras la escuchaba. Pero esta vez los párpados comienzan a pesarme y rápidamente me quedo dormida.

El cuervo blancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora