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Era de mañana, cuando sonó la alarma. TN se encontraba feliz porque era su primer día en una nueva escuela. Deseaba que sus compañeros disfruten de su compañía.
Se cambió, se colocó el uniforme rápidamente, y ordenó su mochila con las materias que tenía hoy.
Comenzaba quinto año, estando a un año de terminar el secundario.
Terminó de prepararse, y salió de su habitación. Bajó las escaleras, encontrándose con el desayuno que tanto le gusta, que la mamá había preparado. Café con tostadas, y al costado de él, se encontraba una nota de ella, que decía lo siguiente:

"Hija, te preparé el desayuno que tanto te gusta. Me llamaron para un nuevo trabajo por la recomendación que me hicieron en el anterior. Se que es tu primer día, y perdón por no poder llevarte. ¡Te deseo mucha suerte, y mucho amor! Te mando muchisisisisimos besos, ¡no te olvides que te amo! Mamá".

Sonreió como una niña pequeña al terminar de leerla. Se despaviló, y rápidamente tomó el desayuno.
Llegaba tarde, pero por lo menos, logró cepillarse los dientes.
Llegó al colegio, cansada de tanto correr. Entró a su salón, y por suerte, algunos estaban llegando.
Me sentó en unos asientos del medio. No le gusta sentarse adelante, pero tampoco atrás. En el medio se siente mucho más cómoda. Pero, se sentaba sola.
La profesora llegó y todos se pusieron de pie, saludaron y nos sentaron, como signo de respeto.
A unos cinco minutos desde que comenzó la clase, entran dos chicos al salón. Eran muy altos, y de suerte pasaban sin tocar el marco de la puerta.
Todas las chicas comenzaron a murmurar cosas, y TN no sabía por qué. Les parecía bonitos, pero tampoco para enamorarse. Además, primero van los estudios. No reprobaré por un simple chico.
Yo pienso que, si me enamoro ahora, mis estudios no estarían al menos aprobados.
Tan solo se disculparon por llegar tarde, pero ninguno tenía un lugar. Varias chicas sacaban cosas que tenían a sus costados para dejar libres los asientos. TN las observaba divertidamente por lo que hacían por dos simples chicos. Sonreía, pero al devolver su mirada a su lugar, uno de ellos tomó el asiento que estaba a su lado.

-Hola, perdón. Nunca tuve, ni tengo compañero de banco. No quisiera ser mala contigo, pero, no quiero que te sient...- su palabra fue interrumpida por el contrario.

-Hola, me llamo Darren, Darren Chen. Soy tu nuevo compañero, y si quieres, soy tu nuevo amigo- sonrió amablemente.

Para no quedar mal, también le sonrió. Devolvió su mirada a sus cosas que tenía sobre la mesa, y comenzó a reescribir lo que la profesora copió en el pizarrón.
Miraba de reojo al chico, y creía que a él también le gustaba el estudio. Sonrió tiernamente, pensando en que serían buenos amigos. Él la miró y rápidamente devolvió la mirada, como luego hizo él.
Terminó la clase y TN buscaba su celular. Revolvió toda mi mochila buscándolo, tenía miedo de que alguien se lo haya arrebatado.

-¿Buscas algo? Te puedo ayudar, si quieres- comentó ofreciéndole ayuda.

-No, deja. Puedo arreglármelas- respondió con mala gana, sin observar al chico.

-Vamos, déjame ayudarte, por favor- insistió -tal vez podríamos llevarnos mejor de ésta forma-.

-Está bien, Chen,- respondió rendida al buscar sola -mi celular, no lo encuentro por ningún lado. No se si lo perdí o no lo traje-.

-¿Recuerdas haberlo colocado dentro de tu bolso?- preguntó observando las demás bolsos que se encontraban allí.

-Sí, recuerdo haberl...- frenó su palabra, mirando a un punto fijo -creo que no lo traje. ¡Creo que lo dejé en la mesa antes de salir!- respondió feliz.

-¿Estás segura? ¿No quieres seguir buscando?-.

-No lo estoy, pero supongo que está allí- respondió insegura, para luego acostarse sobre su silla. -¿Cómo sabré que está allí?-

Se sentó en la mesa que se encontraba en frente de su silla, observándola dulcemente. -¿Quieres mi teléfono?- preguntó el chico, -digo, para llamarte y asegurarte de que allí estará- sonrió.

-No, no quiero ser una molestia- respondió ante la pregunta del contrario, y se sentó en su silla -si no está allí, me lo habrán sacado. Esta bien, no es mucho probl...- no logró finalizar su oración por la interrupción del chico.

-Vamos, tómalo- lo colocó sobre las piernas de TN, para luego pararse. -No es una molestia. Tal vez tengas información importante en él. Llámate y fíjate si lo encuentras- asintió con una bonita sonrisa. -Yo saldré, luego ve al salón de música, que allí estaré. ¡Sólo devuélvemelo cuando lo encuentres!- se despidió de allí.

-¡¿Y si no lo encuentro?!- gritó TN, pero al parecer él no la escuchó.

Abrió su teléfono, y buscó para marcar su número. Llamó pero nadie lo atendía. Su teléfono se daba por perdido, hasta que llamó por última vez, y atendió su madre.
Su tranquilidad no volvía, ya que pensaba que atendió el que le arrebató su teléfono.

-Hola, ¿mamá?- preguntó nerviosa.

-¿Sí? ¿TN?- respondió la madre.

-¡Ay mamá! Casi me caigo al suelo de los nervios- sonrió tranquila. -¿Por qué estás tan temprano en casa? ¿No deberías ir a buscar trabajo?- preguntó confundida.

-Si ya tengo, ¿para qué?- respondió.

-¡Oy..!- quedó sin palabras. -¡¿Conseguiste el trabajo?!- gritó tanto, que de seguro se escuchaba también en el salón de al lado.

-Oye, ¡no grites!- dijo. -Sí, lo conseguí. Esto merece una recompensa, que será descansar, claro- rió suavemente.

-Descansa todo lo que puedas. De todas formas, te lo mereces- sonrió. -Bueno, debo colgarte. Como ves, no es mi teléfono...-.

-No puede ser, ¡¿ya tienes novio?!- preguntó sobresaltada.

-¡Oye! ¿Cómo tendré de novio a alguien que apenas conocí hoy? Es sólo un amigo- rió bajo. -Bueno, cortaré, ¡te mando besos!-.

-Mmm, está bien...- rió. -Adiós hija-.

Cortó rápidamente, saliendo del salón. No estaba apurada, así que comenzó a caminar observando todo el lugar.

-Está todo muy bonito- se habló a sí misma. -Oh, ¿dónde estará el salón de música?- comenzó a buscar por todos lados.

Caminó por varios, y largos pasillos, en los cuales se encontraban muchos salones, y en uno de ellos, se encontraba aquel lugar.
Una melodía se escuchaba a medida que se iba acercando. Sonaba a un, ¿violín?

-Qué bonita melodía- sonrió, y observó desde el pequeño orificio de la cerradura de aquella puerta. -¡Es él!- murmuró.
Se paró derecha, con el teléfono en mano. Tocó suavemente la puerta, y Darren dejó de tocar el violín.

-Pase, por favor-.

-Gracias, Chen- asintió entrando en aquel salón.

-¿Y? ¿Lo has encontrado?- preguntó el chico, dejando su violín en su respectiva funda.

-¿Qué? Oh, sí, claro. Estaba en mi casa, en fin- sonrió, -y toma, esto es tuyo- extiende el teléfono del contrario que tenía en su mano.

-Gracias- tomó su teléfono, -qué bueno, entonces- sonrió quedando unos segundos de silencio. -Oye, nunca me has dicho tu nombre- rió.

-Lo siento, Chen. Me llamo TN TA, un gusto- sonrió nerviosa.

-Mmm, está bien. Entonces, te preguntaré algo- se acerca un poco a ella. -Con lo poco que hablé contigo, fue lo necesario para preguntarte esto- sonríe nervioso. -TN TA, ¿quieres ser mi...?

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• 1185 palabras •

¡Gracias por leer, sweeties! ♡

Él o yo [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora